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miércoles, 9 de enero de 2013

España y su doble responsabilidad en 2013

Comienza oficialmente la última fase en la carrera de Madrid 2020. El pasado lunes la delegación del proyecto español presentó en Lausana ante el Comité Olímpico Internacional (COI) el dossier de su candidatura. El camino iniciado hace ya una larga década vislumbra su final. El 7 de septiembre Buenos Aires será el escenario donde se anuncie el nombre de la ciudad organizadora de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2020: Madrid, Tokio o Estambul. 

Será la tercera y posiblemente la última gran ocasión para la capital española. Dos desencantos, siempre al filo del éxito, en 2005 y 2009 para los Juegos a celebrar siete años después. Con argumentos de dudosa credibilidad o con otros más sólidos, dos veces fue cercenado el gran sueño deportivo nacional. Tiene que ser ahora; pensar en una cuarta opción no parece a día de hoy acertado.

A este punto, el máximo organismo olímpico ya ha demostrado que no necesita muchos condicionantes para dejar a un lado el proyecto de Madrid. Un proyecto  bien estructurado, en un avanzado grado de construcción y ajustado, así se recoge, a la situación económica. Con un lastre arrastrado donde más duele, la imagen: la sombra, fundada o infundada, del dopaje. 

Mal empieza el último trecho del camino olímpico: la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) sancionó en diciembre por espacio de tres meses al principal laboratorio en la materia de Madrid. Un castigo seguramente a utilizar como argumento por sus rivales (Tokio y Estambul). Por supuesto el dopaje no es propiedad española, es un mal plurinacional que toca a España como toca a otros países. Afirmar lo contrario es mentir. Lo que sí parece producto interno es una nefasta gestión en la comunicación oficial sobre dopaje. Sanciones sin positivos, positivos sin sanciones, contradicciones entre organismos y oportunismo mediático. Mucho por aclarar y en resumen, arañazos a nuestra imagen deportiva.

Imagen publicitaria del Mundial de Balonmano 2013
En clave positiva, España, sinónimo de Madrid durante este crucial año deportivo, afronta una doble responsabilidad. El calendario 2013 ha tenido a bien dar a nuestro país la gestión de dos de los principales eventos deportivos de sede variable: los mundiales de balonmano y natación. Dos oportunidades de volver a mostrarse como país competitivo. Más allá, dos oportunidades para lucir como perfecto embajador. 

Nuestra selección aspira, como varios rivales, a todo en el inminente campeonato balonmanístico. Ese mismo en el que peligró hasta última hora la sede de Madrid -mal ejemplo-. 2013 supondrá el nexo final entre la mejor generación, ya disgregada, y su relevo de juventud. En julio y agosto, la natación en toda su amplitud debe consolidar el buen 2012, con las medallistas en Londres Mireia Belmonte, la sincronizada y el waterpolo, o los recientes medallistas en piscina corta Melanie Costa, Duane da Rocha, Rafael Muñoz o Marina García. 

No serán los únicos eventos internacionales con sede en "la piel de toro". Dejando a un lado las grandes citas con sede fija -ciclismo, triatlón, motor (no olímpico pero relevante), entre otras- está previsto, aunque peligra, en junio el Europeo de Remo en Sevilla, que a la vez puede servir de reválida local para una disciplina ausente en la delegación española de Londres. O el Europeo de tiro paralímpico, si bien ya en octubre, en Alicante.

Imagen publicitaria del Mundial de Natación 2013
España, en palabras del Presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, ha celebrado en la última década 77 Mundiales y 84 Europeos. La fuerza de la historia reciente se suma al nutrido 2013, una baza a jugar con acierto y con la que este año no cuentan ni Tokio ni Estambul. La ciudad turca celebró en 2012 el Mundial de pista cubierta de atletismo y el de piscina corta de natación. Con menor programación inmediata, la capital japonesa podría verse perjudicada por la cercanía con los Juegos de Verano de Pekín (China) 2008 y los de Invierno de Pyeongchang (Corea del Sur) de 2018. Aunque nunca se sabe...

Por último, la imagen del público como principal valedor de la ya famosa "Marca España". Una pista vacía es la peor embajadora. Frente a la crisis, fundamental atraer a la sociedad a los grandes eventos, con precios equilibrados y una difusión acertada. La Caja Mágica madrileña en el Mundial de Balonmano que arranca el viernes será una buena muestra.

Nos espera un 2013 de máxima responsabilidad en todos los terrenos deportivos. Queda mucho por hacer hasta -ojalá- oír "Madrid" como ciudad organizadora de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2020. 
El deseo de suerte se torna escaso, aunque nunca viene mal. SUERTE.

lunes, 31 de diciembre de 2012

2012: Vista atrás

Algunos se quedarán con un drop de Mathieu Peluchon, una victoria de Fernando Alonso, un ataque "full gas" de Alberto Contador... Otros recordarán 2012 como sinónimo de crisis general, de ahogos, hundimientos y desapariciones en lo deportivo. Y por supuesto, todos asociarán para siempre este año a los Juegos de Londres. Se acaba un intenso 2012...

Juegos Olímpicos, o la unidad de medida del deporte global. Para España, una prueba de fuego ante un contexto negativo para la práctica deportiva. La crisis ha tocado, y de qué forma, al mundo de la competición. No es casualidad que en un momento crítico sobresalieran algunas de las que mejor saben manejarse en tales circunstancias: las deportistas femeninas. Sin demasiados recursos, y/o con un número de licencias federativas notablemente inferior a otras naciones -pongamos el caso del waterpolo- muchas de ellas han demostrado poder rendir al máximo nivel internacional. Como planteé en su momento, quizá Londres haya sido de cara al futuro la Barcelona del deporte femenino. Su revitalización. Una buena oportunidad para dar presupuestaria y mediáticamente el trato que han demostrado merecer. Idea que va mucho más allá de la pretendida igualdad heredada del "buenismo" político.

En gran medida fueron ellas, las mujeres, quienes salvaron el pabellón olímpico español. Once de las diecisiete medallas llevaron su sello. Para España un resultado bueno, no sobresaliente. Se acallaron euforias y promesas de "medalla segura", algunas de las cuales se esfumaron en primera ronda. Hubo triunfos inesperados, quizá en base al desconocimiento polideportivo. Varias disciplinas pasaron del anonimato al primer plano social y aún permanecen en parte, gracias a sus buenos resultados (piragüismo, taekwondo...). Es la fuerza de los Juegos.

Temporada, también se dice, de paralímpicos, como si sólo existieran cada cuatro años. Consideraciones al margen, los JJPP han demostrado en Londres su creciente grandeza. En ambiente y en resultados, con una mejora competitiva asombrosa. No pocos atletas y no me refiero a los ya olímpicos Oscar Pistorius o Natalie Du Toit, hubieran participado con digno resultado en los JJOO del mes anterior. Se ha visto un claro avance hacia su profesionalización. Quedarse ligeramente a un lado supone retroceder. Puede ser el caso de España, donde el deporte paralímpico a día de hoy no es medio de vida. Con todo, son infinitamente mejores sus condiciones actuales que las de hace una década. Es obligado revisar el modelo paralímpico, las becas ADOP (creadas en 2005) y el día a día de sus deportistas. Ante los recortes que todo amenazan, volver a aplicar sensatez en la distribución de las ayudas. 42 medallas son muchas, pero son menos de las 58 de Pekín´08 o las 71 de Atenas´04. 

Se está haciendo una buena labor posterior a los Juegos Paralímpicos. Un acertado, aunque todavía insuficiente aprovechamiento de la imagen del deporte adaptado y de sus atletas. Facilita bastante la tarea contar con el doble ejemplo, deportivo y comunicativo, de Teresa Perales, la deportista española más laureada en unos Juegos. 22 medallas, las mismas que Michael Phelps, pero con menos patrocinadores. Puro talento en la piscina y en la vida. Y como ella, otros tantos, imposibles de citar aquí.

Pero 2012 no fue sólo Londres. Se recordarán momentos de gloria, cada cual a su nivel, del deporte español. Pero también las consecuencias de un año trágico en cuestiones económicas. Si el club grande ha notado la crisis, el pequeño se ha visto ahogado por ella. Multitud de entidades profesionales y amateurs han desaparecido y otras tantas se han visto obligadas a reinventarse desde la base. Otrora campeones, ahora clubes de cantera... de nuevo. La dinámica que quizá se perdió en favor de un resultadismo con fecha de caducidad. Rentable a corto plazo, sí, pero inviable en el tiempo. Recortes, subvenciones a deber y un modelo que se deshincha, llevándose por delante a muchos deportistas. Exilio masculino y femenino. En suma, errores que cuando salgamos de esta deberán recordarse para no volver a caer en ellos.

Que 2013 sea más provechoso, porque empieza fuerte...

miércoles, 21 de noviembre de 2012

En apoyo de un equipo

Alex Corretja, capitán de equipo, consuela a Nico Almagro / EFE
La derrota en una final es un buen escenario para poner en valor los logros previos. No hay champán con que salpicar el objetivo ni música con que entorpecer el mensaje. Para el perdedor sí hay, en cambio, un punto de crueldad deportiva y otro de tensión. Pero caer en una final significa, pura obviedad, haber llegado a la misma. De finales, más ganadas que perdidas, sabe mucho el equipo español de Copa Davis. En la edición número 100 del histórico torneo de tenis la victoria se quedó en la red local. En la República Checa. Una dupla brillante, Thomas Berdych-Radek Stepanek, venció al combinado hispano y alzó la "ensaladera" (así se conoce al trofeo) en casa. La derrota, con punto de polémica por alguna inoportuna declaración y posterior discusión interna, me da mayor firmeza para construir un alegato en apoyo del equipo español.

Quinto partido, el que cierra la final, el que da o quita champán y música. A Nicolás Almagro se le encoge el brazo. Su juego directo se pierde entre sus nervios y entre la efectividad de un gran rival. Conviene decir, segunda obviedad, que Almagro no juega él sólo, pese a lo que parecen mostrar tantas visiones unifocales del partido. El murciano reacciona en el tercer set. Atisbo de remontada, pero no. Partido para Stepanek, mejor, más preciso y menos nervioso. La Davis, para la República Checa. Este año al equipo español le toca ser testigo y no protagonista de la fiesta, como sí sucedió en 2009. Entonces, hoy vencedor y vencido cambiaron papeles y la música sonó en España, para España. Pero no fue en 2009, sino en 2000 cuando arrancó todo: Ante un Palau Sant Jordi a reventar, el equipo de Juan Carlos Ferrero -retirado con merecido honor este año-, Albert Costa, Alex Corretja -hoy capitán de equipo- y Joan Balcells entró aquel 10 de diciembre en la historia del deporte nacional. Primera victoria en la Copa Davis; una larga espera de 89 años que tocaba a su fin.

Ferrero fue el artífice aquel día del punto decisivo. Un paralelo, una victoria, y una pila de hombres sobre él. Esa heterodoxa melé humana se repetiría hasta en cuatro ocasiones más (2004, 2008, 2009 y 2011). Cambiaron los actores, protagonistas y secundarios, cambió el escenario, pero reinó el mismo espíritu de grupo. Desde 2008, el dominio se hace autoridad: cuatro finales y tres títulos que sumar a los de 2000 en Barcelona y 2004 en Sevilla. Etapa de reinado individual de Rafael Nadal pese a su constante parar y arrancar por lesiones. Tras él y ante sus ausencias, un largo grupo de jugadores que supieron aceptar la responsabilidad en los momentos precisos: David Ferrer, Feliciano López, Fernando Verdasco, Nicolás Almagro...

David Ferrer dominó con autoridad sus dos partidos / EFE
A Praga, capital checa, no llegó este fin de semana Rafael Nadal, como tampoco llegó a Mar del Plata (Argentina) en 2008. Sí estuvo David Ferrer, al mejor nivel de su carrera tras un 2012 espectacular. Sólo ahora se ha reconocido la calidad del tenista alicantino. Con él, Nicolás Almagro, en constante crecimiento. Y una convincente pareja de dobles, ese punto tan temido en España: Marcel Granollers-Marc López, héroes recientes. Su brillante victoria en la Copa de Maestros en dobles (segunda española en la historia), daba confianza de cara a la Davis. Enfrente de los cuatro, una dupla gigante para jugarlo todo, como siempre hacen: Berdych-Stepanek. Sin su presencia, el nivel checo baja sensiblemente.

Era, a priori, un duelo cuatro contra dos. Pero en la Copa Davis todo cuenta. Pista rápida, afición caliente, refuerzos para el equipo local. El desenlace es conocido: David Ferrer ganó sus dos partidos con absoluta solvencia. Nuestro doble se vio superado por la incansable dupla local. Nico Almagro rozó un triunfo clave el viernes y se vino abajo el domingo. Merecida victoria para la República Checa, la mejor pareja esta temporada.

De una derrota como la sufrida en Praga se contarían leyendas de haber sucedido en los años 80 y 90. Un pasado convertido en leyenda y un presente tenido por insuficiente. Canción habitual, no sólo en el deporte. Cierto que a valorar lo logrado no ayuda el sabor a victoria de esta década. Pero sin título, ni música ni champán, España ha vuelto a demostrar esta temporada, en la ausencia de su líder, el dominio de un bloque. La clave del éxito pasado, presente y futuro.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Baumgartner, Hombrados y la superación del hombre

Felix Baumgartner, con el mundo a sus pies
En el punto mismo del tiempo en que un hombre superaba los límites de la humanidad, otro hombre se rompía y comenzaba a luchar contra sus límites físicos. La gloria para el idolatrado Felix Baumgartner. El hospital para el admirado José Javier Hombrados. Sin similitudes a priori en sus mundos, sin relación directa entre ambos, uno y otro confluyeron en un mismo ejemplo de superación.

Publicidad, aventura, tecnología, valor y quizá un punto de deporte como nexo, se aliaron con Felix Baumgartner a fin de lograr la imagen del año. Su salto al vacío desde la estratosfera significó el vencimiento de varios records humanos. Cifras aparte, un ejemplo, metafórico o no, de cuán alto puede llegar el hombre. Un ejemplo absoluto de valentía: Baumgartner puso su vida en manos de la técnica y la alejó durante unas horas de la lógica que aporta el sentido común. 

Su imagen en caída libre a 1173 kilómetros por hora desde más allá de 39.000 metros de altura es historia; se vista de hazaña o de campaña publicitaria. O vestida de ambos conceptos. Nada nuevo en el sentido comercial de su acto, algo que quizá pocos sepan, recuerden o imaginen de hazañas pasadas. Lo que hoy fue Red Bull fue ayer la Guerra Fría, por ejemplo. Vender más o asombrar a las naciones; similares formas de pretendido dominio social. Entre medias un protagonista: el hombre para asombrar al mundo.
Uno de los gestos habituales del carismático José Javier Hombrados/Eurosport.com
Entre emociones, indiferencias y críticas, Baumgartner libró la mala fortuna que sí dio de lleno, aunque a otro nivel, a José Javier Hombrados, nombre propio del balonmano nacional. Rotura del ligamento cruzado anterior de su pierna izquierda y un adiós traumático a la temporada: a la Liga, a la Copa de Europa... al Mundial de España, posible escenario ideal para una despedida con honores de la selección nacional. Operado ya con éxito, al madrileño le esperan seis meses de inactividad. Para un deportista joven, esto no supondría sino un incómodo obstáculo en su camino. Para cualquier mortal de 40 años, su forzosa retirada. Posiblemente para todos aquellos que no lleven tan a fuego marcado el gen competitivo que posee el veterano guardameta del Atlético de Madrid

Echando la vista atrás, títulos y temporadas se agolpan con igual profusión en la carrera de Hombrados, hoy capitán, líder, alma de su club y de la selección. En un gesto de institución grande, el Atlético ha renovado al portero hasta 2014. El balonmano no puede despedir desde una cama a uno de sus ídolos. Joseja volverá. 

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Merecido pero no acertado


Merecido pero no acertado. Así considero el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes fallado en favor de Iker Casillas y Xavi Hernández, en representación de la selección española de fútbol. Antítesis de sensaciones con un porqué. Merecido por un palmarés ya histórico en el deporte mundial. Desacertado por lo inoportuno del momento. El veredicto del Jurado da, por once votos a siete, de lado al Comité Paralímpico Internacional. Adiós a una ocasión magnífica, quizá la mejor, de hacer justicia a un colectivo necesitado de atención mediática.

Más allá de la anécdota de abrir el galardón extramuros de los Juegos en año Olímpico-Paralímpico, se cierra otra puerta hacia la normalización del deporte adaptado. La candidatura propuesta del Comité Paralímpico Internacional servía de puesta en valor a un modelo de competición apenas conocido y reconocido. Falta por dar el último apoyo. Si cabe, la decisión se agrava por comunicarse durante unos Juegos modélicos y absolutamente apasionantes a nivel de competición, ambiente y organización. Difícilmente mejorables, en resumen.

Quienes defendemos el homenaje paralímpico no defendemos, en ningún caso, el premiar la pena. Ese sentimiento tan poco igualitario de mirar con ojos de lástima a la pantalla. Antes de planteárselo pregunten a cada atleta qué se consideran. Dirán deportistas. Obviada la pena como argumento válido, la justificación viene en el acicate vital que el deporte supone a millones de personas discapacitadas. El lema "citius, altius, fortius" pocas veces representa mejor el sentimiento de superación que en los paralímpicos.

A Londres 2012 le quedan cinco días. Entonces, ya sí, se apagará la llama. El movimiento olímpico, de nuevo al fondo de las atenciones mediáticas. El paralímpico, aún peor: a pelear una columna de la última página con la quiniela hípica. Culpa de todos y me incluyo, por no demandar/publicitar tanto cuanto deberíamos este deporte. Por ello el Premio Príncipe de Asturias se tornaba escenario inmejorable. Se pierde una oportunidad que, por desgracia, quizá no encontremos de nuevo a corto plazo. Dicho lo cual, felicidades a Iker y Xavi... los futbolistas, claro. De los regatistas, merecedores también -por qué no- de tal reconocimiento, hoy apenas nadie se acuerda.

lunes, 27 de agosto de 2012

Alejandro Sánchez Palomero: "Que la gente vea a los paralímpicos como a cualquier deportista"


Son, por encima de todo, deportistas. Ejemplares, encomiables y cuantos adjetivos se les dedique serán merecidos. Pero primero atletas. En el camino hacia la pretendida normalización del deporte paralímpico el primer paso puede ser tratarles como tales: deportistas. Lo solicita y lo razona el nadador español Alejandro Sánchez Palomero (Salamanca, 1986). Medallista de bronce en Pekín 2008 en 100 m. braza clase SB8 (sin movilidad del brazo derecho), afronta en Londres el difícil reto de repetir prestación. Diez Minutos Sin Fútbol ha podido adentrarse, junto a él, en la experiencia de unos Juegos -los Paralímpicos- que arrancan este miércoles y que nada tienen de hermano pequeño de los Olímpicos. "Somos deportistas que luchamos por ser los más rápidos, los más altos y los más fuertes, tal y como dice el lema olímpico", afirma el propio nadador.

Diez Minutos Sin Fútbol La primera pregunta es obligada. En Londres afrontarás varias pruebas, ¿qué sensaciones tienes sobre tu participación?

Alejandro Sánchez Palomero: "En principio competiré en el 100 braza y el 200 estilos como pruebas individuales, y con la posibilidad de nadar los dos relevos. Yo estoy muy ilusionado y con ganas de llegar a Londres y hacer un buen resultado, pero soy realista con mi nivel y las medallas son casi imposibles, me centraré en hacer un buen tiempo y luchar por estar en las finales
"

DMSF Repites experiencia en los Juegos. Desde dentro ¿qué recuerdos tienes de la convivencia con otros deportistas en Pekín?
 

Alejandro Sánchez Palomero: "La verdad es que la estancia en la villa es una experiencia muy gratificante ya que es como una pequeña ciudad con todas las comodidades para los deportistas, llena de detalles y lugares donde perderse y hacerse una foto para el recuerdo".

DMSF Hablando ya del terreno competitivo, ¿cómo han sido tus entrenamientos de cara a Londres? ¿Has podido dedicarte en exclusiva a ellos?

Alejandro Sánchez Palomero: "Los entrenamientos han sido muy duros ya que no sólo se centran en este último año, sino en todo el ciclo olímpico de 4 años desde que acabaron los Juegos de Pekín. La dedicación que he tenido ha sido casi exclusiva ya que los estudios han quedado en segundo plano siempre por y para entrenar. Hace poco estuvimos en Granada, entrenando en altura. Fue muy duro porque la capacidad respiratoria se resiente mucho, pero así nos beneficiamos al bajar a una altura más "normal"; el rendimiento mejora. Todo a pesar de no haber tenido grandes ayudas económicas para dedicarme en condiciones óptimas".

DMSF A colación del tema económico mucho se habla de los problemas actuales de los deportistas. Aparte del conocido Plan ADO, existe el Plan ADOP pensado en apoyo del deportista paralímpico ¿Qué os ofrece y cómo valoras
su funcionamiento actual?

Alejandro Sánchez Palomero: "La inclusión del plan ADOP en el mundo paralímpico ha supuesto un paso de gigante para que los deportistas paralímpicos puedan ser profesionales. Ha sido y es muy beneficioso para muchos de nosotros, aunque como en casi todo, se tiene que seguir trabajando para mejorarlo porque no es tan bonito como lo pintan al principio. Al final es el propio comité español el que lo modifica o cambia o se guarda un as en la manga para que ellos nunca sean los perjudicados, y eso no debería ser así. La tranquilidad económica para el deportista debe ser lo que sirva de guía".

DMSF Aunque lentamente, el deporte paralímpico está abriéndose hueco en la opinión pública y mediática ¿Qué puede hacerse en favor de vuestras competiciones?


Alejandro Sánchez Palomero: "Está claro que poco a poco vamos ganando poder mediático y repercusión tanto en los medios como en la sociedad. Puede que la repercusión sea más a nivel local y provincial de cada deportista en su ciudad, pero ese paso a nivel nacional todavía está por dar. Nosotros sólo pedimos que se nos reconozca nuestro trabajo y esfuerzo como cualquier deportista más, más allá de las discapacidades que podamos tener o no, y que no sólo aparecemos cada cuatro años como por arte de magia, ya que también tenemos entre medias Campeonatos del Mundo y de Europa donde también tenemos grandes resultados y de los cuales no se hablan desgraciadamente".


DMSF Sobre esta idea que apuntas, Alejandro, ¿qué opinas de la bipolaridad mediática española -salvo honrosas excepciones- con el deporte? Olvido mayoritario durante el día a día y exigencia máxima en los Juegos.

Alejandro Sánchez Palomero: "Pues imagínate un deportista minoritario como el judo, por ejemplo, que durante el ciclo olímpico ha ganado alguna medalla en Europeos o Mundiales, y otros buenos resultados más, de los cuales nada se ha dicho a nivel mediático y de repercusión. Sin embargo, en los Juegos no logra un buen resultado y desde la prensa se tacha de fracaso. Eso no creo que sea justo, además de ser resultadista. Es evidente que en los Juegos se exige más y la repercusión es máxima, pero hay que ser coherente con los deportistas y justos, y respetar un trabajo de muchos años y de mucho esfuerzo y sacrificio. Hay que exigirles, esta claro, pero repito, siendo justos".

DMSF En el panorama mediático que comentas ha sobresalido la figura del atleta Oscar Pistorius. ¿Os favorece u os perjudica publicitariamente su ejemplo por el trato que pueda hacerse de él?

Alejandro Sánchez Palomero: "No creo que nos pueda perjudicar en absoluto. Que salgamos más en los medios y la gente no se inmute por ver a una persona sin piernas o en silla es fundamental. Familiarizar la discapacidad, tratarla como una característica más, sin darle ni más ni menos importancia de lo que es, creo que es la base para la integración. Si se le da un toque amarillista, hoy en día casi todas las noticias tienen ese toque. Si se llama la atención desde ese aspecto, pero luego se nos da a conocer por otros muchos más, no creo que haya problema".

DMSF En Pekín 2008 España fue décima en el medallero con 58 metales. En Atenas 2004, el puesto fue el séptimo con 71 medallas. ¿Dónde estará España en Londres?

Alejandro Sánchez Palomero: "Si tengo que mojarme creo que España estará sobre las 50 o 55 medallas. Bajaremos un poco respecto de Pekín, pero seguiremos manteniendo un buen resultado ya que el deporte paralímpico no se profesionaliza sólo en España, sino en el resto del mundo".

DMSF ¿Para cerrar, como atleta paralímpico qué mensaje le transmitirías a la afición?


Alejandro Sánchez Palomero: "Le trasmitiría que nos sigan, que nos conozcan y que nos apoyen. Que conozcan nuestro mundo y vean a qué dedicamos tanto esfuerzo y tanto sacrificio. Que no se queden en ver a personas con discapacidad realizando deporte, sino que vean a grandes deportistas luchando por ser los más rápidos, los más altos y los más fuertes, tal y como dice el lema olímpico".

Mucha suerte, Alejandro.

lunes, 13 de agosto de 2012

Londres ¿la nueva Barcelona del deporte español?

Fotografía: Marina Alabau, oro en vela clase RS:X
De Londres 2012 habrá tantos balances cuantos enfoques se pretendan. Si hablamos de España los políticos cantarán un gran resultado. Y se harán algunas fotos. Los más sensatos hablarán de buen rendimiento, en la línea de lo esperado. Las diecisiete medallas logradas por los deportistas nacionales mantienen el nivel global ofrecido en Pekín 2008, donde se lograron 18. Pero si por algo debemos recordar intramuros esta edición de los Juegos Olímpicos es por el símbolo de una fotografía once veces repetida: una mujer sonriente en el podio.

A plazo futuro Londres puede suponer al deporte femenino lo que Barcelona 1992 supuso al deporte español general; su puesta en valor. Once medallas, y otras tantas a las puertas, para demostrar el nivel competitivo de la versión menos publicitada y menos sufragada del deporte. Ahora, con la sociedad receptiva al deporte femenino es momento de avanzar. De vender a la futura cantera los valores, la imagen de unas luchadoras convertidas en medallistas olímpicas. Y a corto plazo, de decidirse a rescatar a tantos equipos y competiciones que se ahogan por inanición. Lo que le sucede a los laureados Itxako de balonmano o Ros Casares de baloncesto es sólo la parte visible del día a día. Si para Barcelona nació el programa ADO, de Londres 2012 puede devenir la apuesta institucional por las mujeres deportistas. En época de crisis toca racionalizar aún más los recursos. Ellas han demostrado que merecen ser tenidas en cuenta.

El análisis global de resultados tampoco debe obviar los diplomas, los verdaderos diagnosticadores del nivel deportivo. Si en Pekín hubo 36, ahora han sido 30, de muy diversas disciplinas, la mejor noticia. 47 veces entre los ocho primeros es un buen balance (no excelente). El deporte español no está en crisis, aunque sí tocado y donde más duele, en la base. Para llegar en condiciones a Río de Janeiro 2016 y -soñemos- Madrid 2020, deben cuidarse las generaciones futuras con más acierto que hasta ahora.

De la capital británica España se trae alegrías de múltiples orígenes, aunque con la base del agua. Absolutamente brillante el trabajo desarrollado por la selección de piragüismo en sus dos modalidades: aguas bravas y aguas tranquilas. Ocho deportistas: tres metales (David Cal, a la cabeza del pálmares olímpico del deporte español, Saúl Craviotto y Maialen Chourraut) y cinco diplomas. Pleno de rendimiento. Pletórica la actuación de Mireia Belmonte. La nadadora catalana ha sido la única doble medallista individual. Dos podios y un diploma en un ambicioso programa de seis pruebas. Fue valiente y acertó -imagino las críticas de no haber logrado presea-. Otro doblete para el siempre creciente equipo de natación sincronizada. Éxito nacional del triatlón, con la plata de Javier Gómez Noya y una gran participación de Ainhoa Murúa, séptima. Y un milagro venido del waterpolo femenino: subcampeonas en su debut olímpico y con el leve respaldo que da contar con apenas 570 fichas federativas.

En vela se cumplieron sólo algunos pronósticos. Marina Alabau respondió con contundencia a su rango de favorita. Oro. Como el que se llevó una de nuestras sorpresas en la categoría Elliott 6 metros. En esta disciplina de enfrentamientos directos entre embarcaciones, el equipo español de Echegoyen, Pumariega y Toro sorprendió al mundo. Esta vez no pudimos ver el éxito de Iker Martínez-Xabi Fernández o Rafa Trujillo, incluídos en la previa como aspirantes a todo. ¿Fracaso? En absoluto. Ganar no es tan sencillo como quieren creer algunas mentes preclaras. Sí preocupa que las dos disciplinas con ganadoras españolas no serán, a priori, olímpicas en Río de Janeiro.

Fotografía: Joel González, oro en taekwondo / alondres2012.com
Los deportes de contacto dejan una extraña dupla de sensaciones. Inmejorable el taekwondo, con tres medallas de tres participantes (Joel González, Brigitte Yagüe y Nicolás García). Efectividad total, como en lucha, con el bronce de Maider Unda. Dos de esos deportes sin hueco mediático que impactaron en la audiencia. Decepción en el judo. Sugoi Uriarte, magnífico, rozó el podio. El resto quedó lejos. En boxeo nuestros dos púgiles cayeron a la primera. Muy difícil hacer una diagnosis global en deportes basados en enfrentamientos directos. Un cruce complicado, un despiste y adiós a los Juegos. Importante, frente a este desencanto, mantener activos los centros de formación.

Entre los equipos, uno de los ejes nacionales, también disparidad. Por delante el histórico bronce del balonmano femenino. Más mediática y menos sorprendente resultó la plata del baloncesto. Quizá el último premio mayor para nuestra mejor generación de la historia. Un torneo errático, con un episodio extraño ante Brasil, hasta llegar a la buscada final con Estados Unidos. Cerca, muy cerca de ganar a la mejor selección del mundo. No llegaron tan lejos otras disciplinas masculinas, y no por falta de mérito: el balonmano cayó en cuartos contra Francia con un gol a segundos del final. Otro gol, este no marcado, dejó al hockey masculino sin semifinales. Reaccionó con pundonor un equipo tocado por las lesiones y la torpeza mediática de Álex Fábregas. Otro deportista, este grande, dijo adiós tras años de historia: Iván Pérez. No tuvo el homenaje deseado, el waterpolo perdió en cuartos ante una superior Montenegro. El fútbol falló. Faltaron goles, sobró prepotencia.

El ciclismo, como siempre, una lotería. En las tres modalidades con representación (pista, ruta y montaña) estuvimos presentes y cerca del éxito. Del oro al décimo hay poca distancia. Caso aplicable al tenis. Con la baja de Rafa Nadal se redujeron muchas opciones de optar a un metal en Londres, cuya superficie, la hierba, no nos era propicia. La inhabitual pareja de dobles David Ferrer-Feliciano López tuvo a un punto el pase a la final. Cayeron. Tocados de ánimo, se les fue el bronce al día siguiente. Bien Nicolás Almagro en uno de sus torneos más serios. Cuartofinalista, no pudo apenas luchar contra el ídolo local Andy Murray por una lesión en el hombro. Su fe por acabar un partido perdido le dignifica más.

En gimnasia destacar el conjunto de rítmica tras un sensacional trabajo. Cuarto puesto que sabe a premio mayor por lo que supone. En artística, pasados los años del casi mito Gervasio Deferr, costará encontrar similar rendimiento. En la búsqueda de un futuro dorado, el diploma de Isaac Botella en salto es una esperanza. Futuro, también en halterofilia. Dos competidores, dos diplomas con records de España: Lidia Valentín y Andrés Mata. La primera sigue consolidándose como una destacada deportista; el segundo ha sorprendido a los ajenos al levantamiento.

Fotografía: El bronce de España en balonmano, un momento histórico / juegos-olimpicos.com
Con tres diplomas se marcha el equipo de tiro olímpico. Tres disparos al filo de la medalla. Buen trabajo. Tampoco hubo medallas, pero sí detalles ilusionantes en disciplinas tan extrañas al espectador medio como el bádminton o el tenis de mesa. Entre los primeros, Pablo Abián y Carolina Martín trajeron a España sus primeras victorias. Hasta en tenis de mesa hubo logros. Ganar un set y casi un partido a la infranqueable muralla china, en su territorio, ya es meritorio. De aquí hacia adelante. Equitación y tiro con arco también tuvieron representación española. Más allá de los puestos, buenas sensaciones en dos modalidades tan complejas. Las dos parejas de voley-playa realizaron una digna competición. Sólo un partido inferior de ambos, en cruces, les apartó de las medallas. Esto son los Juegos.

No fue buena, en cambio, la participación en atletismo. Apenas cuatro plazas de finalistas para toda la representación. Este deporte atraviesa un momento difícil, con una clara inferioridad frente a otros países y en un cambio generacional aún no del todo fecundo. España se marcha otra vez a cero. No cabe objeción a quienes compitieron, hicieron buenas marcas (muchos se superaron) y fueron vencidos. En verdad, otros no cumplieron. El atletismo necesita reactivarse. El apoltronado presidente José María Odriozola no se da por enterado.

Y mi predilección: el periodismo. Sencillamente, un lujo poder disfrutar y redescubrir a tantos buenos periodistas deportivos. Con la libertad de guión e información en estos días, muchos mostraron su verdadero talento. Muy bueno el trabajo ofrecido por Televisión Española, con una planificación ambiciosa y de difícil puesta en práctica. Hubo fallos, algún error en la selección de emisiones, pero en resumen, brillante labor. Destacar, como siempre a Ernest Riveras, Paloma del Río, Julia Luna, Marta Solano, cada uno en su papel. Narrando deportes o conduciendo la programación. A otros menos conocidos quizá, Amat Carceller, Francisco José Caro, Ángel Cárceles, los especialistas Javier Soriano en natación, Almudena Cid en gimnasia o Alberto Urdiales en balonmano. Muy buena la información circulada en twitter a través de tantos perfiles informativos. Ejemplos donde mirarse en el deseo de vivir "in situ" alguna próxima ocasión.

Se cierra la fiesta del deporte con un lamento: despedir a los deportes minoritarios hasta 2016. Es este un comentario con el que no coincido, por lo que de conformista tiene. Aceptar la renuncia a a disciplinas que van a seguir activas esta Olimpiada hasta Río de Janeiro. Quizá los medios generalistas ya no hablen de waterpolo, voleyplaya o tiro, pero ellos siguen y quien quiera, puede mantener vivos estos deportes. Quejarse en lícito, activarse es mejor. No toda la culpa de los medios. Y si queremos que el fútbol no lo fagocite todo, lo primero es demandar otra información. O, llegado el caso, ofrecer otra información.

No se acaban los Juegos: llegan los Paralímpicos el 29 de agosto. También son los Juegos. La llama, apagada ayer, aún sigue viva y estos atletas lo van a demostrar en breve. Suerte a todos.

viernes, 27 de julio de 2012

De Barcelona a Londres: más que simples medallas

Fotografía: Estadio de Montjuic, en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Barcelona
Hace veinte años y dos días una saeta de fuego alumbró la nueva era del deporte español. Esa preciosa imagen, mil veces repetida hoy, sucedió en Barcelona. Su protagonista, el atleta paralímpico Javier Rebollo. Cargado su arco, atinado su pulso, lanzó su flecha al centro mismo del pebetero del Estadio de Montjuic. Acababan de comenzar los Juegos Olímpicos de Barcelona. La historia de su historia se remonta cinco años más atrás; en concreto al 18 de octubre de 1987. En aquel día de otoño la ciudad catalana fue designada sede de la edición de 1992. O dicho de otro modo, fue declarada el motor del cambio deportivo nacional.

A ojos del mundo España debía/quería mostrar su mejor cara. En ese contexto se dio el gran paso en favor del deporte español sabido su impacto social. El amateurismo más improductivo que sustentó otras décadas dio lugar al profesionalismo en un primer grado de desarrollo. A través de una partida económica importante nació, como base del proyecto, el programa de becas ADO (Asociación de Deportes Olímpicos). Desde su origen buscó dotar al atleta de los recursos suficientes para su plena dedicación deportiva. Ni fue perfecto entonces ni lo es aún hoy, pero supuso un avance difícilmente calculable.

Puede decirse que aquel plan de becas situó a España en el S.XXI del deporte, pese a nacer en 1988. Acortamos la distancia organizativa que nos separaba de otros países; Barcelona así lo mostró. Que cada deportista pudiera dedicarse en exclusiva a su prueba, con los medios precisos en las instalaciones precisas fue clave. Añadir el otro concepto de base, el evidente factor motivacional de competir en casa. El medallero dio la razón al nuevo ADO, con un total de 22 medallas, cifra entonces impensable. En la edición anterior -Seúl 1988- apenas se sumaron 4 metales.

Han pasado 20 años y hoy Gran Bretaña quiere sorprender al mundo. Su tan cuidada ceremonia de apertura marca el comienzo formal de los Juegos Olímpicos 2012. En ellos España se juega, intramuros, un diagnóstico de la viabilidad de su sistema, aquel nacido para Barcelona´92. La crítica situación económica sirve de contexto actual, en el que disciplinas olímpicas agonizan día a día. Desaparecen equipos por asfixia económica, sufre la cantera ante la falta de recursos. Y se reducen las becas, como explica el atleta Carles Castillejo a esta página. No hay dinero.

Panorama desolador que a priori se revela más grave en los Juegos de Rio de Janeiro 2016. Ello no frena los ánimos de quienes apuntan las previsiones de medalla para los presentes JJ.OO. Habituales las quinielas olímpicas, a las que todos nos sumamos. Interesantes y peligrosas a partes iguales. No tanto por un posible error en el cálculo cuanto sí por las reacciones posteriores. 

Fotografía: Combinado español de natación sincronizada en plena actuación en 2011/Heraldo.es
En una sociedad como la española más propensa al fanatismo que a la afición, ofrecer "medallas seguras" es un riesgo. Riesgo a explotar esa extraña faceta que cuestiona el trabajo de deportistas olvidados durante cuatro años. Sin conocer sus condiciones de entrenamiento ni sus recursos, sin conocer incluso sus nombres en muchos casos, se exige cumplir los resultados previstos. Pregunta abierta: ¿previstos por quién?, ¿con qué conocimiento? No todos los pronósticos tienen validez.  

Los Juegos Olímpicos, como cualquier competición se centra en los resultados. De ahí surgen las becas, los patrocinios y los contratos. No pretendo pedir que las becas vengan de un entrenamiento duro; se necesitan logros. Pero el juicio a esos resultados deben alcanzar sólo hasta los límites del respeto al competidor. De ese concepto tan volátil como "medalla segura" pueden sobrevenir engaños: ¿Qué plantear si, por ejemplo, España no logra medalla en natación sincronizada? Un error, un desajuste inapreciable en tiempo real... Pocos se habrán preocupado por este conjunto antes de Londres, de sus muchas horas de trabajo, de lo que supone la dedicación exclusiva al entrenamiento. Muchos serían, en cambio, quienes criticasen para mal en caso de fallo.

España no se juega como país 15-20 medallas olímpicas en 2012. La cuestión va más allá: un diagnóstico de su situación deportiva. En especial de aquellas disciplinas menos populares en otros escenarios. Plantear su estado actual y analizar su viabilidad futura. Buscar el modo de asegurar la pluralidad para hacer frente a la crisis. Un fallo, el que lleva al deportista de la medalla al sexto puesto, no debe ser el motivo de análisis. Sí la prestación global; esa debe ser la lectura que hagamos de Londres. Sean las medallas que sean, aunque mantenga mi optimismo relativo. Arrancan los Juegos Olímpicos de Londres. A disfrutar del deporte.

martes, 24 de julio de 2012

Abanderado de lo ejemplar

Fotografía: Rafael Nadal, en la ceremonia de presentación como abanderado español.
De Olimpia a Londres mucho ha cambiado la imagen de los Juegos Olímpicos, tanto cuanto lo han hecho las sociedades, a cuyo abrigo ha ido creciendo este evento. Todo ello no es sino una parte consustancial de la evolución. De los héroes descalzos en los siglos precristianos a los modelos de marketing en que se convierten los deportistas actuales. De la casi total exclusión femenina primaria a la igualdad actual, ampliada en 2012. Incluso en lo referente al motivo religioso fundacional, obviado por completo en la era moderna. Todo cambia, excepto una figura: el atleta entendido como ídolo. A lo largo de la historia los deportistas han representado ejemplos de conducta a las sociedades. Ejemplos no siempre de ejemplares maneras, pero siempre imitados. 

En el área de ejemplaridad positiva se adentra, a la perfección, Rafael Nadal. Mejor tenista español de la historia y -se abre el debate- quizá mejor deportista español, el balear bien sabe lo que supone el peso de la fama. A su cargo de ídolo internacional se añade la carga de convertirse en blanco de las más zafias iras paisanas y ulteriores. Por su trayectoria, que es la suma de sus títulos y sus valores humanos, el Comité Olímpico Español tuvo a bien designarle abanderado nacional en Londres. Uno de los mayores honores para un deportista. Absolutamente merecido en su caso.

El palmarés y la calidad de Rafa hacían contar con él en las previsiones medallísticas de estos Juegos. Así hasta hace un mes, cuando cayó en la segunda ronda de Wimbledon (sede y superficie donde se disputará el tenis olímpico). El motivo le viene de antiguo: sus ajadas rodillas, el gran lastre de una trayectoria sin mácula. A contrarreloj, el balear ha querido recuperarse. El pasado jueves lo decidió: era imposible, no iría a Londres. Tocado en lo físico, herido en lo moral, obró en consecuencia con su rango. No aceptaba la idea de participar en baja forma. Adiós a las posibles medallas y adiós al sueño de abanderar a su país.

En unas declaraciones, el tenista manacorí explicó los motivos de su renuncia: "Tengo que pensar en mis compañeros, no puedo ser egoísta y tengo que pensar en el bien del deporte español, especialmente del tenis español [...] Hoy es uno de los días más tristes de mi carrera ya que una de las mayores ilusiones y el momento quizás más especial era ser el abanderado de España en la ceremonia de inauguración de los Juegos en Londres".

Sobresaliente Rafa en un detalle de insólita grandeza. Renunciar a, como expresa, uno de los momentos más especiales para un deportista. Encabezar una delegación nacional de 282 atletas. Más allá, liderar las esperanzas deportivas de un país tan maltrecho como España. A falta de buenas noticias en términos socioeconómicos, los Juegos Olímpicos, como otros eventos deportivos, se tiñen de analgésico a tiempo parcial. Y en cuestiones de alegrías competitivas, Rafa ha jugado regularmente un gran papel en la sociedad. Palabras aparte, la decisión trae implicita una renuncia más tangible: la económica, devenida de sus posibles éxitos, pues participaba en las categorías individual y dobles.

La rumorología, un exceso quizá de reacciones instantáneas, han puesto en duda su intención de participar en los próximos Juegos de Río de Janeiro 2016. Por edad, Rafa Nadal bien podrá ser de la partida en Brasil. Queda por ver si su cuerpo, sus rodillas, resisten el duro calendario tenístico. Si su mente no pierde la ilusión por la victoria. No es Río lo que debe preocuparnos ahora. Por delante del deporte debe estar siempre el deportista.

Su puesto como abanderado queda bien cubierto. Tras un debate menos unánime sobre la "opción b", el elegido ha sido Pau Gasol. Un pionero del deporte español, no tanto por descubrir al baloncesto español la NBA, sino por hacerla cotidiana. Por lograr que España fuera parte activa en la hasta él lejana liga americana. Previos al catalán se recuperaron, entre certezas e ilusiones, los nombres del piragüista Saúl Craviotto, del marchador Jesús García Bragado, del jugador de balonmano José Javier Hombrados o incluso de la pareja de regatistas Iker Martínez-Xabi Fernández, con la rémora de no poder ejercer de abanderados a la par. Será, finalmente Pau quien ize la bandera española en la ceremonia de apertura. En la distancia, Rafa Nadal puede sentirse orgulloso de su decisión. Una vez más, abanderado de lo ejemplar.

lunes, 9 de julio de 2012

Al principio fue el juego: "Play"


De entre los mil sentidos que articulan el deporte, corremos el riesgo de olvidar el primario: jugar. Juego de lucha, juego social. Sobre esta idea nos invita a reflexionar, de manera brillante, la película-documental "Play", obra del director francés Manuel Herrero. Un trabajo a caballo entre el deporte mismo y la antropología. Presentado días atrás en el Instituto Francés de Madrid, la producción gala da pie a una entrada diferente en esta página: un mensaje sobre el propio mensaje. 

No es nueva la propuesta que realiza Manuel Herrero. Un filme deportivo tratado desde la óptica social. Originales sí son, en cambio, su intencionalidad y pericia para desarrollar tal planteamiento. El director, un buen conocedor del mundo menos conocido para nosotros, enseña el juego en el interior del clan. Consigue abrirse paso a través de él y hacer de la cámara un activo más. "Play" enlaza su historia con testimonios de los protagonistas, sin importar la mayor o menor cercanía al espectador europeo. Magníficos los efectos y los recursos audiovisuales, con imágenes de extrema belleza.

En un trayecto que ronda la hora y media, "Play" viaja sobre algunas de las disciplinas más conocidas. A la par, abre el camino a sorpresas escondidas por el mundo. Del balonmano al kabbadi; del rugby al calcio storico; de los Juegos Olímpicos a una secreta reunión tribal en la Isla de Pascua... Todo cabe en el deporte porque todo lo es. Ampliando su sentido, la obra muestra hasta qué punto sociedades tan diferentes entre sí manifiestan una misma filosofía de juego. Surge de antiguo una rivalidad entre competidores/grupos desarrollada plenamente en el recinto. Sólo ahí; terminado el duelo, la grandeza del reconocimiento entre el vencedor y el vencido. 

Disculparán mis lectores que no me adentre más en el análisis; diseccionaría la producción en exceso. También excusarán, confío, mi leve valoración en términos cinematográficos, a mayor extensión correría riesgos innecesarios por mi desconocimiento. Sólo sé reconocer lo que me emociona y por ello recomiendo a los lectores ver este sensacional trabajo. Y no olviden que al principio fue el juego.

Fotografía 1: El calcio storico, todo un rito con esencia en Florencia (Italia) / elisacuoreviola.blogspot.com 

Fotografía 2: Lance del kabbadi, deporte tradicional en Bangladesh / www.punjab21.com

lunes, 4 de junio de 2012

Insensatos

Hemos paladeado el éxito reciente de nuestro deporte obviando la inviabilidad de su propio sistema. Nos hemos servido de medallas, trofeos y victorias para hablar -con justicia- de "época dorada". Pero sólo al sufrir los embates más duros de una crisis mundial hemos desvelado la nula sostenibilidad económica de múltiples proyectos deportivos en España.

No hay disciplina que no doble la rodilla ante el empobrecimiento social. No lo logra ni el fútbol, sostenido en gran medida por la adocenada anuencia de la Hacienda pública. Pan y circo en dosis selectas; las deudas balompédicas alcanzan niveles lacerantes para el erario público. 


Mas reconduciendo el sentido del texto, la tan mentada crisis se revela inmisericorde con los más débiles. En la vida y en el deporte, estos son los primeros en caer, parcial o completamente. Concretando, hablo de aquellos 
equipos reconstruidos por y para el cortoplacismo. Entidades modestas que un día quisieron vivir a la manera de club grande. Insensatos excesos que nos arrojaron a los pies del caos. Nadie alzó la voz en la complaciente década pasada cuando se aceptó el progreso desmesurado. La desaparición del colchón financiero público-privado descubrió las cartas de cada proyecto: muchos jugaron un gran farol. Cuestión de tiempo que quedasen incapacitados. Una vez ocurrido, los éxitos del pasado se tornaron en impagos, reducción de plantillas e incluso la desaparición.

El úl
timo club herido de muerte es el reciente campeón de la Euroliga de baloncesto femenino: el Ros Casares. La directora general del club valenciano, Carmen Lluveras dejó claro que "en la situación económica actual proyectos como este, en la élite del baloncesto, son inviables". Los integrantes y los aficionados del histórico referente femenino aguardan el salvavidas de un nuevo proyecto. Sería, de producirse, un concepto menos ambicioso.

Como su ejemplo, tantos. Sufre el baloncesto también masculino, sufre el balonmano -cuyo caso analizaré próximamente-, el ciclismo, el rugby... Sigue creciendo esta dolorosa lista. Culpables los dirigentes por plantear lo que la razón desaconsejaría. Pero no son responsables únicos. A la postre, el deporte se ampara en el ejemplo social. Gobiernos, empresas e instituciones, con unas cuentas escandalosamente hinchadas. Todas ellas afrontan hoy deudas millonarias. Nadie, ni gestores políticos ni gestores deportivos, supo, ¿quiso?, ¿pudo? hacer regir a la cordura.


Por todo ello el futuro pasa por la lógica. Que sea la sensatez, y no la vanidad, quien guíe el desarrollo de los proyectos deportivos.
Pocos siguieron el ejemplar proceder que ya expuse del Real Velo Club Portillo. Un club ciclista modesto, que supo replantear su sentido antes de que lo hiciera la crisis. Refundarse antes de morir ahogado. Una gota en el desierto de la insensatez que llaga nuestro deporte.

miércoles, 18 de abril de 2012

100 días


100 días. El último gran hito señalado en rojo en la cuenta regresiva hacia los Juegos Olímpicos. Cuatro años de espera -periodo llamado olimpiada- cerca de su culminación: el encendido del pebetero. Será el 27 de julio. Tan cerca y aún tan lejos.

Lejos, para quienes a falta de tres meses no tienen segura su participación. Abril y mayo son fechas claves. Los torneos preolímpicos
 son la última opción para definir los participantes finales de cada país. Algunos de estos clasificatorios, ya resueltos, nos han aportado no pocas alegrías. Otros, aún por disputar, mantienen en el aire miles de esperanzas.

Esperanzas, ante todo, de estar. De sentirse y ser protagonista directo del gran "totum" que son los Juegos. Un honor que dota de categoría especial cualquier currículum vitae: tanto el de atletas como el de periodistas. Quienes han estado lo saben y así lo afirman. 

Precisamente de esto último, de periodismo olímpico -si se me permite tal especialidad-, disfrutamos cada periodo de olimpiada en cantidad. El deporte, en su versión más social, amplificado con respecto a la imagen habitual. La idea de que por delante del deportista siempre hay una persona. Y en cada triunfo o fracaso hay una historia por contar. Los Juegos permiten conceder incluso protagonismo para aquellos atletas injustamente olvidados: los paralímpicos. El poder del olimpismo es amplio. Sobre él se construyen y publicitan historias que en otra época apenas si verían la luz de los medios.

100 días para pensar en los Juegos. En tres meses nos veremos en Londres. Disfrutemos de esta espera.

Fotografía: David Cal abre la representación española en Pekín 2008. / RTVE.ES

jueves, 1 de marzo de 2012

No al cierre de Teledeporte


Como periodista, un ejercicio de autocrítica. Abusamos de términos como alarma o peligro. Quizá por el relieve del que dotan a un titular. Quizá por esa tendencia tan española de hacer de un grano informativo, una montaña noticiosa. Proceda o no, mientras venda... La reiteración de estos y otros conceptos conlleva la pérdida -parcial- de su verdadero sentido. En la confusión de su uso gratuito, "alarma" sólo a veces cumple lo que anuncia. Uno de estos casos es el que vive el canal Teledeporte. Y de su mano, el deporte minoritario. Radio Televisión Española (RTVE) se plantea cerrar su cadena deportiva de 24 horas. La crisis, las deficitarias cuentas del ente público y los recortes de 204 millones de euros a su presupuesto amenazan al principal medio de difusión del deporte en España. Una alarma que se cierne directamente sobre aquellas disciplinas sin respaldo mediático. Que son casi todas, dicho sea de paso.

Teledeporte -o su dirección, para ser más exactos- ha recibido numerosas críticas por las decisiones tomadas a la hora de elegir contenidos. Un exceso de tenis para muchos; un déficit de variedad para otros. Críticas, en muchos casos, justificadas. Como justificados deben ser los reconocimientos al canal, injustamente silenciados en ocasiones. Porque Teledeporte, con sus fallos, es el principal y casi único bastión de muchos deportes en la parrilla televisiva. Sirva fijar la atención sobre su oferta de contenidos. En el abanico de 48 horas entre ayer y hoy se han alternado atletismo, ciclismo, rugby, balonmano, baloncesto y olimpismo-paraolimpiadas. Una variedad que no encuentra parangón en ningún otro canal en abierto. Menos aún en informativos, al arbitrio del deporte que da título y sentido a esta página.

Sabida es la deuda económica de RTVE. Innegable que uno de los culpables es la subasta pública en que se han convertido los derechos de emisión de ciertas competiciones. Pero cabe preguntarse si renunciar a un servicio público como es -o como entiendo- Teledeporte es la solución. Quizá antes haya que bucear en las abisales cuentas del ente. Series de costosa producción, sueldos inflados entre los directivos y contratos de presentadores o colaboradores impropios de la actual situación. O incluso replantearse la viabilidad de Teledeporte en un modelo menos ambicioso y más centrado en la difusión de deportes minoritarios. Se perdería audiencia, se perdería incluso prestigio, pero todo antes de la muerte. La defensa del servicio público, aunque sea minimizado, debe imperar.

Las televisiones generalistas se sirven, en lo deportivo, de fútbol e ídolos. Y decir ídolos no es decir deportes. El motor televisivo es Fernando Alonso y los campeones españoles de motociclismo. El baloncesto se limita a los "ÑBA" y alguna gran jugada de la liga ACB, sin cabida a sus resultados. Tenis o ciclismo son otros dos ejemplos a los que todos podemos asociar nombres. Pero detrás del respaldo a los deportistas referentes está la nada. Injusto, pero real. España colecciona medallas en esa nada mediática que surge del balonmano, judo, hockey, waterpolo, vela, entre decenas de otros honrosos representantes. Sin retransmisiones en abierto más allá de Teledeporte, sus únicas menciones, cruelmente breves, se dan en caso de triunfo. O de morbo, aunque esas no suelen ser tan breves, por desgracia.

El vacío mediático no sólo se nota en el presente, por el visible desconocimiento popular. Si no lo remediamos, se notará en el futuro. Los niños de hoy necesitan una plataforma de acceso a nuevos deportes. Actualmente la oferta de actividades deportivas escolares está reducida a unas pocas disciplinas. Si a estas limitaciones de logística de los centros (carencias materiales, espaciales y económicas) sumamos la falta del apoyo televisivo en abierto -hoy labor casi exclusiva de Teledeporte- se abre un futuro muy oscuro para el mundo polideportivo. 

En un año regido en lo deportivo por los Juegos Olímpicos, aún persiste un pequeño espacio para la "cara b" del deporte español. Las más que notables aspiraciones a medallas en varias disciplinas abre el abanico mediático a estos frentes. Pero los Juegos acabarán el 12 de agosto. El consiguiente lunes 13 dará comienzo a una resaca polideportiva que, sin el respaldo de Teledeporte, se aventura(ría) peligrosa. Por responsabilidad social y por el buen futuro del deporte español, #NoalcierredeTDP.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Superbowl Night Live


Al desesperado pase de Tom Brady le siguió un golpe seco en una mesa cercana. Eran las 3:50 hora española y New England Patriots acababa de perder la Superbowl en la última jugada. Este es el cierre de una historia de fútbol y aventura vivida en el centro de Madrid, que el pasado domingo se hizo momentáneamente americano.

La narración arranca con el reto de buscar un lugar donde disfrutar del partido. Un intento fallido -en España las camareras deberían hablar español- dio con nuestros huesos en otro local. Un insolente amigo y este servidor, compartiendo mesa con una variopinta representación internacional. Quedaban cuatro horas por delante.

Esta no pretende ser una simple narración del partido. Para eso ya hay quien y muy bien, dicho sea de paso. Por ello me detengo en ciertos detalles, como un grupo de apasionados compañeros mexicanos. Curiosa su cátedra de spanglish. Suyos fueron los mejores momentos de la previa.

Pronto se adelantó New York Giants con un touchdown de valor extra por una sanción al rival. Tom Brady -quaterback de New England Patriots- encadenó varios errores, para desesperación de los aztecas. Nada de esto parecía importarle a un encamisado americano. Su plan pasaba por ganarse a su pareja con un desconcertante conocimiento del rugby -sí, sí, del rugby-. Ella, entre el sopor y el sueño. Igual que unos Patriots que sólo entraron en el partido poco antes del descanso. Sorprendente victoria parcial, 9-10, para los de Nueva Inglaterra.

Posiblemente el espectáculo de Madonna terminó de animar al equipo de Tom Brady. O de confundir a los Giants. La segunda parte comenzó con gran drive de ataque de los Patriots. Touchdown para escaparse 9-17. A la mujer de antes definitivamente le venció el sueño. La cara del experto delató una estrategia fallida. La grey mexicana de nuestra izquierda también cayó, pero llegaron refuerzos. La fiesta no paraba. Ni la cuenta de gintonics del vecino. Se aproximaba un final eléctrico. New York, con dos anotaciones, establecía un peligroso 15-17 al término del tercer cuarto. 


Eli Manning, quaterback de los Giants, se echó el partido a las espaldas. Pase a pase, yarda a yarda, destrozó la ya apagada defensa patriota. Así se plantó en la zona de anotación de New England a falta de un minuto. El touchdown o el field goal (patada a palos) eran seguros. Los Patriots, inteligentemente, dejaron anotar a los de Nueva York a fin de disponer de un último ataque a la desesperada.

Ochenta yardas por superar en apenas segundos. Todo un reto para Brady. Dos avances rápidos pusieron el partido en el límite. Sin tiempo ya, el mediático líder 'patriota' lanzó un pase desde medio campo hasta la zona de anotación. Ni los gritos ni los rezos oídos en la sala sirvieron. El balón tocó en el suelo y el título se fue para los New York Giants de Eli Manning por 21-17. No pudo haber final más espectacular.

Con la desilusión del compañero derrotado, un pensamiento surgió rápido: sólo quedaba un año para que Madrid se vistiese de americana en otra 'Superbowl Night Live'. Pasada la ronda de ánimos, recordé el ejemplo de la mujer del americano. Con la ciudad expirando su noche, era hora de irse a dormir.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Un mensaje de superación


En 2012 la capital del mundo no será Washington. Tampoco será Nueva York. Ni siquiera Berlín, pese a Merkel. En 2012 la capital del mundo será, durante varias semanas, Londres. Porque como cada cuatro años los Juegos Olímpicos arramblarán con las atenciones mediáticas y harán de la metróplis inglesa el foco donde converjan todas las miradas. Una colosal demostración de poder financiero, social y -para algunos románticos entre los que me incluyo- aún deportivo con fuerza para oscurecer tras de sí al resto de eventos del año. El mundo será, en base, los Juegos. Pero detrás de éste, admirado y rentabilizado,  hay otro mundo sin fama igualmente destacable: los Juegos Paralímpicos.

En el vasto campo de las paraolimpiadas siempre he mostrado fascinación por la valentía de estos atletas. Sea con minusvalías físicas o psíquicas se empeñan en mejorar desde el deporte. Y mientras algunos se lamentan por una lesión de tres semanas, ellos hacen de su problema su propio acicate para saltar las barreras de la vida. A fe que lo logran.

Según el Comité Paralímpico Español nuestra representación en Londres será cercana a los 140 competidores, a quienes se sumarán otras cien personas de asistencia. Vidas complicadas las suyas, deportistas y técnicos, sobreviviendo las más de las veces con exiguas ayudas federativas o en trabajos no siempre conciliables con su disciplina. Las dificultades del deportista sin protección se tornan aún más crueles en el caso del paralímpico. Por ello debemos propugnar su reconocimiento.

Escribo hoy sobre este tema porque dice la norma que la Navidad es momento para estar feliz. Que es una época para transmitir un mensaje de alegría. Y aunque reconozca mi escaso sentido navideño sí que esta vez me sumo a tan optimista propuesta. Para ello qué mejor mensaje en la actual etapa que la superación de estos anónimos deportistas en su lucha a tres bandas por vencerse a si mismos, a sus rivales y a los crueles prejuicios sociales. Mis respetos a todos y cada uno de los deportistas paralímpicos. Engrandecen lo que debe significar el deporte. Felices Fiestas.

Fotografía: www.paralimpicos.es


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