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miércoles, 1 de mayo de 2013

Patricia García: "Justificamos con resultados la apuesta por el rugby femenino"


El inicio de esta entrada es, necesariamente, una felicitación revestida de pregunta para todo un equipo: "Estamos encantadas. Es muy bonito todo el cariño que estamos recibiendo". España regresará a un Mundial femenino de Rugby XV ocho años después de su última comparecencia. Se logró en casa, en Madrid, y tras superar en última instancia a la siempre temible Italia. Entre las "culpables" de este éxito, Patricia García. Su twitter y su teléfono echan humo. La máxima anotadora del torneo clasificatorio ha atendido la llamada de Diez Minutos Sin Fútbol para hablar de este logro y de otras cuestiones del rugby femenino: 

"Estamos muy contentas no sólo por la clasificación, sino también por cómo lo hicimos. Pensábamos en las opciones de victoria, en ir partido a partido –fueron tres: Suecia, Holanda e Italia- y poder llegar al Mundial, pero no esperábamos esos marcadores tan abultados. La verdad, lo que logramos no es algo que se haga todos los días".

La lógica deportiva, no siempre tan lógica, invitaba a pensar que el Mundial se jugaría en el duelo final ante Italia. Tras dos victorias muy claras sobre Suecia y Holanda, así sucedió. Pero el desarrollo del encuentro resultó del todo inesperado. Las primeras sorprendidas, las transalpinas. 38-7 se impuso el cuadro español: "Ellas venían muy fuertes y ya meses atrás nos ganaron, aunque nosotras aún estábamos en fase de rodaje. Pero creo que en el partido del sábado fueron fundamentales dos intercepciones de balón que nos hicieron sumar dos ensayos al principio del partido. Ellas se vinieron un poco abajo y aunque trataron de animarse al final del primer tiempo, supimos frenarlas jugando bien el resto del tiempo". 

"Fuimos, por mucho, el equipo más anotador y sólo encajamos un ensayo". En ese recital ofensivo no sorprende que Patricia fuese la máxima anotadora del clasificatorio: "Sí que he leído que fui la máxima anotadora, aunque es normal viendo nuestra capacidad en ataque. No lo siento como algo personal, es el trabajo de todas. Yo soy la pateadora y sumé puntos gracias al trabajo de mis compañeras". 

Aprovechando el logro de las "leonas" (denominación del combinado español de mujeres) muchos portales, canales y diarios han llevado al rugby femenino a puestos destacados. Al preguntarle qué hacer para mantener esta visibilidad en un deporte habitualmente oculto para los grandes medios, Patricia tira de pragmatismo: "Nuestro trabajo y nuestra responsabilidad es seguir dando razones a los medios para que hablen de nosotras. Si ganamos seguirán haciéndolo". 

El primer objetivo está cumplido. Pero es sólo el primero de una larga lista, matiza la polivalente jugadora. Apenas un leve descanso, previo de nuevos retos: "Desde el sábado hemos tenido unos días de descanso entre celebraciones, actos y minivacaciones. Pero ya el viernes partimos a Mallorca para planificar la temporada de Rugby VII. El objetivo final es el Mundial de Moscú -en junio-, pero antes tenemos una Serie Mundial -Amsterdam en mayo- y un Europeo" -en Brive (Francia) como previa a la gran cita en Rusia-. Sensata en el campo y fuera de el, Patricia no se atreve a dar vaticinios sobre resultados: "Es muy difícil plantear qué podemos lograr, obviamente vamos a luchar por mejorar lo logrado en Dubai -fueron terceras- e ir por la victoria".

Patricia García, en acción contra Suecia  / Fotografías: ferugby.es/Revista22
Dubai fue, a finales de 2012, la primera de las Series Mundiales de Seven femenino. Se trata de una competición establecida este año y compuesta por cuatro torneos. Entre los equipos fijos en las cuatro series no está España. Tampoco está, desde hace años, en el 6 Naciones de la modalidad de XV. ¿Achacable a una menor fuerza económica, federativa, social de nuestro deporte…? "Sinceramente no sé por qué no estamos en el 6 Naciones o entre los llamados "Core Team" -equipos fijos- en las Series de Seven. Si los criterios fijados fueran deportivos, nuestra misión es dar resultados para llegar a esos puestos. Si son otros criterios ya se nos escapa. Yo soy deportista, no gestora, y mi misión es lograr los mejores resultados posibles". 

El presente y el futuro pasan necesariamente por la profesionalización del deporte. Tema recurrente en el ámbito rugbístico hispano: "Si hablamos de profesionalización, en algunos países el rugby femenino ha dado un paso adelante por el peso olímpico del Rugby VII. Otros países tradicionalmente fuertes como Francia o Inglaterra tienen estructuras más profesionalizadas, pero no tan diferentes a la nuestra actual".  

"Este año en España ha mejorado mucho el trato al rugby femenino", explica la número 12 de las "leonas": "Tenemos más concentraciones, más partidos, más trato. Y eso se nota. La nueva Federación ha sido clara en este punto. Prometió 50% de los recursos para el rugby masculino y el 50% para el femenino. Y de momento hemos justificado con resultados la apuesta que se hizo por nosotras".

Con un bagaje tras de sí de dos temporadas en Francia, cree positivo para las compañeras buscar nuevos horizontes: "Siempre es bueno. Yo estuve dos años en Francia -esta temporada regresó al Olímpico de Pozuelo- y fue un periodo muy formativo. Otras compañeras han jugado en Inglaterra. Por ejemplo algunas que vinieron a pasadas concentraciones". Sin embargo, destaca el hecho de que todas las jugadoras que han llevado a España al Mundial de Francia 2014 juegan en la competición nacional: 

"Sí, todas vienen de aquí. Todas, menos una, lo hacen de División de Honor, que es una liga reforzada en calidad. Contamos con jugadoras extranjeras que aumentan el nivel colectivo. Y el nuestro se ha visto en este torneo".  

Patricia, en su posición de embajadora internacional y olímpica (de la candidatura de Madrid2020) del rugby, no puede dejar de transmitir su pasión hacia el mundo del balón oval: "A mí me ha dado mucho. Del rugby se pueden exportar muchos valores para la vida. El respeto al público, compañeros, árbitros, a las reglas de juego... También el compañerismo que a todos nos alimenta y que por ejemplo me hizo ser máxima anotadora. Y, que no se olvide, la diversión. Jugamos también para disfrutar”. Y con ellas, la afición, en un deporte que sigue dando resultados en su versión femenina. Las "leonas" no fallan.

martes, 26 de febrero de 2013

A cabezazos contra el progreso

España se vio absolutamente superada por Rumanía. Imagen: APP
Percutía Rumanía y en cada ataque hacía retroceder tres metros a la defensa española. Una perfecta metáfora de nuestro rugby XV: retroceder a base de cabezazos, de los rivales y de los directivos. Cabezazos que poco a poco nos retrotraen a viejos gestos de desesperación que creíamos superados. Languidece en 2013 una selección que un año atrás vivió los momentos más brillantes de su época moderna.

La derrota estadísticamente no es sino una más en la vasta lista de decepciones contra el XV del Roble. Apenas dos veces los rumanos se han visto superados por España en 29 enfrentamientos. La última, casualmente, el año pasado. Eran tiempos mejores... Pero como este no es un espacio basado en el resultadismo, ni aquella victoria fue vista como una mera victoria puntual, ni esta derrota es sólo lo que refleja el marcador. 15-25 como mal menor, maquillaje que enmascara una imagen desoladora. Anulados en ataque -salvo dos acciones contadas- y en defensa ante un rival que no mostró ser mejor que años atrás.

España ha perdido el rumbo (también) en esta parte del amplio deporte que es el rugby. Vaya por delante que aplaudo la actuación de la nueva federación nacional en su apuesta por la cantera y su puesta en valor del deporte femenino. Pero guste o no, el altavoz del rugby lo tiene hoy la versión del XV masculino, y ahí no caben palabras de felicitación. Se deshizo un proyecto que por encima de imperfecciones generaba ilusión, peso mediático, afición creciente... motores de progreso para una disciplina aún minoritaria al sur de los Pirineos. 

Hubo dos grandes fases de demolición de este esperanzador camino: primero la salida del seleccionador Regis Sonnes, previo ofrecimiento de un contrato hecho a medida para que no aceptase. Posteriormente el espectáculo estrella de la nueva cúpula directiva de nuestro rugby, la expulsión de los jugadores hispanofranceses mediante unas formas impropias de un estamento federativo. Una suerte de amenaza culminada en sanción internacional a españoles que un día decidieron serlo por incuestionable compromiso personal. A los autores de "23-F: el rugby toma Gijón" (lamentable titular de la previa de este partido) se les suma el publicar un comunicado desprestigiando y cuestionando el compromiso de estos jugadores. ¿Por qué lo hicieron? Cuesta comprenderlo. Nuestros rivales también se lo preguntan.

Instante del partido Bélgica-España del pasado día 9. Imagen: marca.com
Turbulentas bases para una nueva etapa del rugby patrio con el foco en el próximo el Mundial de 2015, cuya clasificación se juega entre 2013 y 2014. A la cabeza, Bryce Bevin, el seleccionador que inició el camino hacia el único Mundial jugado por España, en 1999. Conocedor del panorama nacional, prometió opciones para repetir hazaña. Mientras tanto, la Federación no se escondía en anunciar como objetivo suyo ir al Mundial de 2019 (Japón). Extraño choque de planteamiento y, especialmente, extraña decisión organizativa la de apostar ¿todo? por jugar un Mundial que por horarios en España no verían más que los forofos. ¿De verdad el rugby tiene fuerza de convocatoria social pongamos un miércoles a las 9 de la mañana para un potencial España-Tonga? ¿Puede ser ese el objetivo prioritario por encima de un Mundial en Inglaterra de más fácil acceso y seguimiento?

Se repudió a "ese equipo alquilado de 2012", en palabras del Director Técnico de la FER a la Revista Veintidós. Y se apostó por algo que nadie sabe muy bien qué es. En Gijón, el sábado, de los 23 jugadores convocados, 11 no habían nacido en España. No lo critico, su compromiso es tan respetable como el de los aquí nacidos. No obstante, resulta curioso cómo quienes atacaban rabiosamente la "Francia C" de Regis Sonnes hoy callen a este respecto. Tampoco parece una apuesta integral de futuro mirando el 2019: cuesta explicar la presencia de algunos jugadores que ya no cumplirán 33 años y que quizá no mejoren el nivel de jóvenes "de aquí" (si se me permite utilizar ese lenguaje). Por último se prescindió de los mentados hispanofranceses en favor [sic] de un bloque estable que no obligase a negociar con los clubes en cada convocatoria. Ese bloque, paradójicamente, se nutre de los jugadores de Rugby VII que por su presencia en las Series Mundiales de esa disciplina no están disponibles en bastantes ocasiones para el XV.

El futuro pinta si no negro, sí gris oscuro como el cielo de esa preciosa embajadora que fue Gijón. Posiblemente la respuesta de la ciudad asturiana, pasional, respetuosa e ilusionante para el futuro, fue de lo poco bueno que podemos sonsacar. Tras caer con honor en Rusia, pero perder al fin y al cabo, aceptar por bueno un empate decepcionante en la forma ante la pujante Bélgica y ser avasallados por Rumanía, España es hoy colista del 6 Naciones B. Y lo peor, sin una imagen de juego que permita ilusiones. Se compite sin saber muy bien cómo, sin unas rutinas que tiempo atrás si teníamos y sufriendo en defensa como no se veía en años. Hoy por hoy, parece poco apropiado mirar al Mundial. Pese a estar aún a dos puntos del tercer puesto (Portugal) que llevaría a la repesca. 

En marzo viajamos a Georgia y recibimos, precisamente, a Portugal. A priori todo lo positivo que se logre en Tiflis -me sigue sonando raro este nombre- será una sorpresa. En cambio no sacar réditos contra los lusos puede condenarnos definitivamente a luchar sólo por no descender a la tercera categoría del rugby europeo. La otra opción es sencilla: rectificar y recuperar, ya para 2014, a aquellos jugadores que tanto nos han dado recientemente y que hoy están expulsados. Es lo necesario y lo que muchos pedimos.

La España de jugadores hábiles y creativos, ataca hoy a cabezazo limpio. Contra el progreso. 

miércoles, 26 de septiembre de 2012

El Club de Rugby Cisneros desde dentro


Imagen del Cisneros-Santboiana de División de Honor A / rugbycisneros.com-Luis Kelly
El pasado día 15 de septiembre el Club de Rugby Cisneros volvía a la máxima categoría del deporte masculino español. Con una apuesta amateur amparada en la cantera, el equipo universitario regresaba a su feudo tradicional: la División de Honor A, donde ya compite en categoría femenina. Pero el Cisneros es mucho más que sus dos primeras plantillas. Por detrás existe un ambicioso proyecto de base que Diez Minutos Sin Fútbol ha querido conocer desde dentro. El secretario de organización, Juan Pedro Brolese, ha explicado a esta página las bases rugbísticas y sociales del club:

"El nuestro es un equipo amateur de carácter meramente universitario. Nace en los años 40 en un momento en que el rugby español estaba muy desorganizado. En el año 1989 se da el paso a la constitución en club", bajo las bases de un colegio mayor universitario público, el CMU Ximénez de Cisneros. "Actualmente con el advenimiento de un pseudoprofesionalismo el Cisneros había quedado un poco rezagado. Este año hemos vuelto a la División de Honor A tras varios años en la categoría B"

"En este equipo no hay ningún contrato profesional", explica el propio Juan Pedro. "Los jugadores y los entrenadores son gente de la casa, y la plantilla es mayoritariamente canterana. Disponemos de un registro de categorías inferiores muy amplia, desde sub-6 hasta sub-20. Aparte, tenemos tres equipos en categoría senior". La financiación, responde, "proviene en primer lugar de los jugadores, que pagan su ficha federativa. Aparte disponemos de nuestra masa social, patrocinadores, el apoyo institucional y en la medida de sus posibilidades, de la Universidad Complutense de Madrid, en materia de cesión de instalaciones y reservas de plazas en nuestro Colegio Mayor".

Ejemplos de una mentalidad amateur que podría resultar un tanto anacrónica en la actualidad. Sin embargo pese a debutar con dos ajustadas derrotas, el Cisneros ha revelado buenas sensaciones de futuro: "Quizá otros equipos de la máxima categoría española tengan ventaja al poder fichar extranjeros gracias a su potencial económico, pero en eso nosotros nos fijamos poco. Somos un club social, con otra vocación. No creemos que a día de hoy el rugby sea un medio de vida rentable en España".

En palabras del secretario colegial  "el pseudoprofesionalismo -como define la etapa presente- no es un proyecto viable para el rugby español. Principalmente porque depende más de ayudas puntuales o subvenciones que de un verdadero proyecto. No existe esa unidad necesaria; parece que se busca más el resultadismo". ¿Es viable la opción adoptada por el Cisneros? "Sí. Nosotros contamos con unos objetivos realizables para nuestras capacidades. Sabemos donde estamos y lo que queremos. Por estar en División de Honor A no vamos a dejar de ser lo que somos".

Como refuerzo a estas palabras, la actividad del club no se circunscribe únicamente al terreno competitivo. Dentro de la vocación social, "también organizamos eventos rugbísticos. Tenemos un torneo de rugby infantil y otro de rugby VII. Más allá, organizamos campamentos de verano para niños y fines de semana de convivencia entre los jóvenes"En estudio, como confiesa en voz del equipo, una idea muy desarrollada en los últimos años: la opción de "colaborar con algún club deportivo internacional, principalmente universitario, para intercambio de jugadores". No descuidar la vocación formativa a la par que mejorar el nivel competitivo, matiza.

Resultaba inevitable tratar el nivel del rugby nacional, en un tiempo en que la selección ha vuelto a ilusionar a muchos aficionados. A ese respecto, Juan Pedro considera que "estamos a un nivel bastante bajo. En la clasificación de la IRB solemos movernos entre los puestos 18 y 22. Verdaderamente podríamos estar mejor de existir un proyecto real, unitario". Su mensaje cambia de tono al explicar su visión sobre el impacto social del "balón oval": "Afición sí hay. Agradezco el trabajo de diferentes medios, portales... para dar difusión al rugby, aunque nos falta visibilidad, esencialmente en televisión (NDR: en justicia reconocer el trabajo de portales como emisionesdeportivas.com). Cuando juega España en el Central de la Universitaria, donde lo hacemos nosotros, hay mucho público. Eso significa que hay afición; un motivo de esperanza", asegura Juan Pedro Brolese, como lo es el retorno del Cisneros a la máxima categoría.

viernes, 27 de abril de 2012

Desilusion(n)es


"Disponemos de un proyecto de selección de rugby. El deseo es que nuestro habitual caos federativo no lo destroce". Hace apenas un mes que lo escribí. Era una de las frases pertenecientes a la pasada entrada "Ilusionnes". En la misma, manifestaba desde mi humilde posición que "no renovar a Regis Sonnes y su segundo Eric Lamarque además de una injusticia sería un craso error... Sonnes y su equipo merecen continuar". Me han debido leer en la Federación Española de Rugby. Gracias por ello. Lástima que hayan obrado al revés de lo que pedía. Anoche saltaba la noticia: Regis Sonnes no renovará su contrato. Según una información del periodista Gregorio García en Marca, esta es la última novedad del rugby patrio. Posiblemente la peor noticia que pudiésemos recibir. Me ponen el título en bandeja: "Desilusion(n)es"

Según informa el propio Gregorio (Goyo), a Sonnes le ofrecieron una renovación de un año de contrato. Añado yo: a sabiendas que el entrenador la rechazaría. Lógico. Y todo esto antes de unas elecciones federativas en las que la transparencia brilla por su ausencia. Apenas sí conocemos los candidatos. Nada más. Ni propuestas, ni nombres asociados. Lo cierto, lo que se ha dejado entrever, es que la terna de aspirantes no quería a Sonnes. Es de suponer que cada candidato traerá a su seleccionador bajo el brazo. Todo muy transparente, oigan. Vuelta a uno de los problemas federativos nacionales: el gusto por deshacer desde un despacho lo logrado en el campo. Porque en el haber de Regis Sonnes con España quedan para la historia las victorias a Rumanía y Georgia. Más allá, queda la ilusión despertada entre la afición. 2012 ha sido un año importante para nuestro rugby: se ha hablado y disfrutado de este deporte como hacía tiempo no pasaba. Existían las bases motivacionales necesarias para soñar, por qué no, con volver a un Mundial. 

Tras las elecciones llegará un seleccionador del gusto del presidente vencedor. Y podrá hacerlo igual o mejor que Regis Sonnes, ciertamente. Pero podrá hacerlo peor o mucho peor. Uno de los principios de cualquier sistema operativo sensato es que lo que está bien no se toca. El proyecto de Sonnes y Lamarque, criticado por su supuesto afrancesamiento y por sus recursos utilizados, logró los mejores resultados de nuestro rugby XV en la última década larga. Pero España raramente ha funcionado como un sistema sensato. Nuestro rugby es una muestra más de ello.

Sinsabores estos que dan pie a otra duda: el trato con los equipos franceses para poder convocar a sus jugadores. Regis, desde su fama en Francia, consiguió convencer a los clubes para reforzar nuestra selección. Veremos si el nuevo responsable deportivo cuenta con igual fuerza para seguir contando con ese bloque. Ya hay quien asegura que los Peluchon, Roffes, Ascarat y compañía no volverán a España. Hace un mes yo defendía la implicación de estos y otros hombres en el nuevo proyecto español. Hoy lo mantengo. Si alguien no quiere venir más, se verá y se dirá. De momento, en los jugadores, confianza. Pero a un año de iniciar la clasificación para el Mundial de Inglaterra 2015, institucionalmente otra vez partimos de cero. Mal asunto.

Un club del Top-14, la Primera división francesa, el Union Bordeaux (Burdeos) ha fichado como entrenador de delanteros a Regis Sonnes. Cabe recordar que nuestro aún seleccionador jugó como tercera línea. Vuelve donde sí le aprecian. Le resta un partido oficial con España, contra Rusia, el 19 de mayo. Por cierto, en Bordeaux juegan dos de los nuestros: Frank Labbe y, especialmente Fabien Roffes. Espero que podamos seguir contando con ellos. 

Mientras llega un nuevo presidente y un nuevo seleccionador -quienes confío puedan lograr éxitos- sólo queda agradecer su trabajo a Regis; mis mejores deseos en su nueva etapa. Algunos sí supimos apreciar su buen trabajo. Mal empezamos la nueva etapa. Ojalá el futuro nos sonría. Ojalá algún día alguien mire por el rugby y no por lo suyo. Ojalá...

martes, 20 de marzo de 2012

Ilusion(n)es


Escribo desde la leve distancia que da el tiempo. Lo hago sin temor a diluir la intensidad de una tarde de rugby para la historia. La de nuestra victoria sobre Rumanía (13-12) del pasado sábado. Con un drop de Mathieu Peluchon a tres minutos del final, para más señas. Podría detenerme en un triunfo memorable en sí mismo, pero este resultado debe verse en perspectiva: es el refuerzo definitivo al proyecto de ilusion(n)es iniciado por el seleccionador Regis Sonnes.

Porque ese puede ser un buen término para definir el momento de nuestro combinado nacional: ilusión.  Lejos, muy lejos de ese peligro llamado euforia. Ilusión nacida en sabernos hoy capaces de vencer a selecciones que hace un año eran inalcanzables. Que cada choque se puede ganar y se puede perder parece una futilidad, pero meses atrás sólo sabíamos lo segundo. La cita del sábado tuvo premio doble. En nuestro pasado sólo lucía un éxito ante Rumanía, hace ya veinte años.

Ilusión por el futuro, pero desde el presente. Las últimas victorias españolas han ratificado moralmente la modernización iniciada por Regis Sonnes. El francés no dudó en apostar por jugadores venidos de Francia con antecedentes españoles. Les propuso formar parte de su plan y muchos no dudaron en volcarse por el país natal de sus padres o sus abuelos. Meritoria implicación a sabiendas de la mala etapa que atravesaba el rugby español hace apenas dos años. Hubo duras críticas al entrenador por el "afrancesamiento" de España; algunas persisten. Pero la realidad es que estos deportistas con acento galo sienten como suyos nuestro himno, nuestra bandera y nuestra afición, a la que aplaudieron y abrazaron el sábado.

Las esperanzas de mantener esta estabilidad penden de un hilo. Hilo de despachos, que es el menos dúctil de todos ellos. Este año hay elecciones en la Federación Española de Rugby. No renovar a Regis Sonnes y su segundo Eric Lamarque además de una injusticia sería un craso error. Mientras algunos mediáticos del rugby patrio hacen campaña en contra, nuestros directores deportivos han devuelto la alegría a la afición. Realmente algo ha cambiado. 


Hoy disponemos de un proyecto de selección y de un esquema de juego. Con él hemos vencido a dos países superiores. Velocidad, apoyo colectivo y mucha intensidad en defensa y ataque. Caracteres españoles aunque vengan en TGV desde París. La apuesta de Sonnes pasa por un rugby profesional con muchos integrantes en las ligas francesas (numerosos nacidos en España). Su estrategia ha dado réditos en apenas dos años. Ese debe ser el camino a seguir en nuestro país y en nuestra liga: la profesionalización. Para tener potencial económico es necesario ganar, atraer públicos y patrocinadores. Estas victorias nos llevan por el buen camino. Veremos si la Federación sabe mantenerlo.

Contamos un grupo más o menos estable -por fin- en torno a unos 30 jugadores. Un bloque que conjuga hábilmente experiencia  y juventud, amen de tres jugadores del Top 14 (primera división francesa): Roffes, Labbe y García. Con las bases ya asentadas, el deseo es que nuestro habitual caos federativo no las destroce. Sería un paso atrás imperdonable. Regis Sonnes y su equipo merecen continuar.

Estos últimos resultados han hecho que todos miremos, de una manera u otra, al Mundial de 2015 en Inglaterra. Los más ven en ello una quimera; otros -me sumo- una opción real. En verdad solamente que hoy exista este debate ya explica un avance. Hace 24 meses rozamos el descenso a la tercera categoría internacional en Europa. Quién supondría acaso plantear esta cuestión en 2012. Pero debe advertirse que enlazar victorias ante Rumanía y Georgia, siendo histórico, no nos lleva al Mundial. La clasificación se jugará entre 2013 y 2014 y ahí puede pasar de todo, a sabiendas de cómo y quiénes son nuestros  rivales. 

Así las cosas, mientras se afronta el futuro y el último partido del 6 Naciones B contra Rusia (el 19 de mayo), me quedo con las caras de 23 jugadores y 10.000 aficionados del sábado. Ellos, todos, son nuestro equipo.

PD: Recuerdo especial para uno que se quedó sin abrazo y sin partido: Gauthier Gibouin, lesionado de gravedad cuando jugaba con España hace diez días. Su equipo -el Périgueux francés- le pidió que se quedase para un partido importante de su liga, pero una baja de última hora en nuestra selección le llevó a venir con con el XV del León. Además de perder contra Portugal (digna derrota, por cierto), Gauthier se lesionó, poniendo en peligro a su equipo y su propio contrato -él está cedido-. Es su segunda lesión grave bajo la bandera nacional. Y volverá a jugar. Un ejemplo de compromiso.

Fotografías: 1 Ambiente en el Campo Central / 2 Mathieu Peluchón (ferugby.com)

miércoles, 1 de febrero de 2012

Un sorbo de champagne, un toque de 'hwyl'


Acostumbrados más a la cerveza negra británica que al casi olvidado champagne francés, este sábado vuelve el VI Naciones. En año post-mundialista la gran cita del rugby europeo ofrece un atractivo duelo generacional. 2012 será un perfecto banco de pruebas en el campo y en el palco de cara al futuro. Ilusionante si se cumplen las promesas de juego atractivo hechas por los nuevos seleccionadores. Recuperar ese estilo se torna importante después de un Mundial más intenso que brillante en juego
.

Aunque mal pronosticador, si tengo que dar un favorito para esta edición apuesto por la 'irreverente' Gales. Para muchos el XV del Dragón fue la sensación del pasado campeonato gracias a su juego descarado. A su 'hwyl', ese toque intraducible de magia autóctona, se le quedó muy corto el cuarto puesto. Máxime cuando rozó su primera final y quién sabe si el título. Los North, Priestland, Warburton y compañía presentan, a priori, presente y futuro para creer en ellos. Pero cuentan con la desventaja de no jugar ya con el factor sorpresa. Se les conoce, se les espera. Por cierto, vuelve el díscolo Gavin Henson. Su calidad, indudable; su aportación, una incógnita. Este domingo los galeses se miden en Dublín a una Irlanda compactada, con novedades que completan un bloque de clásicos lastrado por la lesión del capitán Brian O´Driscoll-. Un partido que bien puede marcar el devenir del VI Naciones.

Jubilada la vieja guardia de Inglaterra (sin referentes como Wilkinson, Cueto, Shaw o Easter), el XV de la Rosa lleva un tiempo convulso. La resaca a un mal mundial. Su arranque, en casa de una hipermotivada Escocia, invita, cuando menos, a la duda. La calidad de la 'rosa' inglesa debe florecer, pero enfrente tendrá a un rival que, últimamente, sólo ha dado la dimensión esperada en la Copa Calcuta (integrada en el VI Naciones). Pero la situación de Escocia tampoco aporta certezas. El XV del Cardo necesita superar su juego de delantera y patadas si quiere crecer. Pobre bagaje reciente para una de las grandes selecciones de la historia. Tienen calidad para más. 

El nuevo entrenador de Francia, Phillipe Saint-André promete volver al  rugby-champagne, ese elegante concepto de juego a la mano, que él, como jugador practicó. Estos años Francia apenas sí ha dejado retazos de su antigua seña de identidad. Aún así, rozó el título mundialista después de un torneo gris, incluída la vergonzante derrota ante Tonga. Al continuísta plantel francés se reincorporan varios 'olvidados'. Por ello el principal cambio debe venir desde la pizarra. Igual que le ocurre a su primer rival: Italia. Ahora en manos del francés Jacques Brunel, el equipo 'azzurri' debe dar un paso más allá en su encomiable actitud y juego de delantera. Combativa hasta que el físico resiste, la Italia de Parise y los Bergamasco tiene su principal problema en la construcción de juego ofensivo. Si logran superar esta deficiencia darán el paso adelante esperado. El seleccionador confía en 'estar disputando el título en dos años'. Veremos qué cara muestra esta nueva Italia.



Pero no todo el rugby se lo llevan los grandes. Esta semana arranca la segunda vuelta del VI Naciones B, programado como competición a dos años. La lista de España para el primer choque en casa, contra Georgía el día 11, se presenta notoriamente mermada. La línea de medios y tres cuartos nota mucho la ya sabida coincidencia con las World Series de Rugby VII. Por ello se ausentan  Pablo Feijóo, Martín Heredia o Juan Cano en una alineación que cuenta con varios alicientes: César Sempere, Mathieu Peluchón, Gauthier Gibouin y la vuelta del habilidoso tres cuartos catalán Sergi Aubanell, entre otros. Una lista criticada por su afrancesamiento pero desde luego competitiva para hacer frente a la principal potencia del segundo escalón del rugby europeo. 

En cualquier caso las críticas, entendibles, hubiera que dirigirlas más allá de una convocatoria puntual lastrada por el seven. El objetivo debe encaminarse a formar un bloque fijo de cantera y de profesionales. Luchar por entrar en el Mundial de 2015 es la ilusión, pero variando de 10 a 15 jugadores cada convocatoria, se antoja misión casi imposible. Sin estabilidad no se puede crecer. No obstante, favorables o contrarios a la presencia de españolizados, la mejor publicidad para el rugby nacional es ganar el día 11 ante las cámaras de televisión.


Fotografías: www.irishtimes.com y www.balonoval.com

domingo, 20 de noviembre de 2011

Una lección, dos victorias


Minuto 80. Partido acabado a falta de una patada a palos. La que parecía segura victoria de España en el Test Match de Rugby contra Uruguay pende de un golpe de castigo a favor de los sudamericanos. El 'XV de los Teros' está a tres puntos de España tras remontar a base de lucha el 16-0 que premiaba nuestra gran primera parte. Todo o nada. Nadie aguanta sentado, hay nervios. Cuando se esperan los pitidos, en cambio fue el silencio. La afición española -que acudió en masa al campo pese a la desapacible climatología- demuestra su educación y pide ese silencio que yo demandaba semanas atrás ante la preparación del rival para la patada clave. Incluso reprocha el antideportivo comportamiento de una parte mínima del público. Esto es Rugby. Por cierto, Ormaechea, el pateador uruguayo, falló. Ganó España. Ganó el Rugby ayer en el Campo Central de la Ciudad Universitaria. Y todos nos sentimos orgullosos de ello.

Como veis no incluyo una reseña del partido de ayer. Si queréis dos muy completas, podéis leer la oficial de la Federación Española y la del periodista Gregorio García en Marca.

Fotografía: www.ferugby.com

lunes, 24 de octubre de 2011

El sonido del rugby


Nueva Zelanda cumplió con los pronósticos y ganó su Mundial de Rugby. De nuevo la copa Webb Ellis se queda en casa. Se repite la historia de 1987, cuando los kiwis abrieron en triunfo la I Copa del Mundo del balón oval. Francia luchó y jugó con mayor dignidad que en la primera fase, pero no fue capaz de dar el "Aucklanazo", como se había bautizado la posible sorpresa gala. Punto y final para un espectáculo del que -en su grandeza competitiva y social- no puedo dejar de destacar una preocupante faceta extradeportiva: el nuevo sonido del rugby. 

A lo largo del torneo hemos podido notar fuertes pitadas del público para con los equipos contrarios. Una de las señas de este 'deporte de animales jugado por caballeros', como reza su origen, es el señorío de jugadores y espectadores. Los abucheos cuando el rival lanza a palos para conseguir puntos denigran los valores históricos del rugby, que se sustenta sobre el silencioso respeto al rival y el reconocimiento final.

Pero esta culpa no es exclusiva del público del mundial, más pintoresco que aficionado en muchos casos. Esta actitud impropia podemos encontrarla en multitud de campos. El próximo sábado 19 de noviembre España recibe a Uruguay en Madrid. Apuesto, no sin pena, que algún presente perderá las formas cuando vea a los uruguayos atacar (o a los españoles, previendo gran presencia americana). Si el rugby suena, que lo haga a la grandeza que le corresponde, a quien vitorea a su equipo y reconoce al rival. Ganemos o perdamos el partido, que no sea el rugby quien pierda un día más.

PD: Ayer falleció el motociclista Marco Simoncelli en plena carrera. Sirva esta breve mención como reconocimiento para él y todos los deportistas que se dejan su vida intentando lograr la gloria.

martes, 11 de octubre de 2011

Rugby rico, Rugby pobre

Entramos en la fase decisiva del Mundial de Rugby. Llegan las semifinales: Francia-Gales y Nueva Zelanda-Australia. Desde los cruces de cuartos los dos lados del cuadro se han convertido en dos confrontaciones hemisféricas. Por arriba un pequeño Seis Naciones entre los cuatro mejores equipos de Europa. Por abajo, los tres del sur más Argentina, que se incorporará al Tres Naciones en 2012. Grandes espectáculos, estadios llenos y audiencias mundiales en la tercera competición deportiva más seguida por televisión.

Y entre tanto la Selección Española de Rugby disputó el pasado sábado en Madrid un partido amistoso contra el equipo b del Biarritz, uno de los principales del Top14 (liga francesa),  aunque este año hayan comenzado mal. Entrada gratuita; por la cara, eso que tanto nos gusta en España. Ganamos, sí, pero me quedo con otra idea. En las gradas, como mucho, 1000 personas. ¿Dónde está el fallo? En la difusión, o mejor dicho,  en la no difusión de este encuentro.

Yo, consumidor del 90% de los partidos del Mundial de Rugby sólo escuché en ellos una mención velada al partido de España. De medios generalistas ni hablamos; en los deportivos la información no fue precisamente destacada. Sólo el amante del rugby encontró los datos precisos. Pero, y el público generalista potencialmente interesado: ¿qué hace, dónde busca?  El problema no es la afición a este deporte, pues en otros partidos de España –cuando se han anunciado- se han congregado hasta 9.000 personas en Madrid. El problema es la difusión. Somos un rugby pobre, y mientras no haya un interés mediático en mejorar no lo superaremos. Eso sí, en la crítica cruel ante la derrota sí somos ricos.


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