lunes, 31 de diciembre de 2012

2012: Vista atrás

Algunos se quedarán con un drop de Mathieu Peluchon, una victoria de Fernando Alonso, un ataque "full gas" de Alberto Contador... Otros recordarán 2012 como sinónimo de crisis general, de ahogos, hundimientos y desapariciones en lo deportivo. Y por supuesto, todos asociarán para siempre este año a los Juegos de Londres. Se acaba un intenso 2012...

Juegos Olímpicos, o la unidad de medida del deporte global. Para España, una prueba de fuego ante un contexto negativo para la práctica deportiva. La crisis ha tocado, y de qué forma, al mundo de la competición. No es casualidad que en un momento crítico sobresalieran algunas de las que mejor saben manejarse en tales circunstancias: las deportistas femeninas. Sin demasiados recursos, y/o con un número de licencias federativas notablemente inferior a otras naciones -pongamos el caso del waterpolo- muchas de ellas han demostrado poder rendir al máximo nivel internacional. Como planteé en su momento, quizá Londres haya sido de cara al futuro la Barcelona del deporte femenino. Su revitalización. Una buena oportunidad para dar presupuestaria y mediáticamente el trato que han demostrado merecer. Idea que va mucho más allá de la pretendida igualdad heredada del "buenismo" político.

En gran medida fueron ellas, las mujeres, quienes salvaron el pabellón olímpico español. Once de las diecisiete medallas llevaron su sello. Para España un resultado bueno, no sobresaliente. Se acallaron euforias y promesas de "medalla segura", algunas de las cuales se esfumaron en primera ronda. Hubo triunfos inesperados, quizá en base al desconocimiento polideportivo. Varias disciplinas pasaron del anonimato al primer plano social y aún permanecen en parte, gracias a sus buenos resultados (piragüismo, taekwondo...). Es la fuerza de los Juegos.

Temporada, también se dice, de paralímpicos, como si sólo existieran cada cuatro años. Consideraciones al margen, los JJPP han demostrado en Londres su creciente grandeza. En ambiente y en resultados, con una mejora competitiva asombrosa. No pocos atletas y no me refiero a los ya olímpicos Oscar Pistorius o Natalie Du Toit, hubieran participado con digno resultado en los JJOO del mes anterior. Se ha visto un claro avance hacia su profesionalización. Quedarse ligeramente a un lado supone retroceder. Puede ser el caso de España, donde el deporte paralímpico a día de hoy no es medio de vida. Con todo, son infinitamente mejores sus condiciones actuales que las de hace una década. Es obligado revisar el modelo paralímpico, las becas ADOP (creadas en 2005) y el día a día de sus deportistas. Ante los recortes que todo amenazan, volver a aplicar sensatez en la distribución de las ayudas. 42 medallas son muchas, pero son menos de las 58 de Pekín´08 o las 71 de Atenas´04. 

Se está haciendo una buena labor posterior a los Juegos Paralímpicos. Un acertado, aunque todavía insuficiente aprovechamiento de la imagen del deporte adaptado y de sus atletas. Facilita bastante la tarea contar con el doble ejemplo, deportivo y comunicativo, de Teresa Perales, la deportista española más laureada en unos Juegos. 22 medallas, las mismas que Michael Phelps, pero con menos patrocinadores. Puro talento en la piscina y en la vida. Y como ella, otros tantos, imposibles de citar aquí.

Pero 2012 no fue sólo Londres. Se recordarán momentos de gloria, cada cual a su nivel, del deporte español. Pero también las consecuencias de un año trágico en cuestiones económicas. Si el club grande ha notado la crisis, el pequeño se ha visto ahogado por ella. Multitud de entidades profesionales y amateurs han desaparecido y otras tantas se han visto obligadas a reinventarse desde la base. Otrora campeones, ahora clubes de cantera... de nuevo. La dinámica que quizá se perdió en favor de un resultadismo con fecha de caducidad. Rentable a corto plazo, sí, pero inviable en el tiempo. Recortes, subvenciones a deber y un modelo que se deshincha, llevándose por delante a muchos deportistas. Exilio masculino y femenino. En suma, errores que cuando salgamos de esta deberán recordarse para no volver a caer en ellos.

Que 2013 sea más provechoso, porque empieza fuerte...

miércoles, 5 de diciembre de 2012

El honor no es un gran abono

Abel Mutai se equivoca de meta e Iván Fernández frena para no adelantarle / diariodenavarra.es
"El honor es un gran abono para criar la lechuga y el tomate" sentenciaban con emotividad en la magnífica novela/película "El Abuelo" pero equivocaban la metáfora. En abstracto, sin adjetivos ni apellidos que lo desfiguren, el honor es bello. Y los gestos surgidos de él son, en consonancia, bellos. No, no puede ser un gran abono. Como tampoco puede ser exclusividad de las grandes historias de siglos pasados, tan recurrentes al abrigo de esta palabra. El honor cabe, y mucho, en el deporte más modesto, ese que no conoce televisión ni grandes espacios mediáticos. El que, en esencia, se vio definido el domingo pasado en un pueblo navarro. Allí un atleta español regaló una lección al mundo. De honor, por supuesto.

El atleta se llama Iván Fernández y su acto tuvo lugar en el Cross Hiru-Herri de Burlada (Navarra). Una prueba con solera en el calendario español de campo a través. Iván y el medallista olímpico Abel Mutai se jugaban la carrera en el último kilómetro. El keniano, más rápido, más fuerte; en resumen, mejor, aceleró y abrió hueco. A escasos metros de la meta se paró: un despiste o, nadie sabe precisar, una mala indicación sobre el punto exacto de la llegada. Acechante por detrás, Iván se encontró con un líder parado, desubicado y una tentadora victoria a sólo unos pasos.

Fácil, muy fácil hubiese sido ganar para el español. Bastaba con mantener el ritmo que llevaba; el error de Mutai, al fin y al cabo, formaba parte de la carrera. Sin televisión presente, esa victoria hubiera quedado por perfectamente lícita. Otro triunfo de nivel en su palmarés -ya se impuso aquí en 2011-. En cambio la posible tentación sucumbió de inmediato ante el honor. Iván optó por deslegitimar la sentencia de "El Abuelo" y frenó para sorpresa general. Prácticamente empujó a su rival hasta la verdadera meta. El corredor keniano, más extrañado que agradecido, ganó sin apenas saberlo una prueba que mereció aunque pudo perder. En otro ejemplo de sinceridad, reconoció el español que no había dinero en juego -cobraban sólo un fijo por participar-, aunque no fue un elemento condicionante en su determinación.

Años atrás la escena hubiera caducado en el campo de Burlada, testigo mudo de veintiún años de cross. Afortunadamente, la voz y la palabra escrita de los presentes sacó de la nada el gesto de Iván. El vitoriano se extraña de la repercusión de su acto. Desde el domingo muchos han descubierto su figura, como si su historia comenzara en ese punto. Antes bien, su trayectoria es un relato común en el atletismo español: un prometedor corredor de apenas 24 años, con buenos resultados y que por desgracia sólo está presente entre los muy aficionados a este deporte. Quizá ni exista para los grandes medios.

Me pidieron que escribiera sobre lo sucedido, algo que me honra. Lo hago, en cambio, no por la solicitud, sino por un principio de consecuencia. Consecuencia para conmigo y el mensaje de ética en el deporte que pido y defiendo. La crítica a la inacción mediática, la cual comparto, no sirve si no se complementa con un ejercicio de responsabilidad: dar publicidad a aquellas acciones que a juicio personal lo merezcan. Igual que en el siempre recurrente ejemplo de las disciplinas olímpicas, el que quiera ver información que primero informe. Sólo así las críticas ganarán legitimidad, aunque la proactividad es más cansada y más difícil que la crítica. Quizá de ahí el inmovilismo de muchos críticos. Pero no todo es silencio. Este artículo, como los de otros compañeros (no todos deportivos) sirve de homenaje a Iván Fernández. Homenaje que cuenta con doble sentido, por su gesto y por demostrar, en pleno campo navarro, que el honor no es un gran abono.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

En apoyo de un equipo

Alex Corretja, capitán de equipo, consuela a Nico Almagro / EFE
La derrota en una final es un buen escenario para poner en valor los logros previos. No hay champán con que salpicar el objetivo ni música con que entorpecer el mensaje. Para el perdedor sí hay, en cambio, un punto de crueldad deportiva y otro de tensión. Pero caer en una final significa, pura obviedad, haber llegado a la misma. De finales, más ganadas que perdidas, sabe mucho el equipo español de Copa Davis. En la edición número 100 del histórico torneo de tenis la victoria se quedó en la red local. En la República Checa. Una dupla brillante, Thomas Berdych-Radek Stepanek, venció al combinado hispano y alzó la "ensaladera" (así se conoce al trofeo) en casa. La derrota, con punto de polémica por alguna inoportuna declaración y posterior discusión interna, me da mayor firmeza para construir un alegato en apoyo del equipo español.

Quinto partido, el que cierra la final, el que da o quita champán y música. A Nicolás Almagro se le encoge el brazo. Su juego directo se pierde entre sus nervios y entre la efectividad de un gran rival. Conviene decir, segunda obviedad, que Almagro no juega él sólo, pese a lo que parecen mostrar tantas visiones unifocales del partido. El murciano reacciona en el tercer set. Atisbo de remontada, pero no. Partido para Stepanek, mejor, más preciso y menos nervioso. La Davis, para la República Checa. Este año al equipo español le toca ser testigo y no protagonista de la fiesta, como sí sucedió en 2009. Entonces, hoy vencedor y vencido cambiaron papeles y la música sonó en España, para España. Pero no fue en 2009, sino en 2000 cuando arrancó todo: Ante un Palau Sant Jordi a reventar, el equipo de Juan Carlos Ferrero -retirado con merecido honor este año-, Albert Costa, Alex Corretja -hoy capitán de equipo- y Joan Balcells entró aquel 10 de diciembre en la historia del deporte nacional. Primera victoria en la Copa Davis; una larga espera de 89 años que tocaba a su fin.

Ferrero fue el artífice aquel día del punto decisivo. Un paralelo, una victoria, y una pila de hombres sobre él. Esa heterodoxa melé humana se repetiría hasta en cuatro ocasiones más (2004, 2008, 2009 y 2011). Cambiaron los actores, protagonistas y secundarios, cambió el escenario, pero reinó el mismo espíritu de grupo. Desde 2008, el dominio se hace autoridad: cuatro finales y tres títulos que sumar a los de 2000 en Barcelona y 2004 en Sevilla. Etapa de reinado individual de Rafael Nadal pese a su constante parar y arrancar por lesiones. Tras él y ante sus ausencias, un largo grupo de jugadores que supieron aceptar la responsabilidad en los momentos precisos: David Ferrer, Feliciano López, Fernando Verdasco, Nicolás Almagro...

David Ferrer dominó con autoridad sus dos partidos / EFE
A Praga, capital checa, no llegó este fin de semana Rafael Nadal, como tampoco llegó a Mar del Plata (Argentina) en 2008. Sí estuvo David Ferrer, al mejor nivel de su carrera tras un 2012 espectacular. Sólo ahora se ha reconocido la calidad del tenista alicantino. Con él, Nicolás Almagro, en constante crecimiento. Y una convincente pareja de dobles, ese punto tan temido en España: Marcel Granollers-Marc López, héroes recientes. Su brillante victoria en la Copa de Maestros en dobles (segunda española en la historia), daba confianza de cara a la Davis. Enfrente de los cuatro, una dupla gigante para jugarlo todo, como siempre hacen: Berdych-Stepanek. Sin su presencia, el nivel checo baja sensiblemente.

Era, a priori, un duelo cuatro contra dos. Pero en la Copa Davis todo cuenta. Pista rápida, afición caliente, refuerzos para el equipo local. El desenlace es conocido: David Ferrer ganó sus dos partidos con absoluta solvencia. Nuestro doble se vio superado por la incansable dupla local. Nico Almagro rozó un triunfo clave el viernes y se vino abajo el domingo. Merecida victoria para la República Checa, la mejor pareja esta temporada.

De una derrota como la sufrida en Praga se contarían leyendas de haber sucedido en los años 80 y 90. Un pasado convertido en leyenda y un presente tenido por insuficiente. Canción habitual, no sólo en el deporte. Cierto que a valorar lo logrado no ayuda el sabor a victoria de esta década. Pero sin título, ni música ni champán, España ha vuelto a demostrar esta temporada, en la ausencia de su líder, el dominio de un bloque. La clave del éxito pasado, presente y futuro.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

El Club Melilla Baloncesto, un histórico aspirante



Si de Melilla se trata en términos deportivos, es casi obligado dedicar un capítulo especial al baloncesto. Para la ciudad norteafricana el deporte de la canasta es uno de sus ejes mediáticos. Nombres como el entrenador Javier Imbroda o el Club Melilla Baloncesto son respetados en la disciplina. El  equipo local es el decano de la segunda categoría, hoy llamada Liga Adecco Oro (antigua LEB). Bajo el nombre de Unicaja Melilla surgió en 1991 un proyecto que año tras año aspira a llegar a la ACB. Estabilidad y ambición para la pequeña localidad extrapeninsular. Diez Minutos Sin Fútbol ha querido conocer la realidad del Club Melilla Baloncesto en boca de sus representantes. Enrique Suárez, su gerente, ha explicado a esta página la situación del equipo en un momento crítico para el deporte.

"En el club dependemos de la subvención de la Ciudad Autónoma de Melilla en un 90%. El resto proviene del capital aportado por socios y del limitado porcentaje de patrocinadores privados. Evidentemente la aportación institucional, reducida por la crisis, nos condiciona. A partir de esta circunstancia tratamos de competir con los recursos disponibles. Hace unos años nos supuso una pérdida de sitio frente a equipos más potentes como Tenerife o Zaragoza. Ahora, que otros también han sufrido la reducción, nos hemos equiparado en recursos".

La de Melilla, explica Enrique, es una apuesta por el deporte como elemento de inmersión de la localidad en todo el país: "El baloncesto (y otras disciplinas) dan publicidad a nivel nacional. Y por ello se invierte en deporte, que es hacerlo en imagen". Inversión planteada en la búsqueda de la victoria. La sociedad tiene claro su objetivo al respecto: "Aspiramos a entrar en playoff de ascenso a ACB. En los últimos cuatro años hemos estado en tres de ellos. Este año la plantilla está formada "por un bloque veterano, que aporta estabilidad. Nos nutrimos también de la cantera. Damos cabida a muchos jugadores de aquí y alrededores, que luego entrenan con el primer equipo y sirven de refuerzo".

Darius Pakamanis, escolta lituano, ha vuelto al club esta temporada / www.clubmelillabaloncesto.es
El apoyo de los amateur completa un proyecto competitivo basado en el profesionalismo: "El primer equipo funciona con contratos profesionales tanto para jugadores como para técnicos y auxiliares. Todo el dinero recibido es de obligada justificación y todo queda registrado: contratos, seguridad social... Aparte, en el caso de los jóvenes les podemos ayudar al estudio".

"Nuestro enfoque -matiza Enrique- se ve algo condicionado con que nosotros (club y gobierno) renovamos la subvención institucional anualmente. A diferencia de otros casos, no funcionamos por plazos mayores de un año. Cerramos el presupuesto de la siguiente campaña según las circunstancias del presupuesto local". Así, la confección de la plantilla queda marcada por esta circunstancia: "No podemos tener una gran lista de fijos más allá de un año. Como mucho uno o dos, los que mayor importancia puedan tener. El resto debe ser renovado/contratado cada temporada". Sin embargo también se reconoce una ventaja al sistema, pues "aporta seguridad económica. No se promete dinero para varios años sin saber si se podrá cumplir posteriormente lo acordado".

Por debajo del profesionalismo, el Melilla acoge un extenso entramado de cantera: "El plan de base es a largo plazo. En cinco años hemos creado el equipo B. Es complicado trabajar a ese nivel en una ciudad con apenas 80.000 habitantes. Ayudó, años atrás, el boom del baloncesto de la generación Gasol, Navarro, Calderón..., pero ya menos. Ahora la mayoría de niños quieren ir al fútbol. Nosotros nos movemos, estamos en colegios y tenemos mucha presencia en los medios locales, que ayudan bastante". 

El técnico, Gonzalo García de Vitoria, en plena actividad / www.clubmelillabaloncesto.es
Para el club norteafricano, una competición como la Adecco Oro supone un evidente sobrecoste por desplazamiento frente a los rivales peninsulares. En clave positiva, Enrique Suárez reconoce la viabilidad de una Liga recientemente acortada: "Ayuda mucho la reducción de 18 a 14 equipos. Nuestros gastos de viaje sí son mayores que los de los rivales, pero al haber menos desplazamientos son asequibles. Todo es cuestión de gestionar bien los recursos disponibles. Conocemos nuestro presupuesto y sabemos los costes en desplazamientos (cercanos a los 150.000 euros, según señala). Nos adaptamos. Además ayuda contar con el patrocinio de Air Nostrum (Iberia) para vuelos o el descuento del 45% por desplazamiento desde Melilla". Apoyos, todos ellos, externos a la Federación Española: "La Federación no colabora en este concepto. Dedica sus recursos a la propia Liga y deja a los equipos a modo de "reinos de taifas" para que cada uno se gestione".

A la viabilidad de la Liga también ayuda la presencia de Teledeporte. Dentro del cariz de servicio público que tiene -y debe mantener- el canal da espacio a la segunda división nacional. Aunque no sean los principales beneficiados por limitaciones geográficas, desde la ciudad autónoma se destaca su relevancia mediática: "Para nuestra Liga el efecto de la televisión es muy bueno. Teledeporte publicita la competición y sus equipos, pero nosotros estamos limitados por nuestra ubicación. Responsables de la cadena nos han reconocido que traer hasta aquí una unidad móvil es un gasto excesivo para un único partido. Eso sí, en Copa del Príncipe o playoff sí han estado y desde luego repercute".

"Lo que no falta -reconoce- es la afición. Tenemos un pabellón, el Javier Imbroda, que afora en torno a 3.000 espectadores y de media en temporada contamos con 1.000-1.500 asistentes. En playoff y en la Copa del Príncipe sube. En la última final de Copa (ganada en 2010 frente al ViveMenorca) supimos de gente que no pudo entrar al pabellón. Ayuda nuestra política de precios. Creemos que al ser un equipo subvencionado públicamente no podemos dispararlos. La entrada es gratuita para los menores de 17 años y de 3 euros para los mayores. El abono de temporada, por ejemplo, cuesta 25 euros y la cuota de socio, 100".

Unas bases que asientan fuertemente la institución deportiva. Por ello no preocupa el mal comienzo de campaña, con sólo una victoria en cinco partidos. Desde el club se lanza un mensaje tranquilizador: "Nada de nervios. Aunque mantenemos gran parte del bloque anterior sufrimos varias lesiones en pretemporada. Tuvimos que recurrir a jugadores de la cantera. Esa limitación nos ha hecho ver estos partidos casi como otra pretemporada. Un inicio duro, pero competimos bien y rozamos alguna victoria más. A partir de ahora debemos subir en la clasificación. Confiamos en que estaremos en la lucha por el playoff", cierra Enrique Suárez. El Melilla, un histórico aspirante del baloncesto español.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Baumgartner, Hombrados y la superación del hombre

Felix Baumgartner, con el mundo a sus pies
En el punto mismo del tiempo en que un hombre superaba los límites de la humanidad, otro hombre se rompía y comenzaba a luchar contra sus límites físicos. La gloria para el idolatrado Felix Baumgartner. El hospital para el admirado José Javier Hombrados. Sin similitudes a priori en sus mundos, sin relación directa entre ambos, uno y otro confluyeron en un mismo ejemplo de superación.

Publicidad, aventura, tecnología, valor y quizá un punto de deporte como nexo, se aliaron con Felix Baumgartner a fin de lograr la imagen del año. Su salto al vacío desde la estratosfera significó el vencimiento de varios records humanos. Cifras aparte, un ejemplo, metafórico o no, de cuán alto puede llegar el hombre. Un ejemplo absoluto de valentía: Baumgartner puso su vida en manos de la técnica y la alejó durante unas horas de la lógica que aporta el sentido común. 

Su imagen en caída libre a 1173 kilómetros por hora desde más allá de 39.000 metros de altura es historia; se vista de hazaña o de campaña publicitaria. O vestida de ambos conceptos. Nada nuevo en el sentido comercial de su acto, algo que quizá pocos sepan, recuerden o imaginen de hazañas pasadas. Lo que hoy fue Red Bull fue ayer la Guerra Fría, por ejemplo. Vender más o asombrar a las naciones; similares formas de pretendido dominio social. Entre medias un protagonista: el hombre para asombrar al mundo.
Uno de los gestos habituales del carismático José Javier Hombrados/Eurosport.com
Entre emociones, indiferencias y críticas, Baumgartner libró la mala fortuna que sí dio de lleno, aunque a otro nivel, a José Javier Hombrados, nombre propio del balonmano nacional. Rotura del ligamento cruzado anterior de su pierna izquierda y un adiós traumático a la temporada: a la Liga, a la Copa de Europa... al Mundial de España, posible escenario ideal para una despedida con honores de la selección nacional. Operado ya con éxito, al madrileño le esperan seis meses de inactividad. Para un deportista joven, esto no supondría sino un incómodo obstáculo en su camino. Para cualquier mortal de 40 años, su forzosa retirada. Posiblemente para todos aquellos que no lleven tan a fuego marcado el gen competitivo que posee el veterano guardameta del Atlético de Madrid

Echando la vista atrás, títulos y temporadas se agolpan con igual profusión en la carrera de Hombrados, hoy capitán, líder, alma de su club y de la selección. En un gesto de institución grande, el Atlético ha renovado al portero hasta 2014. El balonmano no puede despedir desde una cama a uno de sus ídolos. Joseja volverá. 

viernes, 12 de octubre de 2012

De monstruos y anacronismos

Antonio Albacete, en una imagen del pasado fin de semana/Auto1magazine.es
El silencio se hizo ruido y el aire, humo de motores. "Pista abierta", se anunció por megafonía. Eran las nueve de la mañana del pasado sábado y el Circuito del Jarama despertó a golpe de acelerador. Así comenzaba el XXVI Gran Premio Camión de España perteneciente al Europeo de Camiones. Por delante, la penúltima prueba del campeonato y un referente español, Antonio Albacete, triple vencedor del certamen, a la caza del líder, el aleman Jochen Hahn.

Para los ajenos a la materia, a los camiones se les llama bestias del asfalto y, en verdad, por números lo son. Una sucesión de cifras monstruosas: 1100 caballos, 12.000 centímetros cúbicos de cilindrada, más de cinco toneladas de peso. Por aceleración y velocidad, más gráciles que muchos deportivos de competición. Sólo la limitación por reglamento establece el tope en 160 kilómetros por hora. No regula, afortunadamente, la tormenta decibélica de voces graves. Mentalidad americana en plena Europa.

Pero el espectáculo del Europeo de Camiones no se queda en números. Cada Gran Premio consta de cuatro carreras cortas: dos en sábado y dos en domingo. Pese a una evidente diferencia de nivel entre los líderes y el resto, la fórmula compensatoria de las segundas mangas (invertir en la salida los ocho primeros clasificados de la carrera anterior) aporta un extra de interés. Citas de acción, de tensa espera, de contacto. De ver y de oír, porque en el circuito lo que no se ve, se oye. Si cabe una pega en su desarrollo, el excesivo vacío entre pruebas. La falta de alicientes con que sujetar la atención del espectador durante los largos periodos de espera. Posiblemente el factor económico sea el responsable único.

La penúltima del calendario sucedió en el Jarama, nombre propio de la historia del motor nacional. El estado de sus instalaciones también habla de historia: sus boxes, su fantasmagórica sala de tribuna, o su parcheado asfalto. Todo él huele a décadas pasadas, cuando la Fórmula 1 y el Mundial de Motociclismo paraban en Madrid. Actualmente queda para turismos, vehículos históricos y camiones. Quizá por inviabilidad económica, por olvido institucional, por simple limitación logística, o por el conjunto de deficiencias, el revirado circuito del Jarama es hoy un emotivo anacronismo del motor.

En lo puramente resultadista no remontó Antonio Albacete en la general, pese al empuje del público -gran ambiente durante el Gran Premio-. Todo queda para la última prueba del campeonato, este fin de semana, en otro circuito mítico del motor: Le Mans. Por delante, 60 puntos en juego y 29 de ventaja para el líder Jochen Hahn. Toca remontada; si es con televisión, mejor para todos. Este espectáculo merece la pena ser visto y vivido.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

El Club de Rugby Cisneros desde dentro


Imagen del Cisneros-Santboiana de División de Honor A / rugbycisneros.com-Luis Kelly
El pasado día 15 de septiembre el Club de Rugby Cisneros volvía a la máxima categoría del deporte masculino español. Con una apuesta amateur amparada en la cantera, el equipo universitario regresaba a su feudo tradicional: la División de Honor A, donde ya compite en categoría femenina. Pero el Cisneros es mucho más que sus dos primeras plantillas. Por detrás existe un ambicioso proyecto de base que Diez Minutos Sin Fútbol ha querido conocer desde dentro. El secretario de organización, Juan Pedro Brolese, ha explicado a esta página las bases rugbísticas y sociales del club:

"El nuestro es un equipo amateur de carácter meramente universitario. Nace en los años 40 en un momento en que el rugby español estaba muy desorganizado. En el año 1989 se da el paso a la constitución en club", bajo las bases de un colegio mayor universitario público, el CMU Ximénez de Cisneros. "Actualmente con el advenimiento de un pseudoprofesionalismo el Cisneros había quedado un poco rezagado. Este año hemos vuelto a la División de Honor A tras varios años en la categoría B"

"En este equipo no hay ningún contrato profesional", explica el propio Juan Pedro. "Los jugadores y los entrenadores son gente de la casa, y la plantilla es mayoritariamente canterana. Disponemos de un registro de categorías inferiores muy amplia, desde sub-6 hasta sub-20. Aparte, tenemos tres equipos en categoría senior". La financiación, responde, "proviene en primer lugar de los jugadores, que pagan su ficha federativa. Aparte disponemos de nuestra masa social, patrocinadores, el apoyo institucional y en la medida de sus posibilidades, de la Universidad Complutense de Madrid, en materia de cesión de instalaciones y reservas de plazas en nuestro Colegio Mayor".

Ejemplos de una mentalidad amateur que podría resultar un tanto anacrónica en la actualidad. Sin embargo pese a debutar con dos ajustadas derrotas, el Cisneros ha revelado buenas sensaciones de futuro: "Quizá otros equipos de la máxima categoría española tengan ventaja al poder fichar extranjeros gracias a su potencial económico, pero en eso nosotros nos fijamos poco. Somos un club social, con otra vocación. No creemos que a día de hoy el rugby sea un medio de vida rentable en España".

En palabras del secretario colegial  "el pseudoprofesionalismo -como define la etapa presente- no es un proyecto viable para el rugby español. Principalmente porque depende más de ayudas puntuales o subvenciones que de un verdadero proyecto. No existe esa unidad necesaria; parece que se busca más el resultadismo". ¿Es viable la opción adoptada por el Cisneros? "Sí. Nosotros contamos con unos objetivos realizables para nuestras capacidades. Sabemos donde estamos y lo que queremos. Por estar en División de Honor A no vamos a dejar de ser lo que somos".

Como refuerzo a estas palabras, la actividad del club no se circunscribe únicamente al terreno competitivo. Dentro de la vocación social, "también organizamos eventos rugbísticos. Tenemos un torneo de rugby infantil y otro de rugby VII. Más allá, organizamos campamentos de verano para niños y fines de semana de convivencia entre los jóvenes"En estudio, como confiesa en voz del equipo, una idea muy desarrollada en los últimos años: la opción de "colaborar con algún club deportivo internacional, principalmente universitario, para intercambio de jugadores". No descuidar la vocación formativa a la par que mejorar el nivel competitivo, matiza.

Resultaba inevitable tratar el nivel del rugby nacional, en un tiempo en que la selección ha vuelto a ilusionar a muchos aficionados. A ese respecto, Juan Pedro considera que "estamos a un nivel bastante bajo. En la clasificación de la IRB solemos movernos entre los puestos 18 y 22. Verdaderamente podríamos estar mejor de existir un proyecto real, unitario". Su mensaje cambia de tono al explicar su visión sobre el impacto social del "balón oval": "Afición sí hay. Agradezco el trabajo de diferentes medios, portales... para dar difusión al rugby, aunque nos falta visibilidad, esencialmente en televisión (NDR: en justicia reconocer el trabajo de portales como emisionesdeportivas.com). Cuando juega España en el Central de la Universitaria, donde lo hacemos nosotros, hay mucho público. Eso significa que hay afición; un motivo de esperanza", asegura Juan Pedro Brolese, como lo es el retorno del Cisneros a la máxima categoría.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Pasión de madrugada

Fotografía: Maravilla Martínez (a la derecha) impacta una izquierda a Chávez Junior / Record.com
Junior recordó que se llamaba Julio César Chávez en el último instante. Habían pasado once asaltos de la nada más dolorosa para el hijo del llamado "César del Boxeo". Desde su esquina, Chávez Senior veía con impotencia cómo se consumía su discípulo. Derrotado en lo físico, abatido en lo moral, el mexicano apenas había sido cómplice de la exhibición de Sergio "Maravilla" Martínez. Pero le bastaron dos minutos -los dos finales- para salvar su honor. Con el obligado peso de sus genes atacó y sólo entonces acertó con sus guantes en la cara de Maravilla. Al suelo el argentino. Argumentos para Chávez de pedir una revancha que nadie hubiera solicitado hasta entonces. Se agarró Martínez y pese a los golpes recibidos sentenció la pelea. Victoria clara, unánime, a los puntos en un enfrentamiento de pura pasión.

Largo tiempo buscado el duelo, ambos púgiles vendieron guerra desde sus palabras. En ese juego de fanfarronería tan propio del boxeo, el combate se tiñó de personal. En liza un Campeonato del Mundo, el del peso medio del Consejo. Para muchos, lo de menos entre tantos títulos -no todos destacables- como hay. Del morbo generado en la previa poco quedó en el cuadrilátero, Hubo más deporte que rabia, y en ese contexto Chávez Jr. bailó al son de Maravilla Martínez durante once capítulos. Pero en tiempos modernos las grandes historias se escriben a doce...

El boxeo se mostró entonces en su esencia más básica, que es la del deporte mismo. La derrota camina sólo un segundo por detrás de la victoria, lo que tarda en llegar una mano, un golpe. Cayó Maravilla y calló Argentina. La cuenta de protección y los nervios durante un largo minuto... Sergio supo levantarse, agarrarse y, aún conmocionado, defender su corona. Aquella que ya perteneció, años atrás, a su compatriota y mito Carlos Monzón.

Inteligentemente buscado, con el propio Monzón arrancó la madrugada boxística española. Marca TV, la única cadena estatal que apuesta por el pugilismo en abierto se superó. A través de su programa "La Noche del Boxeo", Jaime Ugarte y Emilio Marquiegui retransmitieron en directo la velada completa del Maravilla-Chávez Jr. El horario no le pesó a los aficionados. La cadena mejoró sus datos con una cuota de pantalla media del 11´78% y un máximo del 20´2% durante el momento álgido del evento. Debe(mos) estar agradecidos a Marca Televisión. Y felices por haber disfrutado de un espectáculo tan apasionante.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

La Vuelta... del ciclismo


Ha acabado la Vuelta a España más intensa de muchos años y se sigue hablando de ciclismo. Este ha sido el gran triunfo de una carrera que ha empujado a la pantalla, a la carretera, a cantidades sorprendentes de aficionados. Muchos de ellos debutantes para mayor alegría. Se recordará la edición por el ataque de Contador camino de Fuente Dé, por su ya famoso "full gas" ordenado al equipo. Por ser una de las ediciones de mayor nivel competitivo de la era reciente, en resumen. Todo hasta conseguir recuperar una escena ya olvidada: hablar de ciclismo en las calles. No es un detalle vacuo, este deporte ha vuelto a la masa social. Que no vuelva a salir por errores tan graves como los pasados.

Reconocí mis dudas sobre el recorrido de la Vuelta desde que fue presentado. Redundante en la fórmula de plantear la meta en subida. Por momentos se cumplieron los pronósticos; jornadas cuyo guión siguió a la perfección lo esperado. Por otro lado, finales como Ézaro, Cuitu Negro o la Bola del Mundo, absolutamente espectaculares, lucirían más de no coincidir varios en la misma edición. Al final, caprichos del ciclista, la etapa con mayúsculas estuvo en la media montaña cántabra. En ocasiones parece olvidarse que son ellos y no tanto el recorrido quienes deciden cómo van a ser las carreras. A los participantes se les debe el haber disfrutado de una ronda magnífica.

Momento de la ascensión a la Bola del Mundo/ Fotografía: Víctor Rodríguez
El público, el otro gran protagonista de la carrera. Llenas las carreteras, incrementadas las audiencias televisivas hasta mejorar notablemente los datos recientes. Hubo respuesta, incluso, en las cimas de Andorra, tan tradicionalmente vacías. La escalada a la Bola del Mundo, aquel sueño de Enrique Franco ya descubierto en 2010, fue el remate perfecto. Vivida "in situ", aún más. Desde la preciosa primera etapa en Pamplona hasta el domingo se han creado nuevos aficionados al ciclismo.

Ganó Contador tras un derroche de amor propio. Su ataque a la deseperada, muy en la línea de su carácter batallador, en el anónimo Collado de la Hoz es ya historia del deporte. La ausencia de televisión en directo le añade un punto de leyenda. Sólo el tiempo dirá si queda a la altura o no de la exhibición dada por Bernard Hinault en Serranillos allá por 1983. El ciclismo ha hecho justicia con Alberto Contador, vencedor pese a la cobardía de unos pocos dirigentes malintencionados. Con él, en el podio, Valverde y Purito Rodríguez. No importa el orden, en el fondo ha ganado el ciclismo.

PD: Hablando de momentos grandiosos de ciclismo, imposible olvidarse de José María "Chava" Jiménez. Hoy se cumplen trece años de su épica victoria en el Angliru. Siempre Chava.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Merecido pero no acertado


Merecido pero no acertado. Así considero el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes fallado en favor de Iker Casillas y Xavi Hernández, en representación de la selección española de fútbol. Antítesis de sensaciones con un porqué. Merecido por un palmarés ya histórico en el deporte mundial. Desacertado por lo inoportuno del momento. El veredicto del Jurado da, por once votos a siete, de lado al Comité Paralímpico Internacional. Adiós a una ocasión magnífica, quizá la mejor, de hacer justicia a un colectivo necesitado de atención mediática.

Más allá de la anécdota de abrir el galardón extramuros de los Juegos en año Olímpico-Paralímpico, se cierra otra puerta hacia la normalización del deporte adaptado. La candidatura propuesta del Comité Paralímpico Internacional servía de puesta en valor a un modelo de competición apenas conocido y reconocido. Falta por dar el último apoyo. Si cabe, la decisión se agrava por comunicarse durante unos Juegos modélicos y absolutamente apasionantes a nivel de competición, ambiente y organización. Difícilmente mejorables, en resumen.

Quienes defendemos el homenaje paralímpico no defendemos, en ningún caso, el premiar la pena. Ese sentimiento tan poco igualitario de mirar con ojos de lástima a la pantalla. Antes de planteárselo pregunten a cada atleta qué se consideran. Dirán deportistas. Obviada la pena como argumento válido, la justificación viene en el acicate vital que el deporte supone a millones de personas discapacitadas. El lema "citius, altius, fortius" pocas veces representa mejor el sentimiento de superación que en los paralímpicos.

A Londres 2012 le quedan cinco días. Entonces, ya sí, se apagará la llama. El movimiento olímpico, de nuevo al fondo de las atenciones mediáticas. El paralímpico, aún peor: a pelear una columna de la última página con la quiniela hípica. Culpa de todos y me incluyo, por no demandar/publicitar tanto cuanto deberíamos este deporte. Por ello el Premio Príncipe de Asturias se tornaba escenario inmejorable. Se pierde una oportunidad que, por desgracia, quizá no encontremos de nuevo a corto plazo. Dicho lo cual, felicidades a Iker y Xavi... los futbolistas, claro. De los regatistas, merecedores también -por qué no- de tal reconocimiento, hoy apenas nadie se acuerda.

lunes, 27 de agosto de 2012

Alejandro Sánchez Palomero: "Que la gente vea a los paralímpicos como a cualquier deportista"


Son, por encima de todo, deportistas. Ejemplares, encomiables y cuantos adjetivos se les dedique serán merecidos. Pero primero atletas. En el camino hacia la pretendida normalización del deporte paralímpico el primer paso puede ser tratarles como tales: deportistas. Lo solicita y lo razona el nadador español Alejandro Sánchez Palomero (Salamanca, 1986). Medallista de bronce en Pekín 2008 en 100 m. braza clase SB8 (sin movilidad del brazo derecho), afronta en Londres el difícil reto de repetir prestación. Diez Minutos Sin Fútbol ha podido adentrarse, junto a él, en la experiencia de unos Juegos -los Paralímpicos- que arrancan este miércoles y que nada tienen de hermano pequeño de los Olímpicos. "Somos deportistas que luchamos por ser los más rápidos, los más altos y los más fuertes, tal y como dice el lema olímpico", afirma el propio nadador.

Diez Minutos Sin Fútbol La primera pregunta es obligada. En Londres afrontarás varias pruebas, ¿qué sensaciones tienes sobre tu participación?

Alejandro Sánchez Palomero: "En principio competiré en el 100 braza y el 200 estilos como pruebas individuales, y con la posibilidad de nadar los dos relevos. Yo estoy muy ilusionado y con ganas de llegar a Londres y hacer un buen resultado, pero soy realista con mi nivel y las medallas son casi imposibles, me centraré en hacer un buen tiempo y luchar por estar en las finales
"

DMSF Repites experiencia en los Juegos. Desde dentro ¿qué recuerdos tienes de la convivencia con otros deportistas en Pekín?
 

Alejandro Sánchez Palomero: "La verdad es que la estancia en la villa es una experiencia muy gratificante ya que es como una pequeña ciudad con todas las comodidades para los deportistas, llena de detalles y lugares donde perderse y hacerse una foto para el recuerdo".

DMSF Hablando ya del terreno competitivo, ¿cómo han sido tus entrenamientos de cara a Londres? ¿Has podido dedicarte en exclusiva a ellos?

Alejandro Sánchez Palomero: "Los entrenamientos han sido muy duros ya que no sólo se centran en este último año, sino en todo el ciclo olímpico de 4 años desde que acabaron los Juegos de Pekín. La dedicación que he tenido ha sido casi exclusiva ya que los estudios han quedado en segundo plano siempre por y para entrenar. Hace poco estuvimos en Granada, entrenando en altura. Fue muy duro porque la capacidad respiratoria se resiente mucho, pero así nos beneficiamos al bajar a una altura más "normal"; el rendimiento mejora. Todo a pesar de no haber tenido grandes ayudas económicas para dedicarme en condiciones óptimas".

DMSF A colación del tema económico mucho se habla de los problemas actuales de los deportistas. Aparte del conocido Plan ADO, existe el Plan ADOP pensado en apoyo del deportista paralímpico ¿Qué os ofrece y cómo valoras
su funcionamiento actual?

Alejandro Sánchez Palomero: "La inclusión del plan ADOP en el mundo paralímpico ha supuesto un paso de gigante para que los deportistas paralímpicos puedan ser profesionales. Ha sido y es muy beneficioso para muchos de nosotros, aunque como en casi todo, se tiene que seguir trabajando para mejorarlo porque no es tan bonito como lo pintan al principio. Al final es el propio comité español el que lo modifica o cambia o se guarda un as en la manga para que ellos nunca sean los perjudicados, y eso no debería ser así. La tranquilidad económica para el deportista debe ser lo que sirva de guía".

DMSF Aunque lentamente, el deporte paralímpico está abriéndose hueco en la opinión pública y mediática ¿Qué puede hacerse en favor de vuestras competiciones?


Alejandro Sánchez Palomero: "Está claro que poco a poco vamos ganando poder mediático y repercusión tanto en los medios como en la sociedad. Puede que la repercusión sea más a nivel local y provincial de cada deportista en su ciudad, pero ese paso a nivel nacional todavía está por dar. Nosotros sólo pedimos que se nos reconozca nuestro trabajo y esfuerzo como cualquier deportista más, más allá de las discapacidades que podamos tener o no, y que no sólo aparecemos cada cuatro años como por arte de magia, ya que también tenemos entre medias Campeonatos del Mundo y de Europa donde también tenemos grandes resultados y de los cuales no se hablan desgraciadamente".


DMSF Sobre esta idea que apuntas, Alejandro, ¿qué opinas de la bipolaridad mediática española -salvo honrosas excepciones- con el deporte? Olvido mayoritario durante el día a día y exigencia máxima en los Juegos.

Alejandro Sánchez Palomero: "Pues imagínate un deportista minoritario como el judo, por ejemplo, que durante el ciclo olímpico ha ganado alguna medalla en Europeos o Mundiales, y otros buenos resultados más, de los cuales nada se ha dicho a nivel mediático y de repercusión. Sin embargo, en los Juegos no logra un buen resultado y desde la prensa se tacha de fracaso. Eso no creo que sea justo, además de ser resultadista. Es evidente que en los Juegos se exige más y la repercusión es máxima, pero hay que ser coherente con los deportistas y justos, y respetar un trabajo de muchos años y de mucho esfuerzo y sacrificio. Hay que exigirles, esta claro, pero repito, siendo justos".

DMSF En el panorama mediático que comentas ha sobresalido la figura del atleta Oscar Pistorius. ¿Os favorece u os perjudica publicitariamente su ejemplo por el trato que pueda hacerse de él?

Alejandro Sánchez Palomero: "No creo que nos pueda perjudicar en absoluto. Que salgamos más en los medios y la gente no se inmute por ver a una persona sin piernas o en silla es fundamental. Familiarizar la discapacidad, tratarla como una característica más, sin darle ni más ni menos importancia de lo que es, creo que es la base para la integración. Si se le da un toque amarillista, hoy en día casi todas las noticias tienen ese toque. Si se llama la atención desde ese aspecto, pero luego se nos da a conocer por otros muchos más, no creo que haya problema".

DMSF En Pekín 2008 España fue décima en el medallero con 58 metales. En Atenas 2004, el puesto fue el séptimo con 71 medallas. ¿Dónde estará España en Londres?

Alejandro Sánchez Palomero: "Si tengo que mojarme creo que España estará sobre las 50 o 55 medallas. Bajaremos un poco respecto de Pekín, pero seguiremos manteniendo un buen resultado ya que el deporte paralímpico no se profesionaliza sólo en España, sino en el resto del mundo".

DMSF ¿Para cerrar, como atleta paralímpico qué mensaje le transmitirías a la afición?


Alejandro Sánchez Palomero: "Le trasmitiría que nos sigan, que nos conozcan y que nos apoyen. Que conozcan nuestro mundo y vean a qué dedicamos tanto esfuerzo y tanto sacrificio. Que no se queden en ver a personas con discapacidad realizando deporte, sino que vean a grandes deportistas luchando por ser los más rápidos, los más altos y los más fuertes, tal y como dice el lema olímpico".

Mucha suerte, Alejandro.

lunes, 13 de agosto de 2012

Londres ¿la nueva Barcelona del deporte español?

Fotografía: Marina Alabau, oro en vela clase RS:X
De Londres 2012 habrá tantos balances cuantos enfoques se pretendan. Si hablamos de España los políticos cantarán un gran resultado. Y se harán algunas fotos. Los más sensatos hablarán de buen rendimiento, en la línea de lo esperado. Las diecisiete medallas logradas por los deportistas nacionales mantienen el nivel global ofrecido en Pekín 2008, donde se lograron 18. Pero si por algo debemos recordar intramuros esta edición de los Juegos Olímpicos es por el símbolo de una fotografía once veces repetida: una mujer sonriente en el podio.

A plazo futuro Londres puede suponer al deporte femenino lo que Barcelona 1992 supuso al deporte español general; su puesta en valor. Once medallas, y otras tantas a las puertas, para demostrar el nivel competitivo de la versión menos publicitada y menos sufragada del deporte. Ahora, con la sociedad receptiva al deporte femenino es momento de avanzar. De vender a la futura cantera los valores, la imagen de unas luchadoras convertidas en medallistas olímpicas. Y a corto plazo, de decidirse a rescatar a tantos equipos y competiciones que se ahogan por inanición. Lo que le sucede a los laureados Itxako de balonmano o Ros Casares de baloncesto es sólo la parte visible del día a día. Si para Barcelona nació el programa ADO, de Londres 2012 puede devenir la apuesta institucional por las mujeres deportistas. En época de crisis toca racionalizar aún más los recursos. Ellas han demostrado que merecen ser tenidas en cuenta.

El análisis global de resultados tampoco debe obviar los diplomas, los verdaderos diagnosticadores del nivel deportivo. Si en Pekín hubo 36, ahora han sido 30, de muy diversas disciplinas, la mejor noticia. 47 veces entre los ocho primeros es un buen balance (no excelente). El deporte español no está en crisis, aunque sí tocado y donde más duele, en la base. Para llegar en condiciones a Río de Janeiro 2016 y -soñemos- Madrid 2020, deben cuidarse las generaciones futuras con más acierto que hasta ahora.

De la capital británica España se trae alegrías de múltiples orígenes, aunque con la base del agua. Absolutamente brillante el trabajo desarrollado por la selección de piragüismo en sus dos modalidades: aguas bravas y aguas tranquilas. Ocho deportistas: tres metales (David Cal, a la cabeza del pálmares olímpico del deporte español, Saúl Craviotto y Maialen Chourraut) y cinco diplomas. Pleno de rendimiento. Pletórica la actuación de Mireia Belmonte. La nadadora catalana ha sido la única doble medallista individual. Dos podios y un diploma en un ambicioso programa de seis pruebas. Fue valiente y acertó -imagino las críticas de no haber logrado presea-. Otro doblete para el siempre creciente equipo de natación sincronizada. Éxito nacional del triatlón, con la plata de Javier Gómez Noya y una gran participación de Ainhoa Murúa, séptima. Y un milagro venido del waterpolo femenino: subcampeonas en su debut olímpico y con el leve respaldo que da contar con apenas 570 fichas federativas.

En vela se cumplieron sólo algunos pronósticos. Marina Alabau respondió con contundencia a su rango de favorita. Oro. Como el que se llevó una de nuestras sorpresas en la categoría Elliott 6 metros. En esta disciplina de enfrentamientos directos entre embarcaciones, el equipo español de Echegoyen, Pumariega y Toro sorprendió al mundo. Esta vez no pudimos ver el éxito de Iker Martínez-Xabi Fernández o Rafa Trujillo, incluídos en la previa como aspirantes a todo. ¿Fracaso? En absoluto. Ganar no es tan sencillo como quieren creer algunas mentes preclaras. Sí preocupa que las dos disciplinas con ganadoras españolas no serán, a priori, olímpicas en Río de Janeiro.

Fotografía: Joel González, oro en taekwondo / alondres2012.com
Los deportes de contacto dejan una extraña dupla de sensaciones. Inmejorable el taekwondo, con tres medallas de tres participantes (Joel González, Brigitte Yagüe y Nicolás García). Efectividad total, como en lucha, con el bronce de Maider Unda. Dos de esos deportes sin hueco mediático que impactaron en la audiencia. Decepción en el judo. Sugoi Uriarte, magnífico, rozó el podio. El resto quedó lejos. En boxeo nuestros dos púgiles cayeron a la primera. Muy difícil hacer una diagnosis global en deportes basados en enfrentamientos directos. Un cruce complicado, un despiste y adiós a los Juegos. Importante, frente a este desencanto, mantener activos los centros de formación.

Entre los equipos, uno de los ejes nacionales, también disparidad. Por delante el histórico bronce del balonmano femenino. Más mediática y menos sorprendente resultó la plata del baloncesto. Quizá el último premio mayor para nuestra mejor generación de la historia. Un torneo errático, con un episodio extraño ante Brasil, hasta llegar a la buscada final con Estados Unidos. Cerca, muy cerca de ganar a la mejor selección del mundo. No llegaron tan lejos otras disciplinas masculinas, y no por falta de mérito: el balonmano cayó en cuartos contra Francia con un gol a segundos del final. Otro gol, este no marcado, dejó al hockey masculino sin semifinales. Reaccionó con pundonor un equipo tocado por las lesiones y la torpeza mediática de Álex Fábregas. Otro deportista, este grande, dijo adiós tras años de historia: Iván Pérez. No tuvo el homenaje deseado, el waterpolo perdió en cuartos ante una superior Montenegro. El fútbol falló. Faltaron goles, sobró prepotencia.

El ciclismo, como siempre, una lotería. En las tres modalidades con representación (pista, ruta y montaña) estuvimos presentes y cerca del éxito. Del oro al décimo hay poca distancia. Caso aplicable al tenis. Con la baja de Rafa Nadal se redujeron muchas opciones de optar a un metal en Londres, cuya superficie, la hierba, no nos era propicia. La inhabitual pareja de dobles David Ferrer-Feliciano López tuvo a un punto el pase a la final. Cayeron. Tocados de ánimo, se les fue el bronce al día siguiente. Bien Nicolás Almagro en uno de sus torneos más serios. Cuartofinalista, no pudo apenas luchar contra el ídolo local Andy Murray por una lesión en el hombro. Su fe por acabar un partido perdido le dignifica más.

En gimnasia destacar el conjunto de rítmica tras un sensacional trabajo. Cuarto puesto que sabe a premio mayor por lo que supone. En artística, pasados los años del casi mito Gervasio Deferr, costará encontrar similar rendimiento. En la búsqueda de un futuro dorado, el diploma de Isaac Botella en salto es una esperanza. Futuro, también en halterofilia. Dos competidores, dos diplomas con records de España: Lidia Valentín y Andrés Mata. La primera sigue consolidándose como una destacada deportista; el segundo ha sorprendido a los ajenos al levantamiento.

Fotografía: El bronce de España en balonmano, un momento histórico / juegos-olimpicos.com
Con tres diplomas se marcha el equipo de tiro olímpico. Tres disparos al filo de la medalla. Buen trabajo. Tampoco hubo medallas, pero sí detalles ilusionantes en disciplinas tan extrañas al espectador medio como el bádminton o el tenis de mesa. Entre los primeros, Pablo Abián y Carolina Martín trajeron a España sus primeras victorias. Hasta en tenis de mesa hubo logros. Ganar un set y casi un partido a la infranqueable muralla china, en su territorio, ya es meritorio. De aquí hacia adelante. Equitación y tiro con arco también tuvieron representación española. Más allá de los puestos, buenas sensaciones en dos modalidades tan complejas. Las dos parejas de voley-playa realizaron una digna competición. Sólo un partido inferior de ambos, en cruces, les apartó de las medallas. Esto son los Juegos.

No fue buena, en cambio, la participación en atletismo. Apenas cuatro plazas de finalistas para toda la representación. Este deporte atraviesa un momento difícil, con una clara inferioridad frente a otros países y en un cambio generacional aún no del todo fecundo. España se marcha otra vez a cero. No cabe objeción a quienes compitieron, hicieron buenas marcas (muchos se superaron) y fueron vencidos. En verdad, otros no cumplieron. El atletismo necesita reactivarse. El apoltronado presidente José María Odriozola no se da por enterado.

Y mi predilección: el periodismo. Sencillamente, un lujo poder disfrutar y redescubrir a tantos buenos periodistas deportivos. Con la libertad de guión e información en estos días, muchos mostraron su verdadero talento. Muy bueno el trabajo ofrecido por Televisión Española, con una planificación ambiciosa y de difícil puesta en práctica. Hubo fallos, algún error en la selección de emisiones, pero en resumen, brillante labor. Destacar, como siempre a Ernest Riveras, Paloma del Río, Julia Luna, Marta Solano, cada uno en su papel. Narrando deportes o conduciendo la programación. A otros menos conocidos quizá, Amat Carceller, Francisco José Caro, Ángel Cárceles, los especialistas Javier Soriano en natación, Almudena Cid en gimnasia o Alberto Urdiales en balonmano. Muy buena la información circulada en twitter a través de tantos perfiles informativos. Ejemplos donde mirarse en el deseo de vivir "in situ" alguna próxima ocasión.

Se cierra la fiesta del deporte con un lamento: despedir a los deportes minoritarios hasta 2016. Es este un comentario con el que no coincido, por lo que de conformista tiene. Aceptar la renuncia a a disciplinas que van a seguir activas esta Olimpiada hasta Río de Janeiro. Quizá los medios generalistas ya no hablen de waterpolo, voleyplaya o tiro, pero ellos siguen y quien quiera, puede mantener vivos estos deportes. Quejarse en lícito, activarse es mejor. No toda la culpa de los medios. Y si queremos que el fútbol no lo fagocite todo, lo primero es demandar otra información. O, llegado el caso, ofrecer otra información.

No se acaban los Juegos: llegan los Paralímpicos el 29 de agosto. También son los Juegos. La llama, apagada ayer, aún sigue viva y estos atletas lo van a demostrar en breve. Suerte a todos.

lunes, 6 de agosto de 2012

Tres polémicas olímpicas

Fotografía: Oscar Pistorius en Londres 2012
Hacer de cada detalle un debate. Es la fuerza de los llamados "Juegos del Twitter", donde nada queda al aire. Aprovechando y aumentando esta fuerza, los medios de comunicación juegan con la controversia. Hábilmente logran canalizarla en su beneficio, generando corrientes de opinión. El problema reside en su intencionalidad, no siempre positiva. Dentro del amplio espectro de polémicas olímpicas alimentadas desde los medios, recojo tres especialmente propensas a la discusión. 

1) Salir a perder contra Brasil en baloncesto: Todo viene de la derrota de España contra Rusia. A fin de evitar un posible cruce con Estados Unidos en semifinales, se ha planteado la opción de no ganar a Brasil. La llamada prensa deportiva ha encendido este debate perverso sobre los beneficios de una potencial derrota. Particularmente veo inaceptable que una selección ejemplar como la española de baloncesto opte por perder. Siquiera que se manche su buen nombre, la honradez de los jugadores ha quedado demostrada torneo a torneo. Recordar que en sus filas está el merecido abanderado nacional: Pau Gasol. Saliendo al paso de las dudas, los miembros del equipo han manifestado total intención de ganar. Confianza en ellos...

...Confianza en ellos, no en los valores ético-deportivos de nuestra sociedad. En esa vergonzante encuesta del diario Marca ganó el sí a la derrota. El sí al comportamiento inaceptable en pos de una posible medalla. Posible porque evitar a Estados Unidos no regala ninguna certeza. De la misma manera que Rusia rasgó las vestiduras nacionales, Lituania o Francia podrían hacerlo. Un equipo de menor nivel como Gran Bretaña estuvo muy cerca de ganar a una España descentrada. Para los suspicaces ante posibles acuerdos, un caso previo: la voluntad anticompetitiva vista en el badminton femenino ha sido penada en Londres con la expulsión de sus implicadas. Que siga siendo así, no todo vale para subir al podio. España debe salir (y saldrá) a ganar a Brasil, y si ha de perder, resultado sorprendente pero no imposible, que sea compitiendo de igual a igual. 

2) El fin olímpico del fúbol: Del "seguro" y cantado oro, de hablar maravillas del once español pasamos al deseo del fin olímpico del fútbol. Se argumenta agotamiento de un modelo que, casualmente, nadie diagnosticó días antes. El acicate, una irrefutable eliminación en primera ronda. Consumada la sorpresa, desde la prensa se generó el debate sobre su desaparición como disciplina olímpica. No caben engaños, no hay interés real en la competición; se llama despecho futbolero

Cierto que el fútbol en los Juegos aparece en segunda línea. Sin la presencia de sus grandes figuras -cuestión que celebro-, el interés mediático es desplazado del deporte del balón. Muy buena noticia ya que por una vez se ofrece mayor difusión a otros deportes, cuestión tantas veces solicitada. Participo de la opinión de que el fútbol queda debilitado en este marco, resultados al margen. Pero, de haber ganado España una medalla ¿qué medio hubiera protestado sobre su agotamiento? La entrada en Río de Janeiro 2016 del rugby a siete y el golf puede ser su puntilla. 

3) Oscar Pistorius y su participación en los 400 metros. De entre los muchos triunfadores en Londres, uno de ellos es el atleta sudafricano. Hasta ahora paralímpico, Oscar ha conseguido participar en unos Juegos Olímpicos. Su caso no es el primero: antes logró el doblete su compatriota la nadadora Natalie Du Toit en Pekín 2008, como hará de nuevo en unos días. La polémica sobre Pistorius nace de las prótesis sustitutivas de sus piernas. Diversos estudios han demostrado una ventaja relativa del sudafricano frente a otros atletas, por la evidente falta de cansancio muscular. También se ha demostrado, por contra, una pérdida de apoyo y ritmo en los tramos de carrera en curva. 

Pero el enfrentamiento entre ventajas e inconvenientes obvia el aspecto más importante: el ejemplo de superación. La imagen de Oscar Pistorius olímpico es un acicate para muchas personas en su situación. Conseguir competir con los mejores pese a las circunstancias. Reconozco la polémica que hubiera rodeado una potencial medalla suya. No hay opción como se preveía;  Pistorius fue eliminado en semifinales (tras avanzar una ronda). Apenas sí importan las prestaciones, su sola presencia en Londres es un espaldarazo para nuevos deportistas. Su voluntad es un referente social y mediático en estos Juegos. Por ello yo celebro su presencia.

viernes, 27 de julio de 2012

De Barcelona a Londres: más que simples medallas

Fotografía: Estadio de Montjuic, en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Barcelona
Hace veinte años y dos días una saeta de fuego alumbró la nueva era del deporte español. Esa preciosa imagen, mil veces repetida hoy, sucedió en Barcelona. Su protagonista, el atleta paralímpico Javier Rebollo. Cargado su arco, atinado su pulso, lanzó su flecha al centro mismo del pebetero del Estadio de Montjuic. Acababan de comenzar los Juegos Olímpicos de Barcelona. La historia de su historia se remonta cinco años más atrás; en concreto al 18 de octubre de 1987. En aquel día de otoño la ciudad catalana fue designada sede de la edición de 1992. O dicho de otro modo, fue declarada el motor del cambio deportivo nacional.

A ojos del mundo España debía/quería mostrar su mejor cara. En ese contexto se dio el gran paso en favor del deporte español sabido su impacto social. El amateurismo más improductivo que sustentó otras décadas dio lugar al profesionalismo en un primer grado de desarrollo. A través de una partida económica importante nació, como base del proyecto, el programa de becas ADO (Asociación de Deportes Olímpicos). Desde su origen buscó dotar al atleta de los recursos suficientes para su plena dedicación deportiva. Ni fue perfecto entonces ni lo es aún hoy, pero supuso un avance difícilmente calculable.

Puede decirse que aquel plan de becas situó a España en el S.XXI del deporte, pese a nacer en 1988. Acortamos la distancia organizativa que nos separaba de otros países; Barcelona así lo mostró. Que cada deportista pudiera dedicarse en exclusiva a su prueba, con los medios precisos en las instalaciones precisas fue clave. Añadir el otro concepto de base, el evidente factor motivacional de competir en casa. El medallero dio la razón al nuevo ADO, con un total de 22 medallas, cifra entonces impensable. En la edición anterior -Seúl 1988- apenas se sumaron 4 metales.

Han pasado 20 años y hoy Gran Bretaña quiere sorprender al mundo. Su tan cuidada ceremonia de apertura marca el comienzo formal de los Juegos Olímpicos 2012. En ellos España se juega, intramuros, un diagnóstico de la viabilidad de su sistema, aquel nacido para Barcelona´92. La crítica situación económica sirve de contexto actual, en el que disciplinas olímpicas agonizan día a día. Desaparecen equipos por asfixia económica, sufre la cantera ante la falta de recursos. Y se reducen las becas, como explica el atleta Carles Castillejo a esta página. No hay dinero.

Panorama desolador que a priori se revela más grave en los Juegos de Rio de Janeiro 2016. Ello no frena los ánimos de quienes apuntan las previsiones de medalla para los presentes JJ.OO. Habituales las quinielas olímpicas, a las que todos nos sumamos. Interesantes y peligrosas a partes iguales. No tanto por un posible error en el cálculo cuanto sí por las reacciones posteriores. 

Fotografía: Combinado español de natación sincronizada en plena actuación en 2011/Heraldo.es
En una sociedad como la española más propensa al fanatismo que a la afición, ofrecer "medallas seguras" es un riesgo. Riesgo a explotar esa extraña faceta que cuestiona el trabajo de deportistas olvidados durante cuatro años. Sin conocer sus condiciones de entrenamiento ni sus recursos, sin conocer incluso sus nombres en muchos casos, se exige cumplir los resultados previstos. Pregunta abierta: ¿previstos por quién?, ¿con qué conocimiento? No todos los pronósticos tienen validez.  

Los Juegos Olímpicos, como cualquier competición se centra en los resultados. De ahí surgen las becas, los patrocinios y los contratos. No pretendo pedir que las becas vengan de un entrenamiento duro; se necesitan logros. Pero el juicio a esos resultados deben alcanzar sólo hasta los límites del respeto al competidor. De ese concepto tan volátil como "medalla segura" pueden sobrevenir engaños: ¿Qué plantear si, por ejemplo, España no logra medalla en natación sincronizada? Un error, un desajuste inapreciable en tiempo real... Pocos se habrán preocupado por este conjunto antes de Londres, de sus muchas horas de trabajo, de lo que supone la dedicación exclusiva al entrenamiento. Muchos serían, en cambio, quienes criticasen para mal en caso de fallo.

España no se juega como país 15-20 medallas olímpicas en 2012. La cuestión va más allá: un diagnóstico de su situación deportiva. En especial de aquellas disciplinas menos populares en otros escenarios. Plantear su estado actual y analizar su viabilidad futura. Buscar el modo de asegurar la pluralidad para hacer frente a la crisis. Un fallo, el que lleva al deportista de la medalla al sexto puesto, no debe ser el motivo de análisis. Sí la prestación global; esa debe ser la lectura que hagamos de Londres. Sean las medallas que sean, aunque mantenga mi optimismo relativo. Arrancan los Juegos Olímpicos de Londres. A disfrutar del deporte.

martes, 24 de julio de 2012

Abanderado de lo ejemplar

Fotografía: Rafael Nadal, en la ceremonia de presentación como abanderado español.
De Olimpia a Londres mucho ha cambiado la imagen de los Juegos Olímpicos, tanto cuanto lo han hecho las sociedades, a cuyo abrigo ha ido creciendo este evento. Todo ello no es sino una parte consustancial de la evolución. De los héroes descalzos en los siglos precristianos a los modelos de marketing en que se convierten los deportistas actuales. De la casi total exclusión femenina primaria a la igualdad actual, ampliada en 2012. Incluso en lo referente al motivo religioso fundacional, obviado por completo en la era moderna. Todo cambia, excepto una figura: el atleta entendido como ídolo. A lo largo de la historia los deportistas han representado ejemplos de conducta a las sociedades. Ejemplos no siempre de ejemplares maneras, pero siempre imitados. 

En el área de ejemplaridad positiva se adentra, a la perfección, Rafael Nadal. Mejor tenista español de la historia y -se abre el debate- quizá mejor deportista español, el balear bien sabe lo que supone el peso de la fama. A su cargo de ídolo internacional se añade la carga de convertirse en blanco de las más zafias iras paisanas y ulteriores. Por su trayectoria, que es la suma de sus títulos y sus valores humanos, el Comité Olímpico Español tuvo a bien designarle abanderado nacional en Londres. Uno de los mayores honores para un deportista. Absolutamente merecido en su caso.

El palmarés y la calidad de Rafa hacían contar con él en las previsiones medallísticas de estos Juegos. Así hasta hace un mes, cuando cayó en la segunda ronda de Wimbledon (sede y superficie donde se disputará el tenis olímpico). El motivo le viene de antiguo: sus ajadas rodillas, el gran lastre de una trayectoria sin mácula. A contrarreloj, el balear ha querido recuperarse. El pasado jueves lo decidió: era imposible, no iría a Londres. Tocado en lo físico, herido en lo moral, obró en consecuencia con su rango. No aceptaba la idea de participar en baja forma. Adiós a las posibles medallas y adiós al sueño de abanderar a su país.

En unas declaraciones, el tenista manacorí explicó los motivos de su renuncia: "Tengo que pensar en mis compañeros, no puedo ser egoísta y tengo que pensar en el bien del deporte español, especialmente del tenis español [...] Hoy es uno de los días más tristes de mi carrera ya que una de las mayores ilusiones y el momento quizás más especial era ser el abanderado de España en la ceremonia de inauguración de los Juegos en Londres".

Sobresaliente Rafa en un detalle de insólita grandeza. Renunciar a, como expresa, uno de los momentos más especiales para un deportista. Encabezar una delegación nacional de 282 atletas. Más allá, liderar las esperanzas deportivas de un país tan maltrecho como España. A falta de buenas noticias en términos socioeconómicos, los Juegos Olímpicos, como otros eventos deportivos, se tiñen de analgésico a tiempo parcial. Y en cuestiones de alegrías competitivas, Rafa ha jugado regularmente un gran papel en la sociedad. Palabras aparte, la decisión trae implicita una renuncia más tangible: la económica, devenida de sus posibles éxitos, pues participaba en las categorías individual y dobles.

La rumorología, un exceso quizá de reacciones instantáneas, han puesto en duda su intención de participar en los próximos Juegos de Río de Janeiro 2016. Por edad, Rafa Nadal bien podrá ser de la partida en Brasil. Queda por ver si su cuerpo, sus rodillas, resisten el duro calendario tenístico. Si su mente no pierde la ilusión por la victoria. No es Río lo que debe preocuparnos ahora. Por delante del deporte debe estar siempre el deportista.

Su puesto como abanderado queda bien cubierto. Tras un debate menos unánime sobre la "opción b", el elegido ha sido Pau Gasol. Un pionero del deporte español, no tanto por descubrir al baloncesto español la NBA, sino por hacerla cotidiana. Por lograr que España fuera parte activa en la hasta él lejana liga americana. Previos al catalán se recuperaron, entre certezas e ilusiones, los nombres del piragüista Saúl Craviotto, del marchador Jesús García Bragado, del jugador de balonmano José Javier Hombrados o incluso de la pareja de regatistas Iker Martínez-Xabi Fernández, con la rémora de no poder ejercer de abanderados a la par. Será, finalmente Pau quien ize la bandera española en la ceremonia de apertura. En la distancia, Rafa Nadal puede sentirse orgulloso de su decisión. Una vez más, abanderado de lo ejemplar.


Translate to your language
| | | | | | | | |

 
Design by Free WordPress Themes | Bloggerized by Lasantha - Premium Blogger Themes | Hosted Desktops