miércoles, 1 de mayo de 2013

Patricia García: "Justificamos con resultados la apuesta por el rugby femenino"


El inicio de esta entrada es, necesariamente, una felicitación revestida de pregunta para todo un equipo: "Estamos encantadas. Es muy bonito todo el cariño que estamos recibiendo". España regresará a un Mundial femenino de Rugby XV ocho años después de su última comparecencia. Se logró en casa, en Madrid, y tras superar en última instancia a la siempre temible Italia. Entre las "culpables" de este éxito, Patricia García. Su twitter y su teléfono echan humo. La máxima anotadora del torneo clasificatorio ha atendido la llamada de Diez Minutos Sin Fútbol para hablar de este logro y de otras cuestiones del rugby femenino: 

"Estamos muy contentas no sólo por la clasificación, sino también por cómo lo hicimos. Pensábamos en las opciones de victoria, en ir partido a partido –fueron tres: Suecia, Holanda e Italia- y poder llegar al Mundial, pero no esperábamos esos marcadores tan abultados. La verdad, lo que logramos no es algo que se haga todos los días".

La lógica deportiva, no siempre tan lógica, invitaba a pensar que el Mundial se jugaría en el duelo final ante Italia. Tras dos victorias muy claras sobre Suecia y Holanda, así sucedió. Pero el desarrollo del encuentro resultó del todo inesperado. Las primeras sorprendidas, las transalpinas. 38-7 se impuso el cuadro español: "Ellas venían muy fuertes y ya meses atrás nos ganaron, aunque nosotras aún estábamos en fase de rodaje. Pero creo que en el partido del sábado fueron fundamentales dos intercepciones de balón que nos hicieron sumar dos ensayos al principio del partido. Ellas se vinieron un poco abajo y aunque trataron de animarse al final del primer tiempo, supimos frenarlas jugando bien el resto del tiempo". 

"Fuimos, por mucho, el equipo más anotador y sólo encajamos un ensayo". En ese recital ofensivo no sorprende que Patricia fuese la máxima anotadora del clasificatorio: "Sí que he leído que fui la máxima anotadora, aunque es normal viendo nuestra capacidad en ataque. No lo siento como algo personal, es el trabajo de todas. Yo soy la pateadora y sumé puntos gracias al trabajo de mis compañeras". 

Aprovechando el logro de las "leonas" (denominación del combinado español de mujeres) muchos portales, canales y diarios han llevado al rugby femenino a puestos destacados. Al preguntarle qué hacer para mantener esta visibilidad en un deporte habitualmente oculto para los grandes medios, Patricia tira de pragmatismo: "Nuestro trabajo y nuestra responsabilidad es seguir dando razones a los medios para que hablen de nosotras. Si ganamos seguirán haciéndolo". 

El primer objetivo está cumplido. Pero es sólo el primero de una larga lista, matiza la polivalente jugadora. Apenas un leve descanso, previo de nuevos retos: "Desde el sábado hemos tenido unos días de descanso entre celebraciones, actos y minivacaciones. Pero ya el viernes partimos a Mallorca para planificar la temporada de Rugby VII. El objetivo final es el Mundial de Moscú -en junio-, pero antes tenemos una Serie Mundial -Amsterdam en mayo- y un Europeo" -en Brive (Francia) como previa a la gran cita en Rusia-. Sensata en el campo y fuera de el, Patricia no se atreve a dar vaticinios sobre resultados: "Es muy difícil plantear qué podemos lograr, obviamente vamos a luchar por mejorar lo logrado en Dubai -fueron terceras- e ir por la victoria".

Patricia García, en acción contra Suecia  / Fotografías: ferugby.es/Revista22
Dubai fue, a finales de 2012, la primera de las Series Mundiales de Seven femenino. Se trata de una competición establecida este año y compuesta por cuatro torneos. Entre los equipos fijos en las cuatro series no está España. Tampoco está, desde hace años, en el 6 Naciones de la modalidad de XV. ¿Achacable a una menor fuerza económica, federativa, social de nuestro deporte…? "Sinceramente no sé por qué no estamos en el 6 Naciones o entre los llamados "Core Team" -equipos fijos- en las Series de Seven. Si los criterios fijados fueran deportivos, nuestra misión es dar resultados para llegar a esos puestos. Si son otros criterios ya se nos escapa. Yo soy deportista, no gestora, y mi misión es lograr los mejores resultados posibles". 

El presente y el futuro pasan necesariamente por la profesionalización del deporte. Tema recurrente en el ámbito rugbístico hispano: "Si hablamos de profesionalización, en algunos países el rugby femenino ha dado un paso adelante por el peso olímpico del Rugby VII. Otros países tradicionalmente fuertes como Francia o Inglaterra tienen estructuras más profesionalizadas, pero no tan diferentes a la nuestra actual".  

"Este año en España ha mejorado mucho el trato al rugby femenino", explica la número 12 de las "leonas": "Tenemos más concentraciones, más partidos, más trato. Y eso se nota. La nueva Federación ha sido clara en este punto. Prometió 50% de los recursos para el rugby masculino y el 50% para el femenino. Y de momento hemos justificado con resultados la apuesta que se hizo por nosotras".

Con un bagaje tras de sí de dos temporadas en Francia, cree positivo para las compañeras buscar nuevos horizontes: "Siempre es bueno. Yo estuve dos años en Francia -esta temporada regresó al Olímpico de Pozuelo- y fue un periodo muy formativo. Otras compañeras han jugado en Inglaterra. Por ejemplo algunas que vinieron a pasadas concentraciones". Sin embargo, destaca el hecho de que todas las jugadoras que han llevado a España al Mundial de Francia 2014 juegan en la competición nacional: 

"Sí, todas vienen de aquí. Todas, menos una, lo hacen de División de Honor, que es una liga reforzada en calidad. Contamos con jugadoras extranjeras que aumentan el nivel colectivo. Y el nuestro se ha visto en este torneo".  

Patricia, en su posición de embajadora internacional y olímpica (de la candidatura de Madrid2020) del rugby, no puede dejar de transmitir su pasión hacia el mundo del balón oval: "A mí me ha dado mucho. Del rugby se pueden exportar muchos valores para la vida. El respeto al público, compañeros, árbitros, a las reglas de juego... También el compañerismo que a todos nos alimenta y que por ejemplo me hizo ser máxima anotadora. Y, que no se olvide, la diversión. Jugamos también para disfrutar”. Y con ellas, la afición, en un deporte que sigue dando resultados en su versión femenina. Las "leonas" no fallan.

jueves, 7 de marzo de 2013

Alfonso Cabello: "Me veo capaz de competir con el equipo olímpico"


"Competir con el equipo olímpico es algo para lo que hay que trabajar y mejorar mucho aún, pero me veo capacitado para poder hacerlo en un futuro". Puede que ese mismo futuro sea el gran aliado del ciclista paralímpico Alfonso Cabello. No había cumplido 19 años cuando el cordobés ganó la medalla de oro en los Juegos Paralímpicos de Londres 2012 en la modalidad de kilómetro cronometrado en pista categoría C 4-5, logrando a su vez el nuevo record del mundo. 

Su reciente llegada al Centro de Alto Rendimiento de Madrid ratifica el grado de confianza que el deporte español tiene depositado en sus posibilidades de presente y futuro. Sincero, sin por ello perder humildad, Alfonso no esconde esa opción. Como tampoco esconde sus contundentes opiniones sobre la situación del deporte paralímpico español. El respaldo económico, el grado de corrección informativa, la disparidad en recompensas con el deportista olímpico... de todo ello ha hablado el talentoso ciclista cordobés con Diez Minutos Sin Fútbol. "Hay mucho por mejorar en todos los campos".

D
iez Minutos Sin Fútbol:
Alfonso, han pasado seis meses desde tu medalla de oro en Londres ¿En qué has cambiado tú personalmente y en qué ha cambiado tu día a día desde entonces?

Alfonso Cabello "Personalmente pienso que lo único que ha cambiado es que esta etapa en mi vida me ha ayudado a madurar y crecer como deportista y persona. Está claro que una medalla de oro y un récord del mundo no se consiguen todos los días pero yo creo que mi personalidad y mi manera de hacer las cosas no ha cambiado y que por mucho que consiga seguiré siendo siendo igual y mi día a día también. Sigo exigiéndome en cada entrenamiento, sigo con ganas de mejorar y soy consciente de que si quiero seguir estando arriba no vale sólo con mantenerse, hay que seguir mejorando". 

DMSF: Es fácil suponer que aquellos días, tras tu victoria, recibieras muchas atenciones por teléfono y redes sociales ¿Sigue sonando el teléfono tanto hoy?

Alfonso Cabello "Sí sonó muchísimo no sólo el día de mi victoria, sino hasta varias semanas después. Era un no parar y al igual con las redes sociales. Hoy sigue sonando, pero no tanto para felicitaciones y sí más para responsabilidades. Después de lo conseguido todo el mundo espera que si te piden que vayas a dar una charla o te entrevistan de algún medio estés a la altura de tus resultados y sepas transmitir bien tu experiencia aunque a veces no es tan fácil como parece".

DMSF: Con las redes sociales y la profusión de vías para seguir online los Juegos Paralímpicos, ¿han calado ya definitivamente en la sociedad?

Alfonso Cabello "Está claro que hasta ahora en España el deporte paralímpico era algo que para la mayoría de la sociedad estaba por descubrir. Es evidente que esto ocurre porque no se le ha dado la misma difusión a unas olimpiadas que a unas paralimpiadas, pero en Londres esto ha cambiado porque los medios han tenido mucho más seguimiento y al final se trata de eso. Si las personas no lo ven en la televisión, no lo leen en los periódicos o no lo escuchan por la radio, difícilmente se pueden enterar. Aún falta para que el deporte paralímpico se viva en España como en otros países en los que se lleva mucho años promocionando a un buen nivel, pero vamos en el buen camino".

DMS
F: ¿Y mediáticamente se informa bien, con corrección, del deportista paralímpico?

Alfonso Cabello "Siempre los medios intentan hacer llegar la información lo más correcta posible a las personas, pero por falta de conocimiento de las diferentes modalidades y sobre todo de las categorías de los niveles de discapacidad en las que se ordena ese deporte se suelen cometer fallos. Se puede mejorar mucho todavía en ese aspecto".


Podio de la prueba del kilómetro C4-5 en Londres
DMSF: En cada ciclo paralímpico se observa un avance en marcas. Los de Londres han sido brillantes en ese sentido. Esto se debe, en gran medida, a la cada vez mayor profesionalización del deporte adaptado. ¿En qué punto crees que se encuentra España en esta cuestión?

Alfonso Cabello: "Totalmente. El deporte paralímpico no es lo mismo en la actualidad que hace 20 años. Ahora los países que se encuentran arriba en el medallero tienen a sus deportistas totalmente profesionalizados y gozan de las mismas infraestructuras y medios además de tener un aporte económico muy similar al de un deportista olímpico. Las marcas se mejoran porque se invierte más y se trabaja más con el deportista. En España aunque se está mejorando nos encontramos muy atrás con respecto a los países punteros en ese sentido".

DMSF:
Hablando de economía, se están viendo afectados todos los sistemas de becas ante los recortes. ¿Cómo debería afrontarse el panorama de ayudas al deporte paralímpico? ¿Se podría reorganizar el programa ADOP?

Alfonso Cabello: "En España hubo un gran cambio con la implantación del programa de becas ADOP pero estamos muy atrás con respecto a los países punteros como son Australia, Gran Bretaña, China, Estados Unidos... Si lo que se quiere es que los deportistas españoles estén en cabeza se va a tener que invertir mucho más en un futuro porque si no será imposible luchar con selecciones y deportistas muy superiores a España en cuanto a medios se trata. 

Por desgracia desde mi punto de vista poco se podría recortar para intentar ahorrar y nada puede ser revisado a la baja, es más, se tienen que mejorar muchas cosas: la cantidad de concentraciones previas a una gran competición, las infraestructuras donde se realizan dichas concentraciones, el calendario de pruebas a nivel nacional y sobre todo las becas. Personalmente no me perece justo que un deportista olímpico tenga una recompensa económica por un oro en unas olimpiadas unas 10 veces mayor que la que yo tengo por lo mismo. Y con esto no quiero decir, en absoluto, que los deportistas olímpicos tengan mucho y nosotros poco, si no que en otros países esa diferencia no es notoria en cuanto a un deportista olímpico y uno paralímpico". 

DMSF: Deportivamente en lo referido al ciclismo de pista, ¿te parece justo agrupar en la misma competición paralímpica a deportistas con discapacidades físicas con otros que sufren paralisis cerebrales leves? ¿No es una ventaja a priori para los segundos?

Alfonso Cabello: "Es un tema complicado, hay unos jueces y unos médicos que se encargan de valorar y de englobar a todos los deportistas (discapacitados físicos y parálisis cerebral) en 5 categorías distintas pero es evidente no se pueden comparar ambas discapacidades. En todas las categorías hay deportistas físicos que están en inferioridad de condiciones con respecto a uno que tenga parálisis cerebral aunque también los hay al contrario. Es muy complicado clasificar en cada deportista en cada grupo pero con este sistema, como he dicho, ambos tipos de deportistas se ven perjudicados". 

Alfonso Cabello, en plena competición en Londres / ultimosprint.com
DMSF: Explícanos, Alfonso, cuáles son tus próximos objetivos deportivos. ¿Compaginarás pista y carretera?

Alfonso Cabello: "Por ahora voy a estar centrado en la pista y no tengo planificado hacer competiciones de carretera. Este año está un poco falto de competiciones al ser post-olímpico. No hay campeonatos del mundo así que mi principal objetivo serán los campeonatos de España de pista para los cuales aún no hay fecha. El proximo gran objetivo es en marzo de 2014 en Italia donde será el mundial de pista".

DMSF:
Con tu juventud y tus marcas logradas, con el margen de progresión que se te aventura, ¿te ves llegando a formar parte del equipo olímpico español de ciclismo en pista? Tu marca del kilómetro en Londres (1'05"9) está en la línea de algunas en los últimos mundiales de ciclismo en pista. Ello sin descartar la velocidad por equipos -donde también participa-. ¿Has hecho alguna prueba con el equipo olímpico? 

Alfonso Cabello: "Aún no he hecho ninguna prueba pero no es algo que descarte. Sólo llevo haciendo una preparación especifica para pista año y medio y espero poder mejorar aún. Hasta entonces había estado compaginando pista y carretera. He dado un salto de calidad muy importante gracias a mi entrenador Jose Antonio Escuredo y aunque el competir con el equipo olímpico es algo para lo que hay que trabajar y mejorar mucho aún, me veo capacitado para poder hacerlo en un futuro".

DMSF: Quizá un primer paso para ello sea tu entrada como residente al Centro de Alto Rendimiento de Madrid ¿Qué diferencias has encontrado desde entonces en tu entrenamiento? ¿Significa entrar para ti en el modelo profesional del deporte?

Alfonso Cabello: "Por supuesto. He venido a Madrid porque creo que me va a servir para mejorar mi preparación. Tengo cerca el velódromo y en el CAR todo esta hecho para el deportista y es mucho más fácil concentrarse y entrenar aquí. Tengo los servicios médicos aquí para cualquier problema y para sesiones de fisioterapia, que hasta ahora no he tenido tantas como me gustaría, y tengo compañeros de selección con los que poder entrenar ya que compartimos entrenador (tándem Jose Enrique Porto-José Antonio Villanueva)".

DMSF: Por edad podrías llegar a competir en 2020 ¿Crees factible que Madrid acoja esos Juegos?

Alfonso Cabello:
"Por supuesto es una opción totalmente factible. En mi caso por edad si todo va como debe podría llegar a estar ahí. Tengo confianza en la candidatura y aunque sea complicado creo que finalmente Madrid acogerá en 2020 los Juegos y está claro que para mí eso sería una motivación extra de cara a preparar esos Juegos".

martes, 26 de febrero de 2013

A cabezazos contra el progreso

España se vio absolutamente superada por Rumanía. Imagen: APP
Percutía Rumanía y en cada ataque hacía retroceder tres metros a la defensa española. Una perfecta metáfora de nuestro rugby XV: retroceder a base de cabezazos, de los rivales y de los directivos. Cabezazos que poco a poco nos retrotraen a viejos gestos de desesperación que creíamos superados. Languidece en 2013 una selección que un año atrás vivió los momentos más brillantes de su época moderna.

La derrota estadísticamente no es sino una más en la vasta lista de decepciones contra el XV del Roble. Apenas dos veces los rumanos se han visto superados por España en 29 enfrentamientos. La última, casualmente, el año pasado. Eran tiempos mejores... Pero como este no es un espacio basado en el resultadismo, ni aquella victoria fue vista como una mera victoria puntual, ni esta derrota es sólo lo que refleja el marcador. 15-25 como mal menor, maquillaje que enmascara una imagen desoladora. Anulados en ataque -salvo dos acciones contadas- y en defensa ante un rival que no mostró ser mejor que años atrás.

España ha perdido el rumbo (también) en esta parte del amplio deporte que es el rugby. Vaya por delante que aplaudo la actuación de la nueva federación nacional en su apuesta por la cantera y su puesta en valor del deporte femenino. Pero guste o no, el altavoz del rugby lo tiene hoy la versión del XV masculino, y ahí no caben palabras de felicitación. Se deshizo un proyecto que por encima de imperfecciones generaba ilusión, peso mediático, afición creciente... motores de progreso para una disciplina aún minoritaria al sur de los Pirineos. 

Hubo dos grandes fases de demolición de este esperanzador camino: primero la salida del seleccionador Regis Sonnes, previo ofrecimiento de un contrato hecho a medida para que no aceptase. Posteriormente el espectáculo estrella de la nueva cúpula directiva de nuestro rugby, la expulsión de los jugadores hispanofranceses mediante unas formas impropias de un estamento federativo. Una suerte de amenaza culminada en sanción internacional a españoles que un día decidieron serlo por incuestionable compromiso personal. A los autores de "23-F: el rugby toma Gijón" (lamentable titular de la previa de este partido) se les suma el publicar un comunicado desprestigiando y cuestionando el compromiso de estos jugadores. ¿Por qué lo hicieron? Cuesta comprenderlo. Nuestros rivales también se lo preguntan.

Instante del partido Bélgica-España del pasado día 9. Imagen: marca.com
Turbulentas bases para una nueva etapa del rugby patrio con el foco en el próximo el Mundial de 2015, cuya clasificación se juega entre 2013 y 2014. A la cabeza, Bryce Bevin, el seleccionador que inició el camino hacia el único Mundial jugado por España, en 1999. Conocedor del panorama nacional, prometió opciones para repetir hazaña. Mientras tanto, la Federación no se escondía en anunciar como objetivo suyo ir al Mundial de 2019 (Japón). Extraño choque de planteamiento y, especialmente, extraña decisión organizativa la de apostar ¿todo? por jugar un Mundial que por horarios en España no verían más que los forofos. ¿De verdad el rugby tiene fuerza de convocatoria social pongamos un miércoles a las 9 de la mañana para un potencial España-Tonga? ¿Puede ser ese el objetivo prioritario por encima de un Mundial en Inglaterra de más fácil acceso y seguimiento?

Se repudió a "ese equipo alquilado de 2012", en palabras del Director Técnico de la FER a la Revista Veintidós. Y se apostó por algo que nadie sabe muy bien qué es. En Gijón, el sábado, de los 23 jugadores convocados, 11 no habían nacido en España. No lo critico, su compromiso es tan respetable como el de los aquí nacidos. No obstante, resulta curioso cómo quienes atacaban rabiosamente la "Francia C" de Regis Sonnes hoy callen a este respecto. Tampoco parece una apuesta integral de futuro mirando el 2019: cuesta explicar la presencia de algunos jugadores que ya no cumplirán 33 años y que quizá no mejoren el nivel de jóvenes "de aquí" (si se me permite utilizar ese lenguaje). Por último se prescindió de los mentados hispanofranceses en favor [sic] de un bloque estable que no obligase a negociar con los clubes en cada convocatoria. Ese bloque, paradójicamente, se nutre de los jugadores de Rugby VII que por su presencia en las Series Mundiales de esa disciplina no están disponibles en bastantes ocasiones para el XV.

El futuro pinta si no negro, sí gris oscuro como el cielo de esa preciosa embajadora que fue Gijón. Posiblemente la respuesta de la ciudad asturiana, pasional, respetuosa e ilusionante para el futuro, fue de lo poco bueno que podemos sonsacar. Tras caer con honor en Rusia, pero perder al fin y al cabo, aceptar por bueno un empate decepcionante en la forma ante la pujante Bélgica y ser avasallados por Rumanía, España es hoy colista del 6 Naciones B. Y lo peor, sin una imagen de juego que permita ilusiones. Se compite sin saber muy bien cómo, sin unas rutinas que tiempo atrás si teníamos y sufriendo en defensa como no se veía en años. Hoy por hoy, parece poco apropiado mirar al Mundial. Pese a estar aún a dos puntos del tercer puesto (Portugal) que llevaría a la repesca. 

En marzo viajamos a Georgia y recibimos, precisamente, a Portugal. A priori todo lo positivo que se logre en Tiflis -me sigue sonando raro este nombre- será una sorpresa. En cambio no sacar réditos contra los lusos puede condenarnos definitivamente a luchar sólo por no descender a la tercera categoría del rugby europeo. La otra opción es sencilla: rectificar y recuperar, ya para 2014, a aquellos jugadores que tanto nos han dado recientemente y que hoy están expulsados. Es lo necesario y lo que muchos pedimos.

La España de jugadores hábiles y creativos, ataca hoy a cabezazo limpio. Contra el progreso. 

miércoles, 13 de febrero de 2013

Conmoción en los orígenes del olimpismo



Conmoción en los orígenes del olimpismo; revolución en sus entrañas. La lucha, deporte histórico e historia del deporte, podría quedarse fuera de los Juegos Olímpicos de 2020. Así lo ha planteado el Comité Olímpico Internacional, que, reunido ayer, ha retirado a la lucha la condición de "Core Sport" (deporte titular) para los JJ.OO. de ¿Madrid? dentro de siete años.

Esta controvertida decisión si bien no implica a día de hoy su salida oficial del elenco de competiciones, puede significar su caída definitiva. Aunque asegurada para Río 2016, la lucha deberá jugarse el puesto el próximo mes de septiembre frente a otros siete deportes, algunos de ellos desconocidos a gran escala: Kárate, una fusión del béisbol y sóftbol, patinaje sobre ruedas, escalada, squash, wushu (perteneciente al campo de las artes marciales) y wakeboarding (acuático sobre tabla). 

A la disciplina de Maider Unda (en la imagen durante la competición en Londres) le ha cogido por sorpresa la decisión del COI. De puertas para fuera el favorito a sufrir esta exclusión era el pentatlón moderno, deporte olímpico en Estocolmo 1912 para dos personalidades: el posteriormente conocido como General Patton y el Presidente del Comité entre 1952 y 1972, Avery Brundage. Para Maider, que llevó la lucha a los medios españoles tras su bronce en Londres, es "una broma de mal gusto"; para una parte de la comunidad deportiva, una amenaza a los cimientos del olimpismo de ayer y hoy. Rápidas reacciones internacionales, como el grupo de facebook "Save Olympic Wrestling", que ya suma 56.000 seguidores (y subiendo) a la que puede ser la competición más icónica de los Juegos Olímpicos de la Antigüedad. La lucha está justificando su nombre.

Es más que un deporte. Como disciplina competitiva y como filosofía, la lucha juega un papel fundamental en el desarrollo humano. En su vocación de enfrentamiento reglado, en perfecta sintonía con la idiosincrasia helénica, fue una de las bases en el origen de los Juegos Olímpicos, allá en la Grecia de Olimpia del 776 A.C. Siglos después, mediada la célebre intervención del Barón de Coubertin, no faltó en su versión grecorromana al retorno de los Juegos, Atenas 1896.

El criterio deportivo parece haber vuelto a ser el último en la lista de argumentos del COI -ndr: a este punto recomiendo los análisis de Martí Perarnau y Jaime Gómez-. La realidad es que la lucha es hoy un deporte mundial. En Londres hubo 344 participantes de 71 países, divididos en 268 hombres entre Grecorromana y Libre y 76 mujeres (modalidad de lucha libre). Número que puede chocar de raíz con la intención del COI de no masificar los Juegos en deportistas -no tanto en deportes, pues en 2016 se incorporarán el golf y el rugby en su versión más reducida de Seven-, o bien de dejar paso a otras modalidades igualmente numerosas pero con mayores intereses extradeportivos. 

La fuerza de la lucha moderna, por implantación internacional y número en los JJ.OO., puede haber sido, paradójicamente, su sentencia olímpica. El deporte de Maider Unda y de la talentosa joven Irene García, enfrentó su condición de prescindible con el pentatlón moderno o el taekwondo, entre otros. El primero de ellos, con apoyos en la Comisión Interna del máximo organismo de los Juegos, apenas aportó 72 deportistas; el taekwondo, tan en boga en España gracias a Joel González, Brigitte Yagüe y Nicolás García, sumó 128. Quizá 129 contando, en palabras de nuevo de Martí Perarnau, con un apoyo crucial de Samsung, patrocinador del COI. 

No es una decisión deportiva la que conmociona los principios del movimiento olímpico. Entre los candidatos a ocupar su lugar, parece favorito el béisbol en asociación con el sóftbol y amplificado por el pretendido apoyo de sus estrellas mundiales. Resulta paradójico que ambos, hoy destacados, desaparecieron individualmente del programa tras Pekín 2008. Si nada cambia en septiembre de este año, el COI, puede condenar a la asfixia a una parte de la esencia que surgió en Olimpia, tanto como decir a una parte de su propio organismo. Pocos deportes representan mejor la historia y el sentido de unos Juegos que, recordemos, se alimentan tanto de su economía como de su leyenda. 

domingo, 20 de enero de 2013

Honestidad


Albert Rocas mandó el balón al poste y en el siguiente ataque Lovro Sprem sentenció el partido a segundos del final. Es la última línea de una derrota, la de España frente a Croacia en el Mundial de Balonmano, que, revestida previamente con la sospecha, supo muy dulce por su honesto desarrollo.


Ambas selecciones se encontraban en el último partido de su grupo. Ya clasificadas las dos, ganar suponía, tanto a España como a Croacia, entrar en los cruces finales por el mismo lado que Francia y Dinamarca, los dos nombres más temidos del campeonato. El camino más duro hacia la final a priori. En cambio perder (incluso empatar en el caso de Croacia) les clasificaba como segundos de grupo, destino a un cuadro notablemente difícil, especialmente en los potenciales cruces de octavos y cuartos de final, pero sin los dos países anteriormente citados. Se diría el "lado menos malo" hablando ese "dialecto político" que tanto abunda hoy.

Las posibles dudas, quien las tuviera, se disiparon pronto: comenzó el partido con la imagen de Víctor Tomás lanzándose al suelo para recuperar un balón que nada habría de significar 60 minutos después. A rebosar la Caja Mágica -precioso el ambiente allí vivido ayer- y muchos ojos internacionales pendientes del gran duelo. La intensidad del encuentro quedó fuera de toda duda desde primera hora, con dos selecciones jugando a ganar. Únicamente varios fallos ante un equipo tan potente como el croata condenaron a España a la derrota. Que para muchos no es una condena. En el intercambio de goles hubo también intercambio de golpes. Nada de guante blanco ni concesiones premeditadas al rival. Ganó, sencillamente, quien no falló o falló menos al final.

Ahí acabaría una teoría, la de la pretendida derrota, que no debió surgir. Pero lo hizo, gracias (irónicas) a algunos medios de comunicación, aficionados e incluso -asunto que me parece singularmente grave- al telediario del ente público que emite el Mundial en nuestro país: Televisión Española. En ellos se planteó la posible idoneidad de una dulce derrota. Qué imagen tan triste; doblemente triste, si cabe, por el hecho de ser anfitriones del torneo. Como ya conocerán los lectores, este es un tema que me resulta desagradable. Afortunadamente primó la honestidad. Albert Rocas lanzó al poste y Lovro Sprem sentenció. Perdimos, sí, honestamente. Todos contentos, ¿no? Y aún habrá quien calcule si el lanzamiento al poste fue premeditado...

miércoles, 9 de enero de 2013

España y su doble responsabilidad en 2013

Comienza oficialmente la última fase en la carrera de Madrid 2020. El pasado lunes la delegación del proyecto español presentó en Lausana ante el Comité Olímpico Internacional (COI) el dossier de su candidatura. El camino iniciado hace ya una larga década vislumbra su final. El 7 de septiembre Buenos Aires será el escenario donde se anuncie el nombre de la ciudad organizadora de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2020: Madrid, Tokio o Estambul. 

Será la tercera y posiblemente la última gran ocasión para la capital española. Dos desencantos, siempre al filo del éxito, en 2005 y 2009 para los Juegos a celebrar siete años después. Con argumentos de dudosa credibilidad o con otros más sólidos, dos veces fue cercenado el gran sueño deportivo nacional. Tiene que ser ahora; pensar en una cuarta opción no parece a día de hoy acertado.

A este punto, el máximo organismo olímpico ya ha demostrado que no necesita muchos condicionantes para dejar a un lado el proyecto de Madrid. Un proyecto  bien estructurado, en un avanzado grado de construcción y ajustado, así se recoge, a la situación económica. Con un lastre arrastrado donde más duele, la imagen: la sombra, fundada o infundada, del dopaje. 

Mal empieza el último trecho del camino olímpico: la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) sancionó en diciembre por espacio de tres meses al principal laboratorio en la materia de Madrid. Un castigo seguramente a utilizar como argumento por sus rivales (Tokio y Estambul). Por supuesto el dopaje no es propiedad española, es un mal plurinacional que toca a España como toca a otros países. Afirmar lo contrario es mentir. Lo que sí parece producto interno es una nefasta gestión en la comunicación oficial sobre dopaje. Sanciones sin positivos, positivos sin sanciones, contradicciones entre organismos y oportunismo mediático. Mucho por aclarar y en resumen, arañazos a nuestra imagen deportiva.

Imagen publicitaria del Mundial de Balonmano 2013
En clave positiva, España, sinónimo de Madrid durante este crucial año deportivo, afronta una doble responsabilidad. El calendario 2013 ha tenido a bien dar a nuestro país la gestión de dos de los principales eventos deportivos de sede variable: los mundiales de balonmano y natación. Dos oportunidades de volver a mostrarse como país competitivo. Más allá, dos oportunidades para lucir como perfecto embajador. 

Nuestra selección aspira, como varios rivales, a todo en el inminente campeonato balonmanístico. Ese mismo en el que peligró hasta última hora la sede de Madrid -mal ejemplo-. 2013 supondrá el nexo final entre la mejor generación, ya disgregada, y su relevo de juventud. En julio y agosto, la natación en toda su amplitud debe consolidar el buen 2012, con las medallistas en Londres Mireia Belmonte, la sincronizada y el waterpolo, o los recientes medallistas en piscina corta Melanie Costa, Duane da Rocha, Rafael Muñoz o Marina García. 

No serán los únicos eventos internacionales con sede en "la piel de toro". Dejando a un lado las grandes citas con sede fija -ciclismo, triatlón, motor (no olímpico pero relevante), entre otras- está previsto, aunque peligra, en junio el Europeo de Remo en Sevilla, que a la vez puede servir de reválida local para una disciplina ausente en la delegación española de Londres. O el Europeo de tiro paralímpico, si bien ya en octubre, en Alicante.

Imagen publicitaria del Mundial de Natación 2013
España, en palabras del Presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, ha celebrado en la última década 77 Mundiales y 84 Europeos. La fuerza de la historia reciente se suma al nutrido 2013, una baza a jugar con acierto y con la que este año no cuentan ni Tokio ni Estambul. La ciudad turca celebró en 2012 el Mundial de pista cubierta de atletismo y el de piscina corta de natación. Con menor programación inmediata, la capital japonesa podría verse perjudicada por la cercanía con los Juegos de Verano de Pekín (China) 2008 y los de Invierno de Pyeongchang (Corea del Sur) de 2018. Aunque nunca se sabe...

Por último, la imagen del público como principal valedor de la ya famosa "Marca España". Una pista vacía es la peor embajadora. Frente a la crisis, fundamental atraer a la sociedad a los grandes eventos, con precios equilibrados y una difusión acertada. La Caja Mágica madrileña en el Mundial de Balonmano que arranca el viernes será una buena muestra.

Nos espera un 2013 de máxima responsabilidad en todos los terrenos deportivos. Queda mucho por hacer hasta -ojalá- oír "Madrid" como ciudad organizadora de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2020. 
El deseo de suerte se torna escaso, aunque nunca viene mal. SUERTE.


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