viernes, 27 de abril de 2012

Desilusion(n)es


"Disponemos de un proyecto de selección de rugby. El deseo es que nuestro habitual caos federativo no lo destroce". Hace apenas un mes que lo escribí. Era una de las frases pertenecientes a la pasada entrada "Ilusionnes". En la misma, manifestaba desde mi humilde posición que "no renovar a Regis Sonnes y su segundo Eric Lamarque además de una injusticia sería un craso error... Sonnes y su equipo merecen continuar". Me han debido leer en la Federación Española de Rugby. Gracias por ello. Lástima que hayan obrado al revés de lo que pedía. Anoche saltaba la noticia: Regis Sonnes no renovará su contrato. Según una información del periodista Gregorio García en Marca, esta es la última novedad del rugby patrio. Posiblemente la peor noticia que pudiésemos recibir. Me ponen el título en bandeja: "Desilusion(n)es"

Según informa el propio Gregorio (Goyo), a Sonnes le ofrecieron una renovación de un año de contrato. Añado yo: a sabiendas que el entrenador la rechazaría. Lógico. Y todo esto antes de unas elecciones federativas en las que la transparencia brilla por su ausencia. Apenas sí conocemos los candidatos. Nada más. Ni propuestas, ni nombres asociados. Lo cierto, lo que se ha dejado entrever, es que la terna de aspirantes no quería a Sonnes. Es de suponer que cada candidato traerá a su seleccionador bajo el brazo. Todo muy transparente, oigan. Vuelta a uno de los problemas federativos nacionales: el gusto por deshacer desde un despacho lo logrado en el campo. Porque en el haber de Regis Sonnes con España quedan para la historia las victorias a Rumanía y Georgia. Más allá, queda la ilusión despertada entre la afición. 2012 ha sido un año importante para nuestro rugby: se ha hablado y disfrutado de este deporte como hacía tiempo no pasaba. Existían las bases motivacionales necesarias para soñar, por qué no, con volver a un Mundial. 

Tras las elecciones llegará un seleccionador del gusto del presidente vencedor. Y podrá hacerlo igual o mejor que Regis Sonnes, ciertamente. Pero podrá hacerlo peor o mucho peor. Uno de los principios de cualquier sistema operativo sensato es que lo que está bien no se toca. El proyecto de Sonnes y Lamarque, criticado por su supuesto afrancesamiento y por sus recursos utilizados, logró los mejores resultados de nuestro rugby XV en la última década larga. Pero España raramente ha funcionado como un sistema sensato. Nuestro rugby es una muestra más de ello.

Sinsabores estos que dan pie a otra duda: el trato con los equipos franceses para poder convocar a sus jugadores. Regis, desde su fama en Francia, consiguió convencer a los clubes para reforzar nuestra selección. Veremos si el nuevo responsable deportivo cuenta con igual fuerza para seguir contando con ese bloque. Ya hay quien asegura que los Peluchon, Roffes, Ascarat y compañía no volverán a España. Hace un mes yo defendía la implicación de estos y otros hombres en el nuevo proyecto español. Hoy lo mantengo. Si alguien no quiere venir más, se verá y se dirá. De momento, en los jugadores, confianza. Pero a un año de iniciar la clasificación para el Mundial de Inglaterra 2015, institucionalmente otra vez partimos de cero. Mal asunto.

Un club del Top-14, la Primera división francesa, el Union Bordeaux (Burdeos) ha fichado como entrenador de delanteros a Regis Sonnes. Cabe recordar que nuestro aún seleccionador jugó como tercera línea. Vuelve donde sí le aprecian. Le resta un partido oficial con España, contra Rusia, el 19 de mayo. Por cierto, en Bordeaux juegan dos de los nuestros: Frank Labbe y, especialmente Fabien Roffes. Espero que podamos seguir contando con ellos. 

Mientras llega un nuevo presidente y un nuevo seleccionador -quienes confío puedan lograr éxitos- sólo queda agradecer su trabajo a Regis; mis mejores deseos en su nueva etapa. Algunos sí supimos apreciar su buen trabajo. Mal empezamos la nueva etapa. Ojalá el futuro nos sonría. Ojalá algún día alguien mire por el rugby y no por lo suyo. Ojalá...

lunes, 23 de abril de 2012

El espectáculo de lo imprevisible


Cuatro carreras, cuatro ganadores, cuatro marcas en lo más alto. Afortunadamente algo ha cambiado a mejor en la Fórmula 1 esta temporada. Tras un año de dominio absoluto del binomio Sebastian Vettel-Red Bull, encontramos, por ahora, uno de los Mundiales más imprevisibles de la última época. Conste que escribo estas líneas a conciencia el día después de la primera victoria del propio Vettel, nuevo líder del campeonato. Porque no es una sorpresa que el piloto alemán vuelva a ganar, pese a que algún adelantado ya le hubiera desterrado. Pero porque tampoco lo considero el primer paso de una regresión a 2011. Este triunfo, aún con 'pole position' y vuelta rápida, dista mucho en su forma de pasadas exhibiciones.

Tampoco hay que entender su doble eventual liderato (individual y en marcas) como continuación del dominio de Red Bull. Con 53 puntos, aventaja en cuatro al segundo clasificado (Hamilton); en cinco al tercero (Webber) y en apenas diez a Jenson Button y Fernando Alonso. A este respecto, añadir, sin recurso del ardor patrio, que es meritoria la prestación del asturiano con su  Ferrari F2012 ¿F quizá de frustrante? Cinco pilotos en diez puntos y una clasificación en constante movimiento. Obvio, dirán algunos, a tenor de que llevamos menos de un 25% del campeonato. Basta mirar al abril pasado para comprobar que no lo es. Hace sólo 12 meses, en cuatro grandes premios, Vettel era líder con 93 de los 100 puntos en liza (tres victorias y un segundo puesto). Su más inmediato seguidor -curiosamente también Hamilton- marchaba ya a más de 30 puntos. El Mundial no tuvo mayor historia hasta su final que la disputa abierta por el subcampeonato.


2012 marcó pronto la tónica presente: multiplicidad de puntos de interés.
Alternativas, novedades y sorpresas, tres de los ejes de cualquier deporte. Respuesta contundente a innumerables luchas por el quinto puesto como eje argumental de no menos innumerables domingos. La victoria de Nico Rosberg, es un ejemplo actual. Primera de su carrera y primera en la era moderna de Mercedes. Como lo es el podio de Kimi Raikkonen con Lotus, en la vuelta a la F-1 del finlandés, que bien pudo ganar ayer de haber salido más adelante. O el sorprendente triunfo bajo la lluvia de Alonso, pese a los graves problemas de rendimiento de su Ferrari. Sin dejar de mencionar los podios de dos jóvenes talentos: el mexicano Sergio Pérez, un mago en cuanto a cuidar neumáticos se trata ¿futuro compañero de Alonso? y de Romain Grosjean, que vuelve a llevar la bandera francesa a un podio tras casi catorce años de ausencia. Un inciso, ¿le harán guiñol?

El 'gran circo' de la F-1 entra en Europa. Barcelona será -dicen los expertos- el primer punto de referencia en firme sobre el estado de los equipos. Muchas escuadras anuncian mejoras importantes. Veremos cuántas de ellas cumplen sus promesas. Mientras tanto, varios escalones por debajo, HRT lucha por avanzar. Con la fiabilidad a favor y a falta de un paso adelante en puestos, es evidente una mejoría. Las mano de Toni Cuquerella en la técnica y de Pedro de la Rosa en la pista -entre otros pilares- se notan. El camino del equipo español es largo, pero talento y estabilidad -¿por fin?- hay. Un hueco para el optimismo futuro sobre HRT.

Optimismo, en resumen, para la afición a la Fórmula 1. El deseo, mantener el encanto de lo imprevisible. Este deporte, al menos para un servidor, se nutre en gran medida de la ausencia de un dominador. Al fin y al cabo, son demasiadas las disciplinas que han caído ya en la monotonía y la previsibilidad.

Fotografía: www.extradeportes.com 

miércoles, 18 de abril de 2012

100 días


100 días. El último gran hito señalado en rojo en la cuenta regresiva hacia los Juegos Olímpicos. Cuatro años de espera -periodo llamado olimpiada- cerca de su culminación: el encendido del pebetero. Será el 27 de julio. Tan cerca y aún tan lejos.

Lejos, para quienes a falta de tres meses no tienen segura su participación. Abril y mayo son fechas claves. Los torneos preolímpicos
 son la última opción para definir los participantes finales de cada país. Algunos de estos clasificatorios, ya resueltos, nos han aportado no pocas alegrías. Otros, aún por disputar, mantienen en el aire miles de esperanzas.

Esperanzas, ante todo, de estar. De sentirse y ser protagonista directo del gran "totum" que son los Juegos. Un honor que dota de categoría especial cualquier currículum vitae: tanto el de atletas como el de periodistas. Quienes han estado lo saben y así lo afirman. 

Precisamente de esto último, de periodismo olímpico -si se me permite tal especialidad-, disfrutamos cada periodo de olimpiada en cantidad. El deporte, en su versión más social, amplificado con respecto a la imagen habitual. La idea de que por delante del deportista siempre hay una persona. Y en cada triunfo o fracaso hay una historia por contar. Los Juegos permiten conceder incluso protagonismo para aquellos atletas injustamente olvidados: los paralímpicos. El poder del olimpismo es amplio. Sobre él se construyen y publicitan historias que en otra época apenas si verían la luz de los medios.

100 días para pensar en los Juegos. En tres meses nos veremos en Londres. Disfrutemos de esta espera.

Fotografía: David Cal abre la representación española en Pekín 2008. / RTVE.ES

lunes, 9 de abril de 2012

El Real Velo Club Portillo


Reinventarse desde el deporte. Esta es la filosofía del Real Velo Club Portillo, uno de los clubes ciclistas con más historia de España a sus ahora 85 años. A fin de conocer la situación actual del equipo, regresé a la que fue "mi casa" hace una década -unos párrafos más abajo surge la evidencia-. Una sede modesta, un grupo humano empeñado en defender el ciclismo de base y un proyecto demasiado anónimo. El marco que rodea esta historia de deporte y sociedad.

El nuevo modelo del club trasciende la competición. La que fuera casa de formación del campeón Alberto Contador (junto a otros ciclistas destacados) hoy ofrece una innovadora Escuela de Ciclismo. Una manera original de vencer las crisis que sufre el deporte de la bicicleta: la económica, el escaso apoyo social y la falta de practicantes juveniles. En una decisión dura de tomar el Velo Club Portillo decidió no continuar con sus bloques de competición. Sólo el cicloturismo parecía una apuesta segura para el mantenimiento del club. "Pero esto es eso precisamente, un club de ciclismo, no una peña. Nos centramos en la base y vamos más allá del cicloturismo", asegura el Presidente de la entidad, Antonio López.

"Entendemos que la escuela, la cantera, es la base de todo. No la enfocamos desde la competición, sino desde el acercamiento a la bicicleta y al deporte en general". Este plan tiene su origen en el colegio: una escuela de ciclismo como actividad extraescolar. "Nuestro proyecto nace de una propuesta mía en el colegio de mi hijo. Hasta ahora se hacían jornadas ciclistas, con invitados y charlas esporádicas, pero nada más"

La pregunta parece obvia: ¿qué es exactamente una escuela de ciclismo? La primera respuesta, simple. 'Es mucho más que un grupo de niños montando en bici. Antonio continúa su explicación: "es un modelo educativo desde el ciclismo donde aprender habilidades, seguridad vial y valores sociales. Estas actividades se desarrollan en las instalaciones del centro". El formato ofrece un programa de formación amplio en objetivos y extensión. "Se desarrolla a la par que el curso lectivo. Hay lecciones básicas de la bicicleta, gymkanas, técnicas de habilidad y también excursiones recreativas"

"Todos los chavales tienen su licencia, están cubiertos desde el equipo", prosigue Antonio López. El proyecto, que se lleva a cabo en el centro escolar Francisco Ruano, de Madrid cuenta con "seis o siete chavales habitualmente. El Ayuntamiento quería que la instaurásemos como escuela municipal. Ya es un logro, pero la clave es el desarrollo. Si tuviéramos más monitores podríamos ir a varios colegios, pero no disponemos de ellos. El ciclismo como actividad extraescolar es una buena manera de enganchar a los niños. Qué menos que de todos los que se apunten, a un 10% le guste la competición. Y si no, hacen deporte que ya es importante".


Pero tras la escuela el panorama muestra un vacío preocupante: faltan corredores para formar un grupo de superior edad (nivel cadete 14-15 años). "La sección infantil, de aprendizaje y competición, ha existido siempre. El problema es que no ha habido manera de darle continuidad. Con uno o dos corredores no podíamos formar equipo. Hemos puesto anuncios para facilitar la participación de ciclistas y tampoco ha servido"

"Lo que hacemos es poner en contacto a los ciclistas con las formaciones existentes para que no queden sin correr. Y piensa que teniendo varios chavales de cadetes, sacas una estructura aun sin apoyo de patrocinadores. Sólo con los esfuerzos de los padres y el nuestro haces el equipo. Otra cosa es juniors", (escalón superior por edad) por tratarse de un nivel más exigente.

En número y en tradición, el cicloturismo es el otro gran pilar de la entidad. Una opción que entiende este deporte como una fórmula de amistoso ocio. "La sección funciona bien. Tenemos un grupo numeroso al que van llegando nuevos miembros. Ofertamos un calendario muy completo de actividades ciclistas con coches de apoyo para ir más seguros". A esta vía recreativa se suma el ciclismo de montaña. "Hace poco creamos la sección de montaña, con buena acogida en sus primeros kilómetros".

Tres frentes -la escuela, la competición amateur y el cicloturismo- como referentes del deporte anónimo. En este escenario el Real Velo Club Portillo es un buen ejemplo de supervivencia en tiempos difíciles. Frente a la crisis, ingenio. Y aunque hoy día no haya sección puramente competitiva, sus dirigentes lo tienen claro "En cuanto tengamos opción por supuesto que volverá a haberla". Ante todo, ciclismo. 


Fotografía 1: Presentación de la escuela en 2009
Fotografía 2: Un servidor, en plena carrera en 2002...otros tiempos


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